Continúa la revuelta de los taxistas de la CAV en contra de la amenaza que representan las plataformas digitales dedicadas al transporte.
Aquí lo que se nos reporta desde el Correo Vasco:
Arremeten contra el Gobierno vasco por dar por hecho que esas firmas llegarán a Euskadi y auguran un escenario «sumamente desagradable»Luis LópezO mucho cambian las cosas, o aquí va a haber un conflicto importante. El Gobierno vasco da por hecho que más temprano que tarde llegarán a Euskadi los gigantes Uber y Cabify, igual que han llegado al resto de grandes ciudades españolas y del mundo entero. Mientras, los taxistas vascos dicen que no. Que aquí no hay sitio para multinacionales cuyo único objetivo es acaparar el mercado. «Si tratan de venir vamos a encontrarnos con un escenario sumamente desagradable», advierte Borja Mussons, presidente de la Federación Vasca del Taxi. «Haremos todo lo que esté en nuestra mano para impedirlo».Así están las cosas pese a que ayer fue el primer día de actividad en el mundo del taxi tras una semana de paro total en Euskadi y en la mayoría de España. Los profesionales del volante se plantaron con el fin de hacer presión y reducir el número de licencias VTC, de las que se valen Uber y Cabify para prestar sus servicios. La ley marca que el tope es una por cada 30 taxis, y en ciudades como Madrid la proporción es una por cada cuatro. En el País Vasco es 1/26, pero aquí la situación es particular porque sólo trabajan las VTC tradicionales, las de toda la vida (83 vehículos como, por ejemplo, limusinas y coches de lujo para personalidades). Eso sí, hay pedidas casi 400 licencias a las diputaciones (competentes en su concesión) que se habían denegado y a las que los tribunales están dando sus bendiciones, por lo que el problema puede estallar en cualquier momento.El Gobierno vasco asume que no se puede ir contra el cambio en los tiempos y considera que hay que regular el asunto para que convivan los distintos medios de transporte. «Necesitamos un transporte público de calidad en el que quepan todos», dijo el miércoles la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. Y ayer reiteró que «va a haber que asumir» por sentencia judicial las licencias de VTC que en su día se denegaron. «Tenemos que estar preparados» para cuando eso ocurra. Desde su departamento creen que toca iniciar una labor «pedagógica» para interiorizar que no hay escapatoria y los medios tradicionales tendrán que convivir con los nuevos.Sin aportar nadaPara los taxistas, el planteamiento es inaceptable. «Lo que está diciendo el Gobierno vasco es que va a dejar entrar a un intermediario que vive a miles de kilómetros de aquí». Porque, a juicio de Mussons, empresas como Uber y Cabify «no aportan nada a la sociedad y se quedan con parte del pastel». «Es totalmente inviable convivir aquí con ellas. Donde están, la gente no convive, malvive. Y no quieren ser un servicio complementario, sino quedarse con todo el mercado».Por eso, los taxistas aseguran que no se van a quedar de brazos cruzados. En el momento en que se plantee la eventual entrada en Euskadi de alguna de estas multinacionales que están revolucionando el transporte de viajeros en medio mundo «vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano». ¿Por ejemplo? «Movilizaciones, huelgas indefinidas...». Para Mussons el Gobierno vasco ya tiene herramientas legales suficientes como para cerrar el paso a Uber y Cabify, por lo que le pide «agarrar el toro por los cuernos».Las frasesArantxa Tapia | Consejera Desarrollo Económico, «Va a haber que asumir por sentencia muchas licencias que se habían denegado»Janire Bijueska | Directora de Transportes, «Nadie sabe cómo hacer compatible el aumento que viene de permisos VTC con la limitación legal 1/30»Borja Mussons | Federación Vasca del Taxi, «Esas multinacionales no quieren ser un servicio complementario, sino quedarse con todo»
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