La batalla en contra de las diferentes expresiones de la cultura patriarcal se debe dar todos los días, en donde se presente.
Aquí les compartimos este artículo publicado en la secciónde blogs de Deia:
La que se prometía como una tranquila tarde de domingo lluvioso, se ha convertido en una agitada jornada de preguntas, respuestas, opiniones y valoraciones que he recogido para escribir este post.
Cuando la pasada semana se desató la enésima polémica en torno al cartel anunciador de un evento, el de la XXIX edición de la Euskal Emakumeen Bira (Vuelta ciclista vasca femenina), decidí guardarme mi opinión. Lo hice, confieso, para protegerme un poco después de haber recibido muchos mensajes (la mayoría de apoyo pero también un buen número de ellos con calificativos tan edificantes como “feminazi” y cosas así) respecto a otras entradas del blog en las que se habla de desigualdad y sexismo. Lo cierto es que a poco que escarbes, cada día encuentras un motivo para escribir y denunciar estas cosas. Fue un error no pronunciarme en ese momento, porque significa que quienes te descalifican por tus opiniones fuerzan tu silencio.
Hoy, tras comprobar que la polémica no amaina y que se siguen publicando opiniones al respecto, me decido a subsanar el error de no pronunciarme. Si de algo han calificado a este blog muchos de sus lectores/as es de valiente, así que no es momento de esconderse.
Por cierto, y para quien no haya seguido la polémica, el cartel es el que ilustra este post. Fue retirado tras la denuncia de la Asociación Anderebide de Iurreta, que lo consideró sexista, y la calificación de “poco adecuado” de Emakunde.
He visto que una buena parte de los opinadores han sido hombres, así que he hecho un pequeño trabajo de campo y he preguntado su opinión a mujeres deportistas, triatletas y corredoras sobre todo, pero también a periodistas, abogadas, profesoras universitarias, peluqueras, trabajadoras domésticas, policías, estudiantes, etc. Me interesaba recoger el mayor número de opiniones posibles para saber por dónde se mueve el sentir de las mujeres al contemplar el cartel.
He encontrado respuestas de todo tipo. Desde quienes consideran que polémicas como estas nos perjudican a las mujeres hasta quienes creen que se están sacando las cosas de quicio. En la mayoría de las opiniones recogidas hay una coincidencia: el beso de la ciclista resta credibilidad a la prueba y la convierte en una carrera “muy cuqui”. Muchas se han intentado imaginar ese cartel para una prueba masculina con un ciclista lanzando un beso y se les ha hecho impensable. En ningún caso vería la luz un cartel así. Y no me quiero imaginar los comentarios de muchos de los que defienden la imagen retirada si el protagonista lanzase besos. Ellos no, ellos cierran los puños, levantan los brazos, salen con cara de esfuerzo…. Nosotras no, nosotras ponemos morritos.
Pues aquí va mi opinión: ese mismo cartel, el mismito, con la ciclista alzando los brazos, levantando el pulgar o señalando el cielo, que es lo que suelen hacer hombres y mujeres cuando cruzan una línea de meta, hubiera sido perfecto. Nada que objetar por mi parte y creo que no me equivoco si hablo en nombre de la mayoría de las mujeres.
He cruzado ya unas cuantas metas y os aseguro que las reacciones de hombres y mujeres antes de iniciar una carrera y al alcanzar la meta son muy parecidas. Antes te mueves nerviosa, se sonríe poco, te concentras y piensas en el reto que tienes por delante. Al terminar, lo común es levantar los brazos, abrazar a quien llega contigo le conozcas o no, cerrar los puños como diciendo “lo he hecho”, mirar hacia arriba… No, no he visto a nadie, ni hombre ni mujer, lanzar besos con esa cara de relax.
Se han hecho muchos estudios sobre la presencia de la mujer en el deporte y cómo se refleja en las publicaciones. La diferencia es enorme, pero lo más sangrante es la forma que tienen de contarse las noticias cuando se refieren a ellas y cuando son ellos los protagonistas. Si pincháis aquí encontrareis los datos en torno a estas diferencias.
Lo único que pedimos es ser tratadas de la misma manera y que nuestro trabajo, esfuerzo, entrenamiento, disciplina, voluntad y sacrificio se vea reflejado en algo tan simple como un cartel de igual forma que el de ellos. Cuesta mucho tiempo, sudor y empeño hacerse un hueco en el mundo del deporte como para que todo ese afán quede reducido a unos morritos.
Quede claro que doy un valor extraordinario a esta carrera por lo mucho que a lo largo de los años, ha hecho por el deporte femenino. Pero ha habido alguien muy torpe al diseñar y aprobar ese cartel que tanto daña la imagen femenina.
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