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viernes, 14 de noviembre de 2014

Verborrea Pseudo-Filosófica Marca Savater

Les compartimos esta aclaración que le han hecho al mercachifle de la filosofía Fernando Savater, misma que ha sido publicada en Naiz:


 

Sr Savater, nosotros somos vascos

Es verdad, "filosofía" es un concepto de saldo. Lo utiliza todo el mundo y para lo más dispar. El presidente del Athletic dirá que quieren mantener la filosofía  de la cantera y el director de Osakidetza presenta también su filosofía para los tiempos de crisis. Pero, claro, cuando el Sr.Savater habla de filosofía, habla de aquello que hicieron Aristóteles y muchos otros, algunos muy reconocidos: buscar el meollo de las cosas, indagar  en la dimensión escondida de la realidad, responder  con seriedad a la "curiosidad" más profunda de los humanos...

Mikel Arginarena | Licenciado en Filosofía
Pero de la misma forma que el Sr. Savater  avisa sobre la confusión que crea  el gerente de unos grandes almacenes cuando expone su  "filosofía" de las ventas, yo pongo en cuestión  que  muchas   de sus aportaciones  puedan  ser consideradas  filosóficas en el sentido que entendemos cuando hablamos  de Kant o de Spinoza o de...
El trabajo de los grandes filósofos  tenía un componente de búsqueda del sentido de lo que nos  rodea, siendo  libres en su cometido, sin prisas para llegar a sus conclusiones, sin apremios para editar sus textos y sobre todo sin amos a los que servir. Me temo que la situación de los actuales "filósofos"  ha variado mucho con el paso del tiempo,  difuminando en exceso  su  " amor a la sabiduría"con los intereses creados. Con excesiva frecuencia son  funcionarios  del sistema, muchas veces  justificadores  de la actuación del poder, y algunos  se prostituyen sin ninguna vergüenza: Hitler tuvo sus  filósofos; Franco, también y  el  postfranquismo no podía ser menos.

La colaboraciön  de Savater que viene en El Correo (26-10-14) nos descubre  un pensamiento que en vez de ayudarnos a buscar un  poco de clarificación de la realidad, casualmente suponen  una justificación de los planteamientos más cavernícolas  de curso normal en España. Valiéndose de que  "ser vasco" , "ser catalán," o "ser español"  se presta a interpretaciones  no siempre matizadas, el Sr Savater propone  una solución: en vez de responder " soy vasco" o "soy catalán" dice que  " deberíamos contestar: "Me siento un ciudadano libre de un Estado de derecho, no un nativo atado por la tierra  y la sangre a una forma de ser o parecer". De ese modo seríamos libres para ser lo que quisiéramos:" tengo derecho a parecerme a quien quiera o a ser diferente a todos los demás(...) Somos vascos, catalanes, murcianos, bisexuales, forofos de Osasuna,  filatélicos sin fronteras o lo que ustedes gusten. Pero en cuanto ciudadanos, somos del Estado de España, porque sólo los Estados de derecho conceden la ciudadanía que nos permite todas las demás opciones que se dan precisamente gracias a ella".

Como poco, podemos decir que nuestro filósofo entra en el tema como un elefante en una cacharrería, provocando precisamente lo que él mismo dice que hay que evitar: crear confusión.

La situación de los vascos  desde hace mucho tiempo resulta cuando menos llamativa: los conflictos que se dan, repartidos entre dos estados, con una criminalización de de nuestras aspiraciones, sufriendo la situación esquizofrénica que provoca nuestro sistema educativo en manos  a menudo  de gente extraña a nosotros....El sr. Savater - de cuya capacidad intelectual no tengo duda- tenía una oportunidad para poner su grano de arena. Pero...

Para empezar, se empeña en seguir hablando de los vascos  sin conocer a los vascos. Ha tomado tantas precauciones  en el trato con los vascos de a pie como una enfermera  con el paciente  atacado de ébola.

El vasco  prototipo que él tiene en su mente no existe, es una creación suya: inventa un muñeco que le viene bien para aporrearlo a su antojo. Nos dibuja  con la txapela y abarcas guardando como un tesoro los huesos de nuestros ancestros y obsesionados con nuestro Rh. Para hablar de los vascos se agarra a los escritos de Sabino, olvidando muy interesadamente que en España existían otros muchos "sabinos" que utilizaron el mismo lenguaje "racista" antes de que hablara el de Abando.

Dice Savater que los vascos  "estamos atados por la tierra y la sangre a una forma de ser", lo que en nuestro mundo globalizado le parece  absurdo: estamos mezclados vascos, andaluces, extremeños, cada uno "con sus costumbres, su lengua materna, ciertos aspectos de su  forma de vida, su lugar de nacimiento o sus principales identificaciones simbólicas".

No sé si pretende hacer ciencia ficción de lo que la humanidad puede ser dentro de no sé cuántos siglos, pero hasta el presente  los habitantes de la tierra para dar una solución a sus necesidades, se han  organizado en grupos que coparticipaban de una serie de elementos comunes: tierra, "sangre", lengua, simbología...que han servido como elemento fusionador. Realidad que de alguna manera tiene relación con el etnos que dice Savater y que rechaza como retroceso. Universalmente habíamos convenido en respetar  tales realidades: la Declaración de los Derechos Humanos  así como el Derecho Internacional.  Desgraciadamente  la Historia nos  enseña que los más fuertes casi siempre han hecho lo que  han querido con los derechos de los pueblos. En esa actitud devastadora  sobresale en la Historia una realidad que en este momento se conoce  con el concepto de España.. " Ningún derecho a decidir (el que  precisamente todos tenemos como ciudadanos y sólo así)  entendido como derecho a decidir que el resto de compatriotas constitucionales no decidan sobre  determinado territorio del país que legalmente compartimos, sirve para profundizar la democracia (...), sino para desnaturalizarla y retrotraerla al derecho tribal ".

No hace falta ser muy clarividente para entender esas palabras de nuestro filósofo como un respaldo a la postura más reaccionaria y filofascista  que todos los días podemos descubrir en la brunete mediática de la que se sirven  los franquistas  reconvertidos  en demócratas  constitucionales de España.

Detras de toda esta verborrea que pretende cobijarse en la Filosofía, no es difícil desenmascarar a un hombre que, en vez de ser honrado buscador de la Sabiduría, se conforma con las alabanzas y mercedes que recibe de una casta que prefiere que los vascos, los catalanes... sigan  siendo como hasta ahora, españoles. Para ello nos ofrecen el palo y la zanahoria: si no creáis problemas tendréis nuestras alabanzas: hombre fuerte del norte, gente emprendedora... Pero si comenzáis a molestar se os aplicará la ley en todo su rigor. Previa decisión de nuestros tribunales de Justicia.

No quiero terminar sin  llamar la atención sobre la contradicción en que incurre Savater. Cuando por largos años ha ridiculizado el afán de los vascos de reclamar su patria (aberria) como una enfermedad mental, ahora se le cuela el  concepto de "compatriotas", que por lo visto existen en la medida que participan de su pertenencia a España. Es decir tenemos patria en la medida que nos reconocemos de España. Si, por el contrario  hablamos de nuestro aberri los  vascos, catalanes... volvemos a la etapa tribal.




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