Continuamos dando seguimiento al involucramiento pleno del EPPK en el actual proceso de paz abierto unilateralmente por la ciudadanía vasca con acompañamiento internacional hace ya dos años en Donostia.
Aquí lo que nos aporta Gara:
El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) abrirá un periodo de reflexión y consulta en torno a las recomendaciones del Foro Social, que a su juicio podrían constituir «un punto de inflexión». Los interlocutores del Colectivo estiman «imprescindible» que el debate de esa docena de sugerencias, que promoverán en todas las cárceles, se efectúe «de manera global y no por separado», ya que entienden que «integral debe ser la resolución del conflicto».Agustín GoikoetxeaUn año después de que se presentaran en público como consecuencia del profundo debate mantenido en el seno del Colectivo de Presos Políticos Vascos, su grupo de mediadores compareció ayer en Bilbo para dar a conocer la valoración que realizan los interlocutores de EPPK de las doce recomendaciones surgidas del Foro Social promovido por Bake Bidean y Lokarri, con el respaldo de agentes políticos, sociales y económicos vascos y la implicación de destacadas asociaciones y personalidades internacionales.Para los portavoces de los prisioneros dispersados por la geografía carcelaria francesa y española, las recomendaciones hechas públicas el lunes en Aiete y la dinámica a la hora de implementarlas «podrían llegar a constituir un punto de inflexión de cara a generar amplios consensos populares frente a la cerrazón de los estados». De ahí que anunciaran ayer que continuarán implicándose en esa labor «aportando su propio punto de vista, de manera constructiva y positiva».«Nuestro Colectivo es consciente de la responsabilidad que asume para impulsar el proceso y se compromete a estudiar dichas recomendaciones», dijeron los interlocutores a través de Aintzane Orkolaga y Estanis Etxaburu. Para tal fin, abrirán un periodo de reflexión al objeto de recabar la opinión y las aportaciones del conjunto de integrantes de EPPK. «Reiteramos pues nuestro compromiso para caminar junto a todas aquellas y aquellos firmemente comprometidos, los mismos -aclararon- a los que en su día, trasladaremos las conclusiones de nuestra reflexión, debate y decisiones correspondientes».Tampoco pasaron por alto los «obstáculos normativos y violentos» a los que se enfrentan a diario en las prisiones y que les dificultan efectuar una reflexión política con normalidad. A pesar de los condicionantes que les impone la política de dispersión, de la que dijeron que hay que poner fin con «un impulso definitivo por parte de todas y todos», reafirmaron «solemnemente» su voluntad de «seguir aportando en el proceso abierto en Euskal Herria».En su comunicación a la sociedad vasca y a la comunidad internacional, valoraron «muy positivamente» el trabajo de quienes promovieron el Foro, así como de aquellos sectores que se han implicado en él, especialmente en Ipar Euskal Herria. Aunque tuvieron que limitar su presencia a través de mediadores al negar los gobiernos español y francés su solicitud formal de participación en los actos de Bilbo e Iruñea, los interlocutores se ratifican en su «firme deseo de participar directamente en todas y cada una de las sinceras iniciativas» que pudieran derivarse tras esas jornadas de Bake Bidean y Lokarri.No faltó en su análisis referencia al contexto político en que se organizó, donde los ejecutivos «han bloqueado todo intento de solucionar el conflicto político», evitando hacer suya la hoja de ruta de Aiete. «Una actitud así pone de manifiesto su temor a toda una nueva oportunidad democrática que el proceso pudiera generar», apuntaron.«Mediante sus condiciones inasumibles, persiguen impedir nuestra liberación, obstaculizar cualquier intento y crear frustración. Ante la creencia de que la ausencia de cualquier movimiento en el ámbito penitenciario conllevaría una escisión en el Colectivo, apuestan por ganar tiempo para hacer crear que el problema sería algo inherente a la misma izquierda abertzale», declararon. También citaron la resolución de la Cámara de Gasteiz en la que se pretende ocultar la existencia de conflicto político y presos, o la falta de implicación de algunos agentes.
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