Han sido cuatro años dantescos para los vecinos de Altsasu. Años en los que la virulencia de Madrid ha dejado en claro que lo de la violencia no cesará por mucho que ETA haya culminado ya su desarme y su desmovilización. Años que nos muestran que el 'todo es ETA' todavía es válido si descarrilar la vida de los militantes independentistas vascos se trata.
Lean lo que Naiz nos reporta con respecto al caso:
Cuatro años después, los encausados comienzan a recuperar sus vidas en Altsasu
Este jueves se cumplen cuatro años de la trifulca que llevó a siete jóvenes de Altsasu a prisión. Cinco de ellos ya se encuentran en la localidad de Sakana, recuperando todo aquello que quedó paralizado tras ser encarcelados. Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea esperan en la prisión de Zaballa una progresión de grado para poder volver a casa.
Aitor AgirrezabalEl 15 de octubre de 2016, hoy hace justo cuatro años, comenzó a cambiar la vida en Altsasu. Una escueta nota informaba de una trifulca nocturna en la que se habían visto implicados dos guardias civiles y tras la que la Policía Foral había detenido a dos personas. Aquello daba inicio a un largo recorrido judicial y un auténtico escándalo social.
En pocas horas el pueblo de Sakana se convirtió en un plató de televisión, el entonces presidente español Mariano Rajoy tuiteó «no habrá impunidad» y Covite hizo acto de presencia, llevando el caso a la Audiencia Nacional. Tras ello, peticiones fiscales de 375 años, cárcel, dispersión y condenas de entre dos y trece años.
Hoy, cuatro años después, los ocho encausados comienzan a recuperar, poco a poco, sus vidas. Con una experiencia vital que hace ya imposible que sea la misma que tenían en otoño de 2016. Ainara Urkijo no tuvo que ingresar en la cárcel, pero el resto (Iñaki Abad, Aratz Urrizola, Adur Ramirez de Alda, Jokin Unamuno, Oihan Arnanz, Julen Goikoetxea y Jon Ander Cob) han tenido un largo periplo por distintas prisiones del Estado español. A día de hoy, todos han podido volver a Altsasu, pero solo de forma puntual en el caso de dos de ellos.
Los primeros fueron Abad y Urrizola, que recibieron el tercer grado y salieron de la prisión de Zaballa el 20 de diciembre de 2019 tras 598 días encarcelados. El mismo camino desde la prisión alavesa hasta Altsasu recorrieron Unamuno, Ramirez de Alda y Arnanz el 3 de julio, tras 1.328 jornadas en prisión.
Desde entonces, los cinco tratan de recuperar su vida en las calles de su pueblo, con una pulsera anudada al tobillo, regresando a sus puestos de trabajo o volviendo a cursar unos estudios que quedaron en stand by tras la redada de noviembre de 2016. Y, sobre todo, convencidos de que si han podido volver a casa es gracias al movimiento que se articuló en la localidad, la socialización del caso y la solidaridad y movilización que provocó tanto en Euskal Herria como en muchos puntos del Estado.
A pesar de hacerlo en casa, todavía siguen cumpliendo condena con restricciones de movilidad. Con la previsión actual Abad cumplirá su condena en octubre de 2021, Urrizola en junio de 2022 y Ramirez de Alda, Unamuno y Arnanz en mayo de 2024.
Goikoetxea y Cob, peleando el tercer grado
Por contra, dos de los jóvenes todavía siguen en la prisión de Zaballa. Julen Goikoetxea y Jon Ander Cob han podido pisar Altsasu con sendos permisos penitenciarios, pero tras ellos han tenido que regresar a la cárcel.
Ambos se encuentran en segundo grado, a la espera de una eventual progresión que les permita seguir los pasos del resto de encausados y regresar a casa. Su condena termina en octubre de 2025 y ya suman 898 días entre rejas.
°
No hay comentarios.:
Publicar un comentario