En Madrid no se han dado por enterados que Catalunya ya es una nación independiente y que se encuentra ahora en el proceso de obtener el reconocimiento de otras naciones. Por lo anterior, una de las instituciones utilizadas por el monarca borbónico bananero Felipín para engañar a la comunidad internacional con la ilusión de que rige los destinos de un estado democrático ha dictaminado que anula la declaración de independencia de un país sobre el que ya no tiene ninguna potestad.
Para que entiendan mejor nuestros lectores en América Latina, lo que acaba de hacer el Tribunal Constitucional borbónico franquista es tan improcedente como improcedente sería que procediera a revocar la declaración de independencia de la Nueva España (México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y hasta partes de los EUA), de Nueva Granada (Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador), de Perú (Perú, Chile) y de Río de la Plata (Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia). O la de Cuba y Las Filipinas más recientemente.
Pero bueno, qué se puede esperar de los españoles.
Aquí les dejamos con la nota al respecto publicada por Naiz:
El Tribunal Constitucional ha anulado la declaración de independencia aprobada por el Parlament el 27 de octubre y ha denunciado por desobediencia a la presidenta, Carme Forcadell, y a los miembros de la Mesa. También ha anulado la ley de transitoriedad.El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha acordado de forma unánime declarar nulos los acuerdos por los que el Parlament catalán declaró la independencia el 27 de octubre, que ya había suspendido el día 31.El pleno del TC ha decidido, además, instar a la Fiscalía a que se querelle por desobediencia a sus sentencias contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los miembros de la Mesa Ana Simó y José María Espejo, tal y como pedía el incidente presentado por el Gobierno español, por haber desatendido sus advertencias de forma «contumaz».En su sentencia, el TC afirma que la declaración del Parlament supuso un «grave atentado contra el Estado de derecho», que en España no puede desvincularse de «la primacía incondicional de la Constitución». Así, señala que la actuación del Parlament «contradice frontalmente» las decisiones del propio TC.Además, el alto tribunal ha anulado también definitivamente la ley de transitoriedad catalana, que también había sido suspendida provisionalmente, al entender que contraría «de modo explícito, principios esenciales e indisociables de nuestro ordenamiento constitucional».Es contraria, añade, a «la soberanía nacional, residenciada en el pueblo español, la unidad misma de la Nación constituida en Estado social y democrático de derecho y la propia supremacía de la Constitución, a la que están sujetos todos los poderes públicos y también, por tanto, el Parlamento de Cataluña».Deja sin efecto las multasPor otro lado, el tribunal ha dejado sin efecto la imposición de la multas de 12.000 euros diarios al número dos de Oriol Junqueras en la Consejería de Economía, Josep María Jové como responsable electoral del 1-O, ya que no llegó a ejercer. Se anula por la misma razón la multa de 6.000 euros diarios que se impuso a Montserrat Vidal y Roca, igualmente responsable de este asunto.
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