Ya tenemos un buen pretexto para visitar Euskal Herria, probar la Salsa Bastarda.
De verdad, miren, lean esta nota publicada en la página Emprendedores:
Salsa Bastarda está creada con una receta marinera de balleneros vascos que intentaban eludir el escorbuto macerando vegetales en sidra malograda y cayena.Javier EscuderoApasionados del picante, Sergio Vallejo y Carlos Polo decidieron, ante la falta de oferta de salsas picantes en el mercado, elaborar una salsa innovadora rescatando antiguas recetas. Salsa Bastarda está creada a partir de una receta marinera de los balleneros vascos que intentaban eludir el escorbuto macerando vegetales en sidra malograda (vinagre de manzana) y cayena (para enmascarar el sabor de vegetales en mal estado).“Hicimos pruebas hasta que finalmente dimos con una receta que nos gustaba. Antes de lanzarnos al negocio hicimos un test de mercado. Creamos una página web (Salsabastarda.com), que era como la actual sólo que no tenía un botón de comprar sino uno de ‘reservar’, e invertimos 50 euros de publicidad en Facebook, para que apareciera un anuncio a los seguidores de Karlos Arguiñano. Este fue el anuncio original. En un día hubo 100 pedidos. Facturamos 1.000 euros en reservas. A partir de este momento, vimos que el asunto iba en serio. Constituimos la sociedad y encargamos la producción de los primeros lotes de salsa a una conservera”, recuerda Polo.
Producto innovadorSus creadores consideran que el negocio es bastante tradicional en términos de producción y distribución, “pero es más innovador en presentación de producto, tipo de envases (petacas de ron marineras), y, sobre todo, es innovador por intentar explotar una demanda que estaba dormida: el consumo de picante. Algo que, tradicionalmente, era habitual como la comida picante en las recetas tradicionales de caracoles, callos, estofados, etc., casi había desaparecido, reduciendo la oferta a un par de salsas picantes en los supermercados”, afirma Vallejo.Cuando entregamos los 100 primeros pedidos, muchos los llevaron ellos en mano. “Queríamos conocer –señala Polo– qué perfil tenían nuestros clientes. Y vimos que muchos se sorprendían al ver que la Salsa Bastarda era verde. Esperaban que fuera roja. Y nos preguntaban, entre otras cosas, ¿cómo se maridaba? Enseguida nos dimos cuenta de que teníamos que lanzar también una salsa roja. Ahora, tenemos los dos sabores y se vende un 50% más de salsa roja que verde”.Polo agradece la ayuda que recibieron de Cedemi (ahora BIC Bizkaia Ezkerraldea), Inguralde Barakaldo (empresa pública del Ayuntamiento de Barakaldo) y BEAZ Bizkaia (sociedad pública de la Diputación Foral de Bizkaia) en el proceso de lanzamiento, porque “la producción nos requería hacer tiradas muy grandes que no sabíamos si podíamos vender. Entonces, nos tocó negociar duro y conseguir que los fabricantes nos hicieran lotes más pequeños”.
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