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lunes, 3 de noviembre de 2014

Urkullu Visita Bastión Folclorista Vasco

Da tristeza leer algunas cosas, pero tal es la realidad que vive la diáspora vasca en México.

Folclorista, etnicista, purista... se ha dedicado los últimos 40 años a permanecer encerrada tras las tapias del Centro Vasco de la Ciudad de México. Su única ventana al mundo es peor aún, la página Vascos México suma a los "atributos" anteriores el convertir la identidad vasca en una simple marca comercial.

Así es como quiere Madrid a la diáspora vasca; callada, sumisa, maniatada.

Así es como la quiere Lakua también. En el Ajuria Enea se sienten incómodos con identidades más activas y propositivas, como la diáspora vasca de Argentina o la de Estados Unidos.

La de México les viene como anillo al dedo. Hace ya mucho que renunció a dar a conocer y por lo tanto apoyar el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco. También ha renunciado a la labor de convertirse en puente de entendimiento entre las sociedades mexicana y vasca.

Por eso Urkullu se sintió a gusto visitándola, el PNV ha derramado suficientes euros para que todo sea así, para que se hable de Cristobal Colón, para que se tenga orgullo de gentuza como Zumarraga, los Oñate o los demás colonialistas mencionados, incluido el genocida Legazpi. Asco en verdad.

Lean esta nota publicada en el Diario Vasco:

Colón se llevó la fama

México «es el octavo herrialde», aseguró el presidente de la Euskal Etxea en la recepción que ofrecieron al lehendakari

Amaia Chico
La 'campaña de marketing' de los Reyes Católicos convirtió a Colón en el artífice único del descubrimiento de América, pero existen otras versiones que hablan de la influencia de los vascos en México desde la Edad Media. El presidente de la Euskal Etxea hizo ayer su repaso a la historia de la presencia de vascos en el país azteca, y empezando por Fray Juan de Zumarraga, que mandó la primera carta en euskera a su familia y avaló una aparición milagrosa de la Vírgen de Guadalupe, recordó a todos los personajes ilustres que dejaron su huella durante siglos a este lado del charco. San Ignacio de Loyola echó raíces hasta que echaron a los jesuitas. Francisco Ibarra, Juan de Tolosa o los Oñate fundaron ciudades como Durango o San Luis de Potosí. Legazpi, Elcano o Urdaneta se acercaron en sus naos a las costas mexicanas y Sor Juana Inés de la Cruz, de origen bregares, fue considerada la décima musa y entre su legado dejó poemas escritos en euskera allá por el siglo XVII.

Josu de Garritz fue el encargado de ilustrar a los cerca de 200 vascos que se reunieron en la casa mexicana sobre los orígenes de la presencia de ciudadanos de Euskadi en un país que ha acogido a lo largo de los últimos siglos varias oleadas de vascos. Las guerras, los comerciantes y ahora la internacionalización de las empresas han convertido a México en destino prioritario para quienes han buscado nuevas oportunidades fuera de su tierra. Ahora la “nueva diáspora” la forman negocios punteros en su sector como Iberdrola, Gestamp o Irizar –entre las más de 130 empresas afincadas-, pero también jóvenes como María que han “dado el salto” para buscar su propia experiencia vital y laboral.

México “es el octavo herrialde”, aseguró el presidente de la Euskal Etxea en la recepción que ofrecieron al lehendakari ayer, en la sede o frontón que acoge a los vascos residentes dentro o fuera de la capital. No hubo campeonato de mus, como el que días antes se organizó en Cancún y ganaron la pareja Iraizoz-Etxenike. “Campeones mundiales de mus”. Pero sí un emotivo Agur Jauna, cantado a coro, a falta del acordeonista, que llegó con un poco de retraso a causa, quizás, del tráfico. ¿Os acordáis de la crónica de ayer?

La fiesta puso el punto final a una larga jornada en Puebla para inaugurar una planta industrial de Gestamp, y observar de camino la erupción (por ahora leve) del volcán Popocatépetl. Pero, sobre todo, supuso la despedida al viaje institucional del lehendakari, que saludó, junto a su mujer Lucía Arieta-Araunabeña, a todos los invitados que les requirieron unos minutos de conversaión y algunas fotografías de recuerdo. “Habéis conservado siglo a siglo nuestras costumbres, cultura, idioma y personalidad”, les agradeció Iñigo Urkullu. “La forma de vida vasca sigue en México”.




"Habeís conservado" dijo Urkullu, como si la identidad vasca fuese una pieza de museo. Como si decirse vasco no fuese en sí un pronunciamiento rebelde y ético, como si Euskal Herria no tuviese nada que aportar mas que empresas trasnacionales y restaurantes de lujo.

Afortunadamente, en el octavo herrialde, hay vascxs y descendientes de vascxs que son solidarixs e internacionalistas, que abiertamente defienden el derecho a la autedeterminación de Euskal Herria y de todos los pueblos del mundo. 

Vascxs que luchan en contra del neoliberalismo, en contra de la globalización cultural, en contra de la misoginia, en contra del racismo, en contra del maltrato animal, en contra del supremacismo lingüístico.

Vascxs universales y humanistas.

Vascxs que acompañan dignas rabias a lo largo y ancho del mundo.

Vascxs.





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