Dos buenas noticias para Euskal Herria:
a) La extrema derecha se queda sin representantes en la CAV. El voto se ha diluido entre el PNV, Ciudadanos, el PP y Vox. Como resultado, las tres formaciones españolistas se quedan sin representación.
b) La mendaz campaña por la abstención comandada por ATA y sus grupos satélites no ha tenido respuesta sino mas bien al contrario, más gente ha salido a votar, lo cual se ha materializado en un pequeño repunte para EH Bildu en la CAV.
Aquí los resultados según nos informa Público:
La fragmentación del voto en la derecha penaliza a la formación de Casado y el repunte de la participación da aire al PNV, que salve vencedor con seis escaños y revitaliza a los socialistas, que llegan a los cuatro. Podemos pierde dos diputados y empata a cuatro EH Bildu, que gana uno y podría sumar otro en Navarra, muy disputado por el PSOE.El varapalo ha sido mayúsculo para el Partido Popular en toda España, pero especialmente en Euskadi, donde se queda sin ninguno de los dos escaños que había logrado en 2016. El declive de los conservadores en el País Vasco viene de lejos, pero la coyuntura actual, con el auge de Vox y la consolidación de Ciudadanos ha fragmentado tanto el voto de la derecha que no se ha podido valer de la alta participación, que ha llegado al 74,5%, casi diez puntos más que en 2016.Sin dudas ha sido el PNV el gran vencedor de esta noche electoral con más de 366.000 votos, más del 31%, y llevará a Madrid seis diputados, con Aitor Esteban a la cabeza. Son casi 100.000 votos más que en el los pasados comicios, cuando obtuvieron cinco diputados y 287.000 votos. Si Sánchez, con una holgada mayoría y protagonista de la gran remontada de un PSOE que hace dos años casi hacía aguas, decide mantener distancias con Ciudadanos, puede encontrar en los nacionalistas vascos el mismo apoyo que obtuvo de ellos durante la moción de censura que echó a Mariano Rajoy y al PP de La Moncloa.El batacazo del PP no puede haber sorprendido. Ya lo advirtió su vicesecretario de Organización, Javier Maroto, candidato al Congreso por Álava, quien en sus intervenciones públicas y en debates televisados pedía —casi rogaba— a los votantes conservadores que no dividieran fuerzas ante las expectativas generadas por Vox y la beligerancia de Albert Rivera. Pero sus plegarias han caído en saco roto. Su partido ha caído alrededor de un 4% y no ha llegado no a los 90.000, apenas un 7,4%. Maroto no ha logrado su escaño, que cae en manos del candidato de EH Bildu, Ruiz de Pinedo. Mientras, Vox ha pasado de menos de mil sufragios (0,08%) a más del 2%, superando los 25.000 votos. Un avance que no les ha servido para nada. Ciudadanos, que tampoco ha obtenido representación en Euskadi, se ha quedado por debajo de los 40.000 que cosechó en 2016.Además del PNV, ha sido el PSE el más beneficiado del aumento de la participación. Los socialistas vascos han rozado el 20% con más de 240.000 votos, lo que les ha valido sumar un escaño más a la bancada de Pedro Sánchez en el Congreso. En total, cuatro escaños que, sin duda, beben de la caída de Podemos en Euskadi. Los de Pablo Iglesias han perdido más de 100.000 votos y se han quedado en poco más de 210.000 (17%), lo que se traduce que la pérdida de dos escaños, de seis a cuatro.También ha sido una noche de celebración en el cuartel general de EH Bildu, que ha aumentado un escaño y 50.000 votos. La formación de Arnaldo Otegi ha obtenido un 16,5%, tres puntos más que en 2016, e irán a Madrid a prometer sus cuatro escaños "por imperativo legal", al que están cerca de sumar otro más en Navarra.
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