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domingo, 9 de noviembre de 2014

Marlaska a la Parrilla

Se han parrillado a Fernando Grande-Marlaska.

El vasquito que un día decidió tomar el relevo de Baltasar Garzón y convertirse en la peor pesadilla para los que defienden los derechos humanos, civiles y políticos del pueblo vasco ha quedado entre la espada y la pared. Chulesco, se ha quejado del "maltrato" y maleducado como acostumbra ser, ha dicho que estaba respondiendo "por educación" a quienes en ejercicio de una auténtica ética periodística le cuestionaron su cuestionable actuar.

Aquí la nota al respecto publicada en El Mundo:


'No me parece de recibo este interrogatorio'

Malestar del juez Grande-Marlaska en una entrevista en ETB sobre presos y torturas

Leyre Iglesias

El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando-Grande Marlaska, protagonizó este viernes una tensa entrevista en ETB2, la primera que ha otorgado a la televisión pública vasca. «No me parece de recibo que yo venga aquí a ser sometido a un interrogatorio sobre mi proceder [judicial]», se defendió el magistrado casi al término de una larga entrevista que discurrió por derroteros que le sorprendieron. Apenas le preguntaron sobre la corrupción o el sistema judicial, y sólo tuvo un momento para hablar de su defensa de los derechos de los homosexuales en el terreno más personal. El programa se basó en la dispersión de los presos de ETA, el mantenimiento en prisión de Arnaldo Otegi y la supuesta desidia del juez con respecto a las denuncias de torturas del mundo abertzale. Llegó un momento en el que Grande-Marlaska dijo que estaba respondiendo «por educación».

El magistrado estuvo en el plató de Por fin viernes, el debate nocturno conducido por Jon Bilbao. A sus preguntas se añadieron las de otros dos periodistas de la radiotelevisión pública: la presentadora Silvia Intxaurrondo y el responsable de actualidad de la web Iñigo Herce. Completaban la mesa Alberto Pradilla (Gara) y la abogada Paloma Zorrilla.

El magistrado vasco (Bilbao, 1962) fue presentado en un vídeo como «azote de la izquierda abertzale». La primera pregunta: ¿por qué accedía por primera vez a acudir a ETB? El juez respondió sonriente que por «un momento de debilidad». A partir de ahí, y entre la expectación del entorno abertzale, que en las redes sociales criticaba a EiTB por invitarle, el magistrado que ha firmado muchas de las sentencias clave contra ETA y sus ramas se expuso a una batería de preguntas sobre los «derechos» de los presos y de sus familias.

Grande-Marlaska defendió que la dispersión y su posible final es una decisión que corresponde a la política penitenciaria y no a los jueces, e insistió en que pronunciarse sobre la «injusticia» de la legislación, como se le insistía, comprometería su «independencia». A una sexta pregunta sobre el tema contestó que la reinserción es «individual» y no colectiva. Que es necesario que el preso «asuma realmente su responsabilidad en el hecho cometido» y «quiera vivir» conforme a la ley. Defendió que en España no se conculcan derechos fundamentales y subrayó en varias ocasiones que, como en todo Estado de Derecho, quien considere que sus derechos se ven violentados «puede acudir a los tribunales». Y reivindicó como «positivo» el camino de los miembros de la vía Nanclares, que han asumido sus delitos, pedido perdón de forma reiterada, han sido expulsados de ETA, han participado en talleres con víctimas...

¿Y el líder de Sortu? ¿Por qué no es libre? ¿No es contradictorio cuando fue él quien creó a la nueva izquierda abertzale? El juez hizo una defensa cerrada de la realidad: que Otegi está «condenado por integración en organización terrorista» en sentencia «firme», y que no se pueden juzgar aquellos hechos a la luz de otros posteriores salvo que existan nuevas pruebas. ¿Cree que la sociedad vasca «entiende» que «a un chico que quema un contenedor» se le juzgue fuera de Euskadi, se le condene a 11 años de cárcel y se le disperse? «Lo que la sociedad quiere lo plasman sus representantes en las leyes». «Y voy a ir al contrario», prosiguió: «¿Es tan difícil asumir la responsabilidad? El que ha quemado un contenedor, dos, tres... ¿es tan difícil decir: 'Me he equivocado, esto no es una forma de resolver un conflicto'? ¿Es tan difícil decir eso?».

Silencio y siguiente bloque: su presencia en el 13º homenaje del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco al juez José María Lidón, compañero y antiguo profesor suyo asesinado por ETA. ¿Se puede ser «objetivo» al impartir Justicia cuando uno ha sido amenazado por ETA? ¿No le influye haber visto un asesinato a su lado? ¿Es capaz de abstraerse? «Sí, sustancialmente sí», respondió con cierta incredulidad.

El apartado sobre torturas fue extenso: ¿investiga todas las denuncias, cómo explica las condenas europeas a España por investigar de forma insuficiente, ha dado verosimilitud a algún caso...? Uno de los contertulios le señala directamente porque, asegura, se ha torturado a incomunicados suyos. El juez dice que no entiende que había acudido a ETB a ser «interrogado», pero responde: los médicos forenses le informan si han observado elementos objetivos «mínimos» que corroboren la denuncia, y él investiga si es así. «Yo me he presentado sin avisar en comisaría para ver a incomunicados», recalca. Siguen las preguntas en esta línea y él asegura: «¿Me van a juzgar a mí? (...) Por deferencia y por educación estoy hablando. No puede centrarse mi comparecencia aquí en los asuntos que he juzgado; yo me explico en mis resoluciones».

«Estoy absolutamente tranquilo y convencido», vuelve a insistir. «En el ADN de los jueces» está defender los derechos fundamentales de los detenidos, y actuar si ven el «mínimo» indicio. «Quien quiera creerlo, lo cree».

¿Por qué el derecho a decidir tiene que pasar necesariamente por los tribunales?, siguiente pregunta. Poco después el programa se cierra con un breve apartado sobre su figura personal: «icono gay» y amante de los animales.



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