Denunciando la Tortura en Euskal Herria

Mientras Lakua trata de congraciarse con La Zarzuela dando a conocer un "Informe" en el que se insiste en lo injusto que fue el "aislamiento social" al que "fueron sometidos" los integrantes de las diferentes instituciones armadas acantonadas en Euskal Herria, llegando incluso al ridículo de decir que no se puede catalogar a las instituciones solo por los actos de unos cuantos individuos, es bueno que se le recuerde a los jeltzales y a sus cómplices sociatas que la tortura en contra del independentismo vasco fue utilizada de forma sistemática y que todos los poderes del régimen se confabularon para proveer de la más completa impunidad a quienes estaban a cargo de llevarla a cabo.

Para que se entienda, los miembros de las fuerzas armadas de ocupación torturaban a sabiendas que ni médicos legistas, ni fiscales, ni jueces intervendría de forma alguna pero que, además, desde los partidos políticos del régimen y desde los medios de comunicación en la nómina de La Zarzuela y de La Moncloa se encargarían de hacerles un lavado de cara.

Esta institucionalidad de la tortura por supuesto que también contó con la omerta de arartekos, lehendakaris, diputados generales y demás cargos electos tanto en la CAV como en Nafarroa.

Y cuando el tema llegó a instancias de la Unión Europea y de la ONU, también allí hubo espacios de complicidad, hasta que todo se vino abajo gracias a los relatores de la ONU que sí se atrevieron a denunciar a Madrid por sus muchos crímenes de lesa humanidad en contra del pueblo vasco, para desmayo de los gerifaltes madrileños.

Por todo ello resulta altamente positivo que un grupo de jóvenes hayan decidido volver a poner el tema sobre la mesa, atrayendo una muy necesaria atención.

Aquí lo que nos informa Naiz:

Jóvenes desnudos y esposados denuncian la «tortura sistemática» que han padecido 5.667 vascos

Una treintena de jóvenes desnudos, con capuchas negras y con las manos atadas a la espalda, han participado este sábado en un acto contra la tortura organizado por Sortu en Gasteiz para reclamar medidas de «reconocimiento y reparación» para los más 5.667 vascos torturados.

Sortu ha sacado a la luz la «oscura realidad» de la tortura para reclamar reconocimiento, reparación y garantías de no repetición. Treinta personas han aparecido este sábado desnudas y con una bolsa negra en la cabeza junto a el la subdelegación del Gobierno español y de la Comisaría de la Policía española.

A través de esta acción simbólica, realizada al hilo del Día Contra la Tortura del 13 de febrero, Sortu ha denunciado que las instancias oficiales «olvidan a propósito el sufrimiento vivido por miles de vascas y vascos».

En el acto, una treintena de jóvenes desnudos, con las manos atadas con bridas a la espalda y con capuchas negras, se han tumbado frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno español y de la comisaría del la Policía española de Gasteiz, mientras un equipo de sonido reproducía una grabación en la que se oían gritos y lamentos.

Haimar Altuna, responsable de la comisión para la resolución de las consecuencias del conflicto en Sortu ha exigido responsabilidades para que toda la verdad de la tortura salga a la luz. «Son 5.667 las vascas que han sufrido el tormento de la tortura en sus propias carnes. Desgraciadamente ningún representante político ha realizado un gesto sincero; ni siquiera un minúsculo paso para reconocer el dolor causado», ha manifestado.

En palabras de Altuna, «desgraciadamente todavía hoy se sigue blanqueando la tortura. La Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza, así como los responsables políticos de la tortura, tienen una impunidad total».

«Urge, además, que los responsables políticos, médicos, abogados, jueces, fiscales o medios de comunicación que de una manera u otra hicieron posible la tortura reconozcan el dolor causado», ha añadido.

El miembro de Sortu ha destacado que «la izquierda abertzale está dando pasos y seguirá dando pasos hacia el reconocimiento de todas las víctimas y hacia un futuro de convivencia y libertad».

No obstante, ha advertido de que «ha llegado el momento de que otros agentes también empiecen a dar sus pasos».

De esa forma, ha reclamado que se adopten medidas «para sacar a la luz la verdad de la tortura», y para que «de una vez por todas, los miles y miles de torturados vascos puedan obtener reconocimiento, reparación y garantías de no repetición».

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