Pareciera ser que la oportunidad de iniciar el cambio en Nafarroa ha llegado. La gente ha dejado de votar en masa a UPN y ha dividido su voto entre Geroa Bai (antes NaBai), EH Bildu y Podemos.
Todo dependerá de las negociaciones, curiosamente, la llave la tienen Podemos. Ya veremos si como roncan, duermen.
Esta nota ha sido publicada en Deia:
Nafarroa vota cambio y sitúa a Uxue Barkos como próxima presidenta
La suma de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E conforma la mayoría absoluta para poder desbancar a UPN del poder
Víctor Goñi
La pulsión social por el cambio tras la calamitosa presidencia de Barcina se ha traducido en que los partidos que han preconizado la perentoriedad de una alternativa reformista han recabado los votos suficientes para articularla merced también a una participación electoral reseñable del 71,35%%. Ahora comienza el tiempo de la generosidad y el pragmatismo para configurar un Gobierno estable y coherente bajo la presidencia de Uxue Barkos, a la que los electores han situado como líder del Ejecutivo de la regeneración al consolidar a Geroa Bai como segunda fuerza parlamentaria, con 9 escaños.
La conjunción de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, los partidos que han basado su campaña en la idea-fuerza del cambio sin matices, alcanza los 26 escaños que confieren la mayoría absoluta. El hecho de que la llamada a regir ese Gobierno sea Barkos en atención al respaldo recabado allana el terreno para Podemos por las reticencias de su dirección nacional a investir a un presidente de la izquierda abertzale tradicional. Necesitado el sorpasso en la Diputación de los votos de las fuerzas referidas, está por ver la articulación concreta del Gabinete, en el sentido de si adopta o no el formato de un cuatripartito o de si alguno de sus promotores opta por quedarse al margen, a partir de los parámetros del mérito y la capacidad en los titulares de las consejerías.
En cualquier caso, nadie duda de que el consenso concurrirá con notoria anterioridad a la fecha límite del 24 de agosto desde la premisa de la obligada responsabilidad de todos los interlocutores, difuminando la opción de una segunda vuelta -en realidad una mera repetición de los comicios- el 18 de octubre.
En el otro extremo del cuadro, UPN, que ha perdido más de 20.000 votos respecto a los comicios de 2011, se queda sin ningún margen. Los números no le permiten reactivar la presión al PSOE para que le mantenga en el poder, como ha sucedido desde que se lo entregó en 1996 al arrumbar aquel tripartito con motivo de la publicación de la cuenta suiza de Javier Otano, además de que Ferraz difícilmente apoyaría a una formación que ha sufrido tamaño descalabro, incluso desde la perspectiva municipal.Esparza, en el disparaderoEn lo que atañe al análisis por siglas, se da la formidable paradoja de que, aun en su condición de lista más votada, UPN es el gran damnificado de la noche. La merma de escaños (al final de 4, hasta los 15) se daba por descontada si bien no hasta el extremo de dormir con la certeza de su desalojo del Gobierno. Así que Javier Esparza quedó ayer mismo sometido a la ácida censura de los incondicionales de Barcina, que ya trabajan para dificultar el acceso del candidato a la presidencia del partido.
En atención al extravío de sufragios, la noche también resultó esquiva para el PSN, que se queda con menos de 45.000, cuando en 2011 fueron 51.238, por 74.000 largos en 2007 y por ejemplo más de 91.000 en 1991. Esta devaluación electoral, hasta descender al quinto lugar con 7 escaños, tiene su fundamento en la cohabitación pretérita con UPN, una circunstancia que habría de pesar para las decisiones que pueda adoptar el socialismo navarro en los ámbitos interno y externo.
En el polo opuesto, Geroa Bai ha incorporado más de 10.000 votantes a los 42.145 de las elecciones generales de 2011, el marco de referencia tras la reubicación de Aralar. Este hito responde obviamente al tirón de Barkos, con su inequívoco perfil presidenciable.
Con la misma comparativa con las generales de hace cuatro años, EH Bildu ha retenido prácticamente todos los votos conseguidos con la marca Amaiur (más de 47.500, para 8 parlamentarios) . La autoritas de Araiz se antoja clave en este trascendental momento de diálogo proactivo con el resto de siglas y de venta del producto puertas adentro.
Por su parte, Podemos irrumpe en el Legislativo foral con 7 escaños, un resultado meritorio pese a los 18 que le auguró el fútil Navarrómetro de 2014 y casi homologable al que supuso el estreno CDN en 1995, entonces por la escisión del regionalismo.
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