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sábado, 27 de abril de 2019

Infancia y No Violencia Educativa

Interrumpimos nuestra programación habitual para compartirles esta información generada en gara y que creemos de especial importancia:


«Pegar a un adulto es una agresión. Pegar a un animal es un acto de crueldad. Pegar a un niño ¿es educación?». La impactante frase del fundador del Observatorio de la Violencia Educativa Ordinaria (OVEO) plantea con nitidez la cuestión del maltrato infantil.

Arantxa Manterola

El maltrato al que se somete a niños y adolescentes es una cuestión todavía muy presente, aunque al mismo tiempo bastante invisible, en nuestra sociedad. Las cifras en el Estado francés, según recoge la asociación OVEO creada en 2005, entre otros por Olivier Mauler, son espeluznantes: dos niños mueren al día a causa de los malos tratos producidos en el ámbito familiar.,

Son los casos más lacerantes y extremos que llevan a minimizar otras violencias ejercidas con «normalidad» contra los menores. Craso error según explica Charlotte Limodin que trabaja en Ipar Euskal Herria como asesora parental: «La gente no hace el vínculo entre estos casos extremos y la raíz. En realidad, esta cuestión empieza por el azote o el cachete de castigo» dice, tras constatar que no se tiene conciencia de esta violencia de baja intensidad cuya práctica sigue muy presente aunque va disminuyendo.

Además, parece un problema menor. «De hecho, es habitual escuchar frases como ‘una buena torta a tiempo…’, ‘menos mal que mis padres me pusieron límites’ o ‘tampoco me he muerto por eso’. Es algo que está muy anclado en nuestra cultura», afirma si bien, por su experiencia, considera que en el Estado francés tiene su especificidad: «He vivido en diferentes países (Bélgica, España, Marruecos, Francia) pero aquí [Estado francés] creo que hay una concepción de base diferente. «Existe la creencia de que el niño tiene pulsiones malas por naturaleza, que hay que adiestrarlo, que si lo dejas suelto vete a saber cómo sale… justo al revés de todo lo que actualmente la neurociencia nos está demostrando, es decir, que el niño nace empático. Esta visión un tanto malévola del niño es algo bastante típico en Francia», manifiesta tras aclarar que es «una hipótesis». En su opinión, ese enfoque incorrecto respecto al niño explicaría «el importante retraso en abordar ciertas problemáticas, como el autismo por ejemplo, que existe en Francia».

Niño educado versus niño rey

Limodin admite que los niños franceses tienen fama de ser niños educados, «pero es una educación externa», subraya. «Por ejemplo, en España se le dice al niño que sea bueno. En Francia el niño tiene que ser sage (sensato). No puede moverse, no puede gritar o alborotar…. ¿Cómo puede ser un niño sensato o juicioso cuando igual los adultos no llegamos nunca a serlo?», se pregunta. En contraposición, la actitud bastante generalizada en el Estado español de darles todo, tampoco atiende a las necesidades reales del niño. «Cuando se le niega una golosina por ejemplo, para no frustrarle, se le manipula o entretiene con otra cosa para desviar su deseo o se le promete que se le comprará alguna otra cosa o se le llevará a no sé dónde más tarde pero no se escucha lo que el bebé, el niño o el adolescente necesita», asegura.

Por lo que avanza esta exprofesora de secundaria reconvertida hace algunos años a asesora-consultante parental, es obvio que son las madres y padres quienes no saben muy bien cómo abordar ciertas situaciones cuasi cotidianas. A la inversa de lo que suele ocurrir en los casos de adopciones en los que para ser autorizados a adoptar, se analiza la estabilidad sicológica de los padres, sus recursos, la casa en la que viven, sus razones para querer tener hijos, etc. a la mayoría de los que van a ser padres-madres ni se les pregunta, ni se les requiere ninguna aptitud previa. «Es como si se les dijera, ya os apañareis, como si educar a los hijos fuese algo innato. Antes, por el tipo de familia, no estaban tan solos, había una transmisión más directa, sobre todo entre abuela y madre, pero ahora es complicado para los padres. Hay que ir con cuidado con actitudes intrusivas para que no se sientan juzgados pero al mismo tiempo se les deja solos», añade.

Limodin considera que el tema de las escuelas para padres-madres está más desarrollado en Hego Euskal Herria, que existen más estructuras para ellos, para la prevención de problemas infantiles. «Está más asumido que los padres puedan necesitar ayuda e información».

La red en la que ella trabaja –Parentalité Créative– está compuesta por unas 70 profesionales. La creó Catherine Dumonteil Kremen hace unos veinte años. «Nuestro trabajo consiste en acompañar, ayudar y apoyar a los padres en su labor de educar a sus hijos desde que son bebés hasta la adolescencia. Intentamos no decirles lo que tienen que hacer sino darles confianza en ellos mismos porque lo cierto es que, por muchos libros e información que haya, están sometidos a una gran presión. Hay que hacer que se sientan responsables, no culpables». También ofrecen sus servicios a asociaciones y estructuras relacionadas con la familia y organizan talleres, conferencias, jornadas como la que tendrá lugar el sábado en el marco de la 16ª Jornada Nacional de la No-violencia Educativa en Francia (ver programa en despiece).

En esta edición se centrarán especialmente en el modelo de Suecia, «un país en el que hace no tantos años se funcionaba como aquí», precisa la asesora. En 1979 se plantearon la cuestión como un reto nacional y ahora es impensable que ningún niño pueda recibir un cachete. Es más, las generaciones actuales de niños no saben ni lo que es. A este respecto Limodin destaca el film-documental de Marion Cuerq y Elsa Moley ‘Même qu’on naît imbattables’ que se proyectará en el cine Itsas Mendi de Urruña donde se muestra el recorrido ejemplar realizado por el país nórdico, pionero en prohibir cualquier tipo de violencia física hacia un ser humano, tenga la edad que tenga. Lo hizo 115 años después de abolir el derecho de corrección de un marido hacia su mujer y 21 años después de suprimir el derecho de los maestros a pegar a los estudiantes.

Una ley necesaria

En la actualidad existen 54 países donde se ha adecuado la ley en ese sentido «aunque quede mucho por hacer» en los mismos. El Estado francés todavía no forma parte de ellos. Hubo un intento de integrar la prohibición hace dos años pero fue rechazada por el Consejo Constitucional al considerar que no podía ser integrada en el marco de la ley sobre Igualdad como se hizo.

Ahora hay un nuevo intento en curso. En marzo el Senado aprobó en primera lectura la inclusión de un artículo que dice «La autoridad parental se ejerce sin violencias físicas o sicológicas». Actualmente se encuentra en trámite parlamentario en la Asamblea Nacional. Sin embargo, para Limodin y para muchas asociaciones que trabajan en ese ámbito, «no es suficiente». «No buscamos específicamente una ley penal sino más bien civil. Algo que permita tomar conciencia del problema, que esté encaminada a informar, formar, acompañar a padres, tutores y profesionales de ese ámbito. Que ponga medios para ello y que implique a toda la sociedad», recalca.

De hecho, ese anexo no cumple con los criterios establecidos por “Globale Initiative” en tal sentido. Son tres. El primero que prohíba expresamente cualquier castigo corporal; el segundo que quede abolido el derecho de corrección (que no existe ya ni para militares, ni empleados, ni presos, ni empleados pero que sigue en vigor para los niños); por último, abolir las violencias ordinarias en todos los contextos de la vida del niño, incluido el familiar y la escuela (en la escuela ya no se puede pegar pero la violencia ordinaria que vive el niño –competición, humillación, castigos, discriminación– continúa produciéndose).

La asesora es consciente de que una ley no cambia las cosas per se, de que las mentalidades y modos de actuar tardan en evolucionar pero cree que se ha emprendido ya ese camino. «Parece que está lejos pero al mismo tiempo… con una ley bien detallada, con los medios para llevar a buen término el objetivo (servicios de atención y consulta, programas de concienciación e información), implicación de los diferentes agentes (escuelas, asociaciones, policía, profesionales de la salud…) con la progresiva toma de conciencia… pronto se puede llegar a que sea lo normal, la norma. Esta forma de educar no puede ser considerada como algo alternativo sino como la norma, como el parar cuando se ve una señal de Stop. Todos tienen que entender que lo bueno para que un ser humano crezca y se desarrolle bien es esta, la de respetarlo, porque la violencia nunca pueda ser educativa».

Jornadas de la «no violencia educativa» en Urruña y Baiona

Este año la Jornada de la No-Violencia Educativa se declina en dos lugares en Ipar Euskal Herria. En el programa de Urruña, organizado por la red Parentalité Créative, el primer acto tendrá lugar el domingo, 28, a partir de las 10.00 en Lokala de Zokoa. Durante toda la jornada habrá conferencias, talleres y encuentros con padres y profesionales sobre las alternativas a la violencia. El 30 de abril, habrá dos proyecciones del documental «Même qu’on naît imbattables» en el cine Itsas Mendi de Urruña. Las familias con niños mayores de 8 años están especialmente invitadas a la de las 10.30. Más información en www.los-caminos-de-sharlotte.jimdosite.com. En Baiona es la asociación L’arbre à signes quien ha preparado el programa. El martes, 30, a las 20.00 habrá una proyección de un documental seguido de una conferencia a cargo del Dr. Hervé Capdevielle y de un debate en el Café des Augustins. En el mismo se plantearán recursos encaminados a «enriquecer una educación respetuosa de las necesidades del niño». Y el jueves, 2 de mayo, en la explanada de Jouandin, han preparado una sesión abierta de lectura y de intercambio de experiencias en torno a la violencia transmitida.






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