Balanceándose entre el inmovilismo y la agresión Madrid ha dejado pasar más de dos años sin mover ficha en lo que respecta al proceso de paz propuesto por amplios sectores de la sociedad vasca y por la comunidad internacional.
Tras el comunicado del EPPK, llega una invitación a destrabar el proceso. Lean esta nota publicada en la página de Naiz.info:
El Grupo Internacional de Contacto (GIC) ha emitido una nota en la que muestra su satisfacción por el hecho de que el Colectivo de Presos Políticos Vascos «haya concluido el debate sobre su aportación al proceso de paz y por haberlo hecho en unos términos positivos y constructivos para la consolidación del nuevo escenario abierto en el País Vasco». «Este comunicado, en el contexto de la negativa del Gobierno español de responder a la Declaración de Aiete hace más de dos años, subraya el compromiso de la izquierda abertzale con la paz y la democracia», apuntan los integrantes del GIC, quienes subrayan que «desde nuestra experiencia en diversos lugares del mundo, somos conocedores de que los presos son un actor clave para la consolidación de los procesos de paz. El comunicado del EPPK demuestra que los presos vascos asumen su responsabilidad en la promoción y el impulso del proceso de paz y que están dispuestos a actuar en consecuencia».
El GIC remarca que la situación «hoy en día es totalmente diferente a la que era hace unos años» y considera necesario «facilitar» la participación en el proceso de las personas encarcelada, por que considera que «una medida oportuna sería acercar a los presos al País Vasco. Asimismo, la modificación de la política penitenciaria, haciéndola más humanitaria y acorde a los Derechos Humanos y a la doctrina internacional en esta materia, sería una importante contribución para impulsar la consolidación de la paz». En esta línea, este grupo internacional de expertos «quiere animar al Gobierno de España a actuar con responsabilidad y responder de manera adecuada a este comunicado del colectivo de presos, permitiendo su participación activa en el proceso de paz y posibilitando su reintegración en la sociedad».
Pero eso sí, los españoles enviaron una delegación a las exequias de Nelson Mandela, preso político etiquetado como terrorista. Lo que es la hipocresía.
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