Los españolazos son muy curiosos, lo que aplica para ellos no aplica para los demás.
Y si encima el tema pasa por su día nacional, fecha en que muestran todo el orgullo que les causa el haber generado el mayor genocidio del que se tenga registro en la historia, pues el asunto se exacerba aún más.
Todo lo anterior queda retratado perfectamente en este texto de Gara:
Maite SoroaLos mismos que pretendieron hacer creer que las inmensas manifestaciones por la independencia de Catalunya de los dos últimos años han sido una birria porque hubo más catalanes y catalanas que no acudieron que los que sí lo hicieron, nos cuentan ahora que lo menos importante de la manifestación convocada para hoy en Barcelona por la unidad de España es cuánta gente acude. Varios medios coincidían en esa demostración, también inmensa, de dureza de cara.En «Libertaddigital», Cristina Losada se refería a la manifestación unionista del año pasado y decía que «Lo esencial y lo interesante del 12-O no era, sin embargo, el aspecto cuantitativo, como tampoco lo es este año, en que repiten fiesta en el mismo sitio a la misma hora. El 12-O no se hace para medir fuerzas». Así que no hace falta ni que hagan la manifestación.Eso mismo venía a decir «Abc» en su editorial: «La mera convocatoria de una manifestación por la unidad de España en Barcelona, para mañana, día de la Fiesta Nacional, representa un éxito de voluntad y determinación por parte de la plataforma organizadora». Y redondeaba la melonada con otra mayor que dejaba al descubierto su confianza en el «éxito» de la manifestación: «En cualquier otro punto de la geografía nacional, el éxito del acto estaría condicionado al número de asistentes, pero los convocantes de esta manifestación han lanzado su iniciativa con todo en contra: la hegemonía nacionalista en los medios de comunicación, la presión del frente separatista y la autocensura de amplios sectores sociales». Y después pedía al Gobierno español que respalde «públicamente a aquellos con los que comparte el objetivo de una España unida».En el mismo diario, Jaime González escribía apenado por el motivo de la manifestación: porque quienes acudan «consideran real la amenaza de una ruptura nacional y, sobre todo, porque cada día que pasa se sienten más amenazados en Cataluña por quienes quieren independizarse de España». No más amenazados que lo que se pueden sentir las y los independentistas por quienes niegan el derecho a decidir de catalanas y catalanes.Y en «La Gaceta», Rafael López-Diéguez convocaba a la manifestación y exponía los motivos por los que acudirá: «Me niego a dejar a la deriva a los magníficos españoles de Cataluña». Que son los únicos que cuentan y, al parecer, representan la voluntad de todas y todos los catalanes. Anda ya.
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