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viernes, 11 de octubre de 2013

Laboratorio de Ideas por la Paz

Desde Gara traemos a ustedes este recuento de lo ocurrido en la ciudad costera de Donostia en donde personas de varias latitudes se han reunido para hablar acerca de la paz:


El reconocimiento a todas las víctimas, la necesidad de diálogo «con el enemigo», la implicación ciudadana y el impulso de las instituciones locales son ideas que sobresalen en el arranque de la conferencia internacional. Alcaldes de Bildu, PSE y PNV muestran posiciones muy cercanas

Ramón Sola

La conferencia internacional de Donostia dedicó siete horas, en su primera jornada, a recoger aportaciones de todo el mundo con las que seguir avanzando hacia la paz y la solución en Euskal Herria. Implícitamente, la iniciativa reflejó la inquietud general, liderada por el Ayuntamiento de Donostia, ante un proceso que no adquiere la fluidez que se le intuía cuando hace dos años se firmó allí mismo la Declaración de Aiete, debido sobre todo al bloqueo estatal.

Dado que estos dos últimos meses la conferencia ha dado pie a todo tipo de interpretaciones y tergiversaciones, el acto institucional de arranque intentó acotar su misión. El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, la situó como una iniciativa «sincera y humilde» para «sacar lecciones». Ha dado el paso de convocarla desde la convicción de que no cabe «esperar a la macropolítica» y tampoco es «tiempo de brazos cruzados». Se trata, remarcó Izagirre, de «hablar, de compartir, de generar empatías» para que «no vuelva a ocurrir».

Minuto de silencio

Izagirre dio paso a un minuto de silencio tras recordar a todas las víctimas, las de ETA y las del Estado y la guerra sucia. Una decisión que fue aplaudida dentro de esta conferencia y que contrastó abiertamente con la carta de rechazo a la iniciativa firmada por ciertas víctimas de ETA, que se concentraron incluso a mediodía en Alderdi Eder. En esta protesta hubo políticos como Eneko Goia (PNV) que también estuvieron en la conferencia, junto a otros como Ernesto Gasco (PSE) que declinaron acudir a la cita por la paz y solo estuvieron en la contraria.

Monika Hernando, directora de Víctimas y Derechos Humanos de Lakua, compartió con Izagirre que los ayuntamientos son claves para promover tres cosas que ve imprescindibles: la clarificación del pasado, la normalización del presente y la conciliación futura.

Más incisivo fue Martin Garitano, diputado general de Gipuzkoa, que apostó por que este cónclave sirva para «debilitar» a quienes «han declarado la guerra a la paz». Y Vicente Zaragüeta, patrono de honor de la conferencia, con su habitual estilo vehemente pero a la vez tierno, reclamó «que nadie pretenda aprovecharse de la conferencia, que nadie eluda su responsabilidad y que nadie la descalifique apelando a las víctimas».

La conferencia sigue la estela de la de 2011 en Aiete, obviamente a un nivel menor y con pretensiones mucho más modestas. De paso confirma a Donostia como motor de la búsqueda de solución y paz, cuestión que apuntaron oradores como Matsui Kazumi, alcalde de Hiroshima, que intervino por videoconferencia; o Maírtín Ó Muilleoir, alcalde de Belfast.

De la bomba de Shankill a «Juego de Tronos»

Maírtín Ó Muilleoir, alcalde de Belfast, explicó el modo en que ha cambiado la capital del norte de Irlanda con un proceso de solución en el que otorga gran peso a la cuestión de las víctimas. El regidor de Sinn Féin admite que «hoy todavía se siguen presentando barreras que tenemos que sortear», pero destaca ejemplos como el de Alan McBride: «Nuestras ideas políticas son lejanas, pero me ha enseñado mucho más sobre paz y reconciliación que mil libros y conferencias». ¿Quién es McBride? Su mujer y su suegro murieron en uno de los atentados más trágicos del IRA, una bomba en una pescadería de la zona unionista de Belfast en 1993. Hoy día, la relación entre McBride y Ó Muilleoir es todo un símbolo de una nueva era.

Habló el alcalde de Belfast de una ciudad absolutamente transformada, en la que los otrora presos políticos ejercen de «constructores de paz». Detalló que «está creciendo, con oportunidades que nunca hubiéramos imaginado: una universidad nueva al norte de la ciudad, una industria cinematográfica pujante (en nuestra ciudad se rueda "Juego de Tronos''), el sector aeroespacial...»

Para Maírtín Ó Muilleoir, Donostia también tiene un gran potencial. La ve incluso como una gran referencia de paz para la comunidad internacional si sigue dando impulso a la solución del conflicto vasco. Con ese horizonte, animó a no desistir frente a los obstáculos, a apoyarse «en la inspiración de nuestros quince últimos años» y a «no esperar nuevos líderes; vosotros lo sois».







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