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sábado, 28 de diciembre de 2013

Ocaso Anaranjado

Se termina el año, se cierran ciclos. 

En lo deportivo, uno particularmente doloroso para el pueblo vasco es el tener que despedirse de su equipo ciclista después de veinte años de alegrías y sinsabores, de espectaculares triunfos y amargas derrotas. En la memoria quedan aquellos años en que fueron los auténticos animadores de un Tour de France prostituido por el cyborg Lance Armstrong.

Sin más, les compartimos este texto con sabor a elegía que ha sido publicado en la página de Vavel:



Fruto de la inseguridad, de las dudas, y de la mala suerte, el 2013 de Euskaltel ha acabado en una pesadilla que ha abocado a la desaparición. Lo que se inició como el año más ambicioso de su historia, con un cambio de filosofía entre medias, ha terminado de la peor forma posible. Así, el finaliza sus 20 años de historia por la puerta de atrás.
Iñigo Piñeiro

Nunca antes Euskaltel había sido tan ambicioso. Nunca antes Euskaltel había perdido tanto crédito en un año. En el otoño – invierno de 2012 se cambió todo.
Se iba Miguel Madariaga, volvía Igor González de Galdeano. Se iban corredores como Amets Txurruka, y se fichaban extranjeros. Todo a costa de seguir en el World Tour. En el otoño – invierno de 2013 se acabó todo.
Victorias que no llegan
Poco a poco, todos los equipos iban estrenando el casillero de triunfos. Algunos como el Lotto o el Omega lo hacían a gran escala mientras que a otros como al Garmin les costaba más. Así,  para mediados de marzo solo quedaban dos equipos sin estrenarse, Vacansoleil y Euskaltel – curiosamente los dos que desaparecen – que se disputaron la lucha por no ser el último del WT en alzar los brazos.

Ese duelo de la deshonra se lo llevó el conjunto belga con la victoria de De Gendt en la última etapa de la Volta a Catalunya. Euskatel se quedaba solo. Hasta que finalmente el triunfo llegó. Los dirigentes del equipo naranja celebraron como nunca la victoria de Pablo Urtasun en la primera etapa de la Vuelta a Castilla y León, en abril. La alegría fue doble, al día siguiente Juanjo Lobato dio la segunda victoria del año. Parecía avecinarse un cambio de tendencia.
Pero con un Samuel Sánchez, que no fue capaz de defender su trono en la Vuelta al País Vasco, en las clásicas, carreras en las que siempre suele realizar buenos puestos, tampoco estuvo a la altura. Samuel, la gran esperanza del equipo y quien debería tirar del carro, no era tan explosivo como antaño.

Fracaso en el Giro
Pero una de las ambiciones de Euskaltel era modificar los calendarios de sus estrellas buscando algo más. Samuel Sánchez, cinco años después, volvería al Giro de Italia, volvería para ganarlo. Así, serían Igor Antón y Mikel Nieve quienes tuviesen la responsabilidad de lograr victorias de etapa en el Tour de Francia.

Pero el Giro no fue como esperaban. Samuel, que afirmaba haber reservado su forma física para el Giro, sacrificando de cierto modo las clásicas y la Vuelta al País Vasco,  no estuvo a la altura. Se quedó pronto sin opciones. Sus rivales le pasaban por encima. Solo en la contrarreloj entre Mori y Polsa, donde el asturiano fue segundo, se le vio algo de tono físico. Tras 21 jornadas en las que no hizo más que sufrir, el ovetense se marchó de Italia con un 22ª en la general. El Giro fue un palo para Euskaltel.
Pero ’Samu’ pudo resarcirse un par de semanas después del Giro con la victoria en la séptima etapa de la Dauphine Liberé donde fue octavo en la general. Único momento en todo el año en el que se le vio algo de tono físico al asturiano, que con esa victoria en Francia, lograba la tercera victoria de Euskatel, que volvía a ganar casi dos meses después.
Sin opciones el Tour
Al tour se fue con Mikel Nieve e Igor Antón. El primero se le vio con tono físico y con ganas. Tenía piernas, pero le faltaba explosividad. No fue capaz de romper la carrera, y sus rivales, le robaron la victoria por ejemplo en el Mont Ventux. El segundo se mostraba valiente, pero no había piernas. Aquel Igor Antón explosivo, fino y ágil no aparece por ningún lado.
No se logró la victoria, pero sé intentó por todos los medios. Nadie se podría enfadar por no haber ganado en el Tour. Es un sueño al alcance de muy pocos. Al menos se luchó. No fue suficiente, pero se luchó.

Días antes del comienzo, se inició entre la prensa un rumor, Euskaltel tiene problemas económicos. Podría desaparecer si no encontraba un patrocinador que pusiese los 3,5 millones pactados por las instituciones vascas y que habían decidido retirarle.
Ese rumor iba cogiendo fuerza. Hasta que estalló. Pocos días antes de la disputa del Circuito de Getxo, donde Lobato logró la cuarta y última victoria de Euskaltel, no solo del 2013, sino también de su historia, se hizo oficial. Mikel Artokiza, máximo responsable de Basque Pro Cycling Project, sociedad encargada de gestionar el equipo, explicaba ante la prensa que “los corredores tienen libertad para negociar con otros equipos, incluso los que tienen contrato en vigor para 2014 y 2015”. Todos a buscarse un futuro. Todos a mirar más allá de la carretera en busca de un maillot que les permitiese seguir corriendo más años.

Final desde el podio de Madrid
Llegó la Vuelta a España. Había que resarcirse y demostrar que Euskaltel no había acabado. Samuel Sánchez iba descansado, y con Igor Antón y Mikel nieve que iban cogiendo tono físico se optaba a realizar un buen papel. El asturiano para la general, el vasco y el Navarro para las etapas. Pero una vez más no se estuvo a la altura. Otro fracaso más del ovetense que vio como desde el primer día en la crono por equipos, y en el segundo día – primer final en alto – se desvanecieron sus opciones.
Igor Antón en cambio sí que luchó. Pero le faltó rematar. Si bien en 2010, con esas dos victorias en la Vuelta parecía que se iba a consagrar como rematador, a día de hoy aquello parece un mero espejismo de un corredor que no fue capaz de rematar. Por intentos no fue. Mikel Nieve por su parte se le vio que arrastraba el haber llegado al Tour en buena forma y fue incapaz de estar a ese nivel en la ronda española.

Pero este trío propició una despedida desde lo alto del podio de Madrid. Con estos tres hombres a la cabeza se logró ganar la clasificación general por equipos de la Vuelta a España. Todo un orgullo para un equipo al que semanas atrás se le había comunicado el cese irremediable de la estructura, si bien es cierto que por aquel entonces los corredores andaban ilusionados con la entrada de Fernando Alonso.
Se iba acabando el año. Se iba apagando Euskaltel. El quince de octubre después de la última etapa del Tour de Pekín desapareció de las carreteras, y en pocos días desaparecerá de los despachos, dejando 20 años de recuerdos, emociones, sensaciones y vivencias que jamás se olvidarán, pese a haber tenido en su último año, el 2013, un final por la puerta de atrás. 




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