Desde Naiz nos traen lo más reciente de la dura batalla que libra Gara en contra de la más reciente embestida española:
Iñaki Soto, Aritz Intxusta y Amaia Cambra han explicado en la librería Katakrak de Iruñea la situación que atraviesa el diario GARA por tener que hacer frente al pago de tres millones de euros de la deuda de ‘Egin’, pero, sobre todo, han dado cuenta del plan de un proyecto comunicativo que mira hacia adelante: «Vamos a poder dar una revolución interna que nos haga más potentes».@ibaiazparrenVecinos de la vieja Iruñea han acudido a Katakrak para escuchar cómo Iñaki Soto, director del periódico GARA, ha desgranado el origen de una deuda que hoy hace tambalear un proyecto comunicativo en el veinte aniversario de su fundación.«Todo empieza en el momento en el que deciden cerrar ‘Egin’ ilegalmente», ha señalado Soto, añadiendo que la operación de Estado contra la prensa independiente vasca dentro del famoso sumario 18/98 continuó en 2003, cuando el juez Baltasar Garzón determinó que GARA tenía que asumir la deuda de ‘Egin’. Debido a que era imposible atribuir «una sucesión de empresas», se recurrió al argumento de la «sucesión ideológica».Por tanto, Soto ha relatado que «GARA lleva quince años en suspensión de pagos, cuando lo normal es estar entre tres y seis meses». Así, ha explicado cómo esta situación ha obligado a que administradores judiciales hayan revisado y limitado los gastos del periódico durante este periodo.No obstante, en estos quince años GARA ha tenido dos obsesiones, según ha explicado el director: «Sacar todos los días el periódico en un contexto de crisis del sector y de crisis del propio sistema y, por otro lado, no empezar de cero». Ello implicaba aceptar la deuda.«Todo cambia cuando una jueza de Gasteiz decide que la suspensión de pagos tiene que avanzar. Ello conlleva negociar con la Seguridad Social y llegar al preacuerdo del pago de tres millones de euros durante dos años», ha explicado Soto.Por otra parte, ha apuntado que otra de las obsesiones de GARA ha sido «no seguir haciendo lo mismo» e impulsar el modelo de las suscripciones. «Nosotros ya teníamos una comunidad pero faltaba el compromiso con esta», ha señalado, haciendo referencia a los 10.000 accionistas que impulsaron el periódico hace veinte años.En este sentido, ha recordado ante la atenta mirada de los allí presentes que «fuimos el primer periódico con un sistema de suscripciones asociado a los kioskos». Por tanto, en aras de impulsar un proyecto de futuro, ha añadido que «no pedimos ese dinero para pagar la deuda, sino para poder dar una revolución interna que nos haga más potentes», ahora que «nuestra influencia es mayor» gracias al crédito logrado con NAIZ en internet.Ahora, con el plan que se basa en desarrollar un proyecto transmedia, en palabras de Soto, «termina una fase de resistencia y comienza otra de desarrollo».Por si el director no bastaba para convencer a los asistentes, allí ha estado Amaia Cambra, que se ha pateado Euskal Herria impulsando la campaña «Harpidetu etorkizunera». Hoy, en su barrio, no iba a ser menos. Por lo que después de la charla ha estado preparando nuevas suscripciones.«Hemos tenido un papel sustancial en Nafarroa»Por su parte, el periodista Aritz Intxusta, ha comentado el «papel sustancial» que ha tenido el periódico en la realidad navarra, mencionando, entre otras cosas, la labor del periódico en el expolio de la CAN o el papel de «sentido común, de aguantar el pulso» que jugó este cuando estalló el ‘caso Altsasu’.Asimismo, ha subrayado que los posibles escenarios futuros «nos van a hacer todavía más determinantes».«No tenemos tanto poder ni tantos medios como otros periódicos pero somos importantes y la pérdida de un periódico así puede ser determinante», ha concluido.
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