Hace apenas unos meses encuestas, barómetros, augures y demás pronosticaban un éxito arrollador de Podemos en Euskal Herria, colocándolo el primer o segundo lugar en dura disputa con el PNV y relegando a la izquierda abertzale al tercer o cuarto lugar.
Esa era la misión de los medios de comunicación afines a la corona borbónico-franquista, crear una ilusión óptica que desmotivara al electorado vasco. Al no asistir a las urnas, los beneficiados serían los partidos españolistas (PP, UPN, PSOE, UPyD o el mismo Podemos).
Pues bien, parece que las cosas han cambiado, lean este análisis publicado en Noticias de Gipuzkoa:
A la vista de que se le vislumbra un éxito arrollador en España, la fase de euforia en territorio vasco se verá muy matizada, puesto que le ha hecho tomar una actitud ambigua sobre el “contencioso vasco”, pues es evidente que en el resto del Estado, quien defienda la identidad de los vascos como pueblo diferenciado tiene pocas probabilidades de triunfar, ya que el nacionalismo español rechaza visceralmente al nacionalismo vasco y catalán. En la fase inicial del proyecto llena de esperanza y sinceros deseos de potenciar la justicia social y la igualdad, las adhesiones de la población fueron masivas, pero el transcurso de los acontecimientos han apagado mucho los ánimos entre los sectores nacionalistas vascos que temieron perder el apoyo popular para entregarlo a Podemos.
Está claro que no afectará apenas al PNV, dada la habitual fidelidad de los votantes a su partido. Bildu pudo temer que, en función de las ofertas de corte social de Podemos, algunos de sus votantes se decantaran por el nuevo partido. Pero si la ambigüedad en el tratamiento del caso vasco tiene que pasar por el filtro de la reacción del resto de España, donde Podemos tiene el caladero natural, mientras que aquí lo tiene en el aire y se decanta por “dejarlo para el futuro”, tal como ahora manifiestan sus líderes, seguramente las dudas de los que podrían interesarse por Podemos procedentes de la izquierda aber-tzale queden disipadas y tampoco les afecte demasiado. Lo más probable es que Podemos se nutra en Euskadi de los que votan partidos españolistas: UPyD prácticamente desaparecerá, y el PSE será acusado de componente del bipartidismo. El PP lo tiene crudo, pues además de pertenecer al bipartidismo, tiene que soportar el descrédito derivado del tratamiento antisocial de la crisis económica que tanto dolor está generando. Sería diferente en Nafarroa al respecto, puesto que UPN, sucursal del PP en la comunidad foral, está en fase de derribo por la irresponsabilidad de sus líderes. Al PSN le espera la travesía del desierto y la huida de sus votante a Podemos será masiva. Por lo demás, hay que dar la bienvenida a Podemos, pues su programa está lleno de esperanzas y es de desear que no defraude a sus votantes.
Podemos cumplirá en las urnas, pero el quid del asunto está en las últimas nueve palabras del texto anterior.
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