Si si, ya sabemos que es un gran héroe, que enfrentó a Pinochet, que enfrentó a ETA y a su entorno y al umbral del entorno porque "todo es ETA" y que ahora lo defenestran por enfrentar al espíritu de Francisco Franco.
Pero en este blog nos hemos dedicado a denunciar al verdadero Garzón y aunque hubiésemos preferido un juicio en La Haya por promover y encubrir la tortura, nos conformamos con su inhabilitación por querer jugarle al 007 y no pasar de Agente 86.
Aquí les presentamos este texto publicado en la página de Kaos en la Red, con voces contra Garzón desde Catalunya:
Conocimos al juez Garzón el julio del 1992, justo antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Éramos una treintena de personas vinculadas a organizaciones independentistas. Nos trajeron ante él tras haber pasado cinco días incomunicados en la Dirección general de la Guardia Civil, dónde fuimos objeto de múltiples torturas y maltratos. Pese a las lesiones visibles que muchos de nosotros teníamos y nuestra denuncia durante la declaración, este juez no se inmutó y continuó instruyendo, como si aquello no tuviera nada a ver con él.
Pasaron doce años para que el Tribunal Internacional de Estrasburgo (DDHH) condenara el estado español por no haber investigado las denuncias de tortura, pese a que había suficientes indicios para hacerlo. El primer juez que desestimó las denuncias fue el juez Garzón. Él prevaricó cuando instruyó causas con declaraciones obtenidas bajo tortura.
Paradójicamente, ahora el juez prueba algo de su medecina —y no es ninguna frase hecha. El juez Garzón fue magistrado de un tribunal especial, heredero del franquismo, y todavía no ha sido juzgado por su responsabilidad en el centenar largo de denuncias por tortura de personas detenidas por orden suya durante su carrera en aquel tribunal heredero del TOP. Desde la Audiencia Nacional aplicaba leyes especiales denunciadas por todas las organizaciones de defensa de los derechos humanos, como por ejemplo las leyes de incomunicación policiaca, que facilitan la práctica de la tortura.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar la causa de fondo que explica la persistencia del franquismo en los tribunales y en las leyes —como por ejemplo la constitución del 78— que hacen posible esta contradicción del actual sistema judicial: el pacto político de ’la transición’ con el franquismo, pacto, subrayémoslo, que, lejos de haber sido revisado durante estos decenios en una dirección democratitzadora, tiende a posiciones antidemocráticas en aspectos esenciales.
La asunción de algunas posiciones franquistas por algunas fuerzas llmadas democráticas, como por ejemplo, la impunidad de la represión franquista y la prohibición del derecho democrático de autodeterminación de catalanes y vascos, solamente ha causado sufrimiento y frustración en muchos sectores de la población. Nosotros damos pleno apoyo a los familiares que piden que los represores franquistas sean juzgados, pero no podemos hacer abstracción de la represión que sufrimos hoy como ciudadanos y como pueblo. Garzón ahora es víctima de la maquinaria jurídica de la cual formaba parte, pero en muchos aspectos continúa adherido a aquella maquinaria judicial y represora pactada con el franquismo, y constantemente reforzada por el PSOE y el PP.
Ramon Piqué
Marcel Dalmau | Associació Memòria Contra la Tortura (www.proutortura.net)
Traducció: Manel
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