¿En qué democracia del mundo una institución acusada de tortura condecora al juez que le va a juzgar?
Lo adivinó usted, en el Santo y Uno Reino Borbónico Franquista de Españistán.
Y para mayor inri, la condecoración se da el Día de la Hispanidad, cuando los españistaníes celebran por todo lo alto el exterminio de millones de personas en cuatro continentes y el posterior saqueo de los terriotorios arrebatados manos militares, siendo que la persona víctima de la tortura institucinal era una joven perteneciente a una de las naciones sometidas hace 500 años y que hoy busca recuperar su soberanía: Euskal Herria.
Qué casualidad tan casual.
Les invitamos pues a leer este interesante artículo publicado en Gara:
El Día de la Hispanidad de 2016, la Guardia Civil condecoró con la Cruz de la Órden del Mérito (distintivo blanco) al juez Alfonso González Guija, según acaba de admitir el Gobierno Rajoy al senador de EH Bildu Jon Iñarritu. Para entonces ya sabía que era uno de los tres jueces del tribunal que iba a juzgar a cuatro agentes por torturas a Sandra Barrenetxea. Salieron absueltos. El galardón citado premia «la colaboración espontánea y generosa» con la GC.Ramón SolaUno de los tres jueces que el pasado 6 de abril absolvieron a cuatro guardias civiles de torturar a Sandra Barrenetxea había sido condecorado por el instituto armado apenas seis meses antes, en concreto el Día de la Hispanidad de 2016.El dato ha sido aportado por el Gobierno español a raíz de una pregunta en el Senado de Jon Iñarritu (EH Bildu) y acrecienta las dudas sobre este fallo judicial, que negó toda credibilidad a la joven vasca detenida. Durante el juicio, Barrenetxea no solo dio múltiples detalles de los maltratos sufridos (desde golpes a «la bolsa» o vejaciones sexuales), sino que identificó a tres de los cuatro acusados sentados en el banquillo.Sin embargo, en la sentencia el tribunal de la Audiencia de Bizkaia integrado por Reyes Goenaga, Alfonso González Guija y Juan Manuel Irureta dijo que algunos actos descritos eran «inverosímiles» y argumentó entre otras cosas que si Barrenetxea hubiera sido desnudada en el coche policial durante el traslado desde Bilbo a Madrid, como ella sostuvo, algún camionero lo hubiese visto desde arriba y hubiera avisado a Emergencias.La noticia ahora es que uno de aquellos tres magistrados, Alfonso González Guija, había sido condecorado por la propia Guardia Civil apenas cinco meses antes de la celebración de este juicio, primero que se realizaba en Euskal Herria por torturas a detenidos políticos desde el año 2010. Para entonces ya se conocía que iba a integrar el tribunal, dado que era su sala la que llevaba el caso. Pese a ello, al parecer ni la Guardia Civil vio inadecuado condecorarle ni el juez se planteó rechazarlo.Premio a quienes ayudanLa confirmación la ha hecho el Gobierno español ante una pregunta del senador de EH Bildu Jon Iñarritu. Y ahí añade incluso cuál es la justificación, muy significativa, de este tipo de Cruces de la Orden de Mérito: «Premiar la conducta de aquellas personas que, sin pertenecer a esta institución, colaboran espontánea y generosamente al mejor y más completo logro de las misiones que a la Guardia Civil le han sido confiadas».Ponente y exdecanoGonzález Guija fue anteriormente juez decano de Bilbo durante un largo periodo: de 2002 a 2014. Y en esta vista oral ejerció como ponente; es decir, encargado de redactar la sentencia entre la terna de magistrados.Para llegar a la absolución, la sentencia tuvo que cuestionar incluso el Protocolo de Estambul de la ONU, dado que el testimonio de Barrenetxea era uno de los que había sido testado con esos criterios y catalogado como totalmente creíble.La acusación particular había reclamado nueve años de cárcel para los agentes, mientras la Fiscalía se alineó con la defensa en la demanda de absolución.Si el galardón ahora conocido hubiera trascendido en su momento, es muy posible que el juez hubiera sido recusado por la acusación.Un coronel condenado por tortura, interpelado por Oskar MatuteLa comisión de investigación abierta en el Congreso sobre la financiación ilegal del PP dio pie ayer a un tenso careo entre el diputado de EH Bildu Oskar Matute y el jefe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí, que comparecía en la misma. No aportó datos sobre corrupción y tampoco sobre tortura, tema sobre el que le interpeló Matute. Y es que Sánchez Corbí fue condenado en 1997 a cárcel e inhabilitación por torturas al detenido vasco Kepa Urra en 1992, pero el Gobierno Aznar lo indultó y mantuvo en el cuerpo.Recientemente, este alto mando de la UCO ha publicado un libro titulado ‘‘Sangre, sudor y paz’’ junto al periodista Gonzalo Araluce y al escritor Lorenzo Silva, y en las presentaciones ha aludido a «miles de aciertos y algún error» en la lucha contra ETA. Aferrándose a ello, Matute le preguntó «cómo casa eso con el informe del Gobierno Vasco que señala que ha habido miles de torturados en el País Vasco por las FSE. ¿Algún error, en singular?», cuestionó.Ante esta demanda de explicaciones, Sánchez Corbí se escudó en que la tortura «no es objeto de esta comisión» y contratacó retando a Matute a que «cuando quiera, usted y yo debatamos de nuestras actividades pasadas». El diputado de EH Bildu le respondió: «Las mías son públicas, no tengo ningún problema». Y le recordó su condena por torturas y el posterior indulto gubernamental.
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