Las muestras de solidaridad por parte de los habitantes de las distintas naciones atrapadas en la cárcel-estado borbonico franquista no han tardado en mostrar su solidaridad, lo mismo Galiza que Euskal Herria o Andalucía. Con mencionar que incluso desde el ámbito italiano se ha hecho patente la solidaridad de Cerdeña.
Pues bien, la otra Castilla no se ha quedado atrás, como nos muestra esta información publicada por Kaos en la Red:
La Castilla comunera con la Cataluña republicana
Estamos viviendo los momentos, políticamente hablando, más importantes de la transición. Se ha entrado en la fase de la ofensiva democrática republicana contra el Régimen neofranquista del 78.
Izquierda Castellana
Entre la base social de la derecha más rancia española en Castilla, no es infrecuente oír el comentario de: “lo malo de Cataluña es que está llena de catalanes”. En esa sintética frase se expresa toda una concepción ideológico-política sobre la cuestión catalana por parte del españolismo, que ahora comprueba que Cataluña no sólo esta llena de catalanes y catalanas, sino que ést@s están dispuest@s a defender hasta las últimas consecuencias su dignidad como Pueblo.
Entre los sectores progresistas en Castilla, la visión de Cataluña y de los catalanes y catalanas es muy diferente; les consideramos un Pueblo con una fuerte identidad propia (una nación), con afinidad por el progreso con una especial querencia republicana.
Estos días, estas semanas, estamos comprobando de nuevo la actuación de esa doble visión.
El Estado español, utilizando todos sus recursos represivos estructurales y las posibilidades que les da el Régimen neofranquista del 78, ha impuesto de facto el estado de excepción (eso sí que es un golpe de estado) que se irá profundizando y extendiendo por otros territorios en la medida que lo consideren necesario. El discurso político, por llamarle de alguna manera, que acompaña a esa ofensiva represiva es más que patético, pero aún así lo repiten y lo replican a través de sus terminales mediáticas. El caso de El País es ya de salud mental; nos imaginamos que lo hacen al menos para convencerse a sí mismos y a su parroquia de hooligans, que la tienen.
Simultáneamente, la Castilla progresista, en la que se enmarca la Castilla comunera, está en la primera línea de la expresión de la solidaridad con la Cataluña democrática y republicana. Dentro de esa Castilla está Madrid a la cabeza, en cuya puerta del Sol, la Plaza más emblemática de nuestro Pueblo, miles de personas una vez más salieron a denunciar al fascismo español y su nuevo Golpe de Estado.
En la gran guerra antifascista que los Pueblos del Estado libraron contra la alianza político–militar del fascismo español con el fascismo europeo, la solidaridad entre Cataluña y Castilla, entre Madrid y Barcelona, estuvo muy viva; este sentimiento sigue muy vivo ahora mismo.
Estamos viviendo los momentos, políticamente hablando, más importantes de la transición. Se ha entrado en la fase de la ofensiva democrática republicana contra el Régimen neofranquista del 78. Ellos lo saben y por ello se están defendiendo con uñas y dientes. Nosotr@s también y por ello mantendremos e intensificaremos la movilización popular hasta la victoria. Esta fase no va a concluir el día 1 de octubre, pero lo que ocurra hasta esa fecha va a ser determinante en el cómo la lucha continúe a partir de ahí y para reforzar las expectativas de victoria. Adelante con la lucha. Venceremos.
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