En Nuestras Manos

Desde Gara traemos a ustedes la crónica del lanzamiento de una nueva iniciativa que parte de la sociedad vasca y que busca incidir en el tema pendiente del derecho a decidir en Euskal Herria.

Lean ustedes:

Gure Esku Dago relanza la demanda del derecho a decidir

Nace una dinámica popular con el reto de aunar a toda la ciudadanía que está a favor del derecho de autodeterminación. Gure Esku Dago quiere tejer pueblo a pueblo una fuerte y extensa vela para navegar juntos al menos hasta el cruce de la toma de decisión. Entre las actividades anunciadas, destaca el desafío para el 8 de junio de 2014: construir una cadena humana desde Iruñea hasta Durango, con 50.000 personas cubriendo cada palmo de esos 130 kilómetros.

Maider Iantzi

Antes de que abrieran las puertas de la sala de Ficoba, la gente esperaba intrigada por conocer la dinámica popular que se iba a presentar. Lo primero que se escuchó cuando los asistentes tomaron asiento y se apagaron las luces fue el sonido de la txalaparta. Sobre el escenario, seis piedras cilíndricas. Salió Aimar Irigoien a realizar la primera alzada; tras él otro harrijasotzaile y luego otro y otro... Mientras, doce personas escribieron el nombre de la nueva iniciativa, «Gure esku dago», cada uno con una letra, formando un mosaico delante de las piedras, entre los aplausos y la música que crecían en intensidad.

En este tipo de actos lo habitual es que se pida que se apaguen los móviles, pero en este caso hicieron lo contrario: invitar a encender los teléfonos e incluso dejar un minuto para tuitear o escribir un mensaje sobre lo que se estaba viendo y escuchando en el recinto ferial del Bidasoa.

Los presentadores Idurre Eskisabel y Urtzi Urrutikoetxea explicaron, primero, que Gure Esku Dago quiere tejer a toda la ciudadanía que está en favor del derecho a decidir: personas de izquierdas, de derechas y del centro, jefes y obreros, funcionarios y parados, abertzales y no abertzales... porque es entre todos como se debe decidir el futuro. Para mostrar cuál es el nexo de unión, leyeron un manifiesto; Olatz Osa en euskara, Ander Arrese en castellano y René Iglesias en francés.

En ese texto fundamental indicaron que ante estos tiempos de cambio proponen crear un nuevo espacio para la confianza. Conscientes de que los que actúan en pro de esta idea quieren para el pueblo vasco proyectos, estructuras y futuros diferentes, destacaron que les conecta la actitud favorable a un principio democrático, concretamente el derecho de autodeterminación, respetando todos los derechos humanos, civiles y políticos.

Consideran que socializar este mensaje es un camino que deben recorrer juntos al menos hasta el cruce de la toma de decisión, por lo que proclamaron lo siguiente: «Euskal Herria es una nación. Tiene derecho a decidir su futuro. Y es a los vascos y vascas a los que corresponde tomar esa decisión».

La dinámica quiere ofrecer un paraguas para todas las iniciativas que puedan surgir, desea ser un punto de encuentro entre todas las sensibilidades y reivindicar lo democrático que es la defensa del derecho a decidir. El objetivo es ofrecer una coyuntura o una oportunidad a una necesidad que hay en la sociedad e impulsar su legitimidad; poner en marcha a la gente y trabajar mayorías sociales, sindicales, políticas, institucionales en esta dirección, con unas bases diversas y amplias.

Escocia, Flandria y Catalunya

Quieren coser la expresión de esta voluntad pueblo a pueblo, en las capitales, en las comarcas, teniendo muy en cuenta el género y las diferentes edades. Prevén cinco ámbitos: identitario, socioeconómico, académico, político y comunicativo. Y priorizarán las relaciones con Escocia, Flandria y Països Catalans.

Adelantaron algunas citas de la agenda de esta iniciativa, como las jornadas que tendrán lugar en abril en el estadio de Anoeta y que aunarán a vascos, escoceses y catalanes. Durante tres días, harán actividades culturales, deportivas y artísticas. Pero la actividad más ambiciosa o espectacular será la cadena humana que quieren construir el 8 de junio de 2014 enlazando Iruñea y Durango. Serán 50.000 personas y 130 kilómetros, que se pueden «reservar» ya en la web gureeskudago.net.

El objetivo, como se comenta en una escena de la película «Gazta zati bat», es «llegar a todos los rincones de la sociedad, empezando por abajo, no por arriba».

La dinámica contó en su presentación con el respaldo de Cris White, de Escocia; Steaven Vergauwen, de Flandria; y Anna Arqué, de Catalunya. Los dos primeros hablaron en un vídeo, mientras que Arqué estuvo presente en Ficoba y puso al público la piel de gallina. Se ganó a la gente desde el primer segundo, al comenzar el discurso en euskara: «Euskaraz mintzatu nahi nuke baina ez dut hitz egiten eta ez ditut zuen hizkuntza eta belarriak zigortu nahi». En su lengua, en catalán, expresó que el enunciado Gure Esku Dago «cristaliza perfectamente que está en nuestras manos la soberanía de nuestro pueblo».

Interiorización práctica

Anna Arqué continuó explicando que el derecho a la autodeterminación es universal, un principio fundamental, y que para ejercerlo la llave son precisamente los movimientos sociales y las dinámicas populares. Señaló la necesidad de pasar «de la teoría a la interiorización práctica de que verdaderamente está en nuestras manos». Como ejemplo puso a su propio pueblo. Allí, «gracias a la dinámica popular y a esa creencia», la mayoría parlamentaria se ha responsabilizado para celebrar un referéndum sobre el derecho de autodeterminación.

«Cuando dicen que no podemos ejercer ese derecho, mienten -advirtió con fuerza-. Y mentirán todas las verdades que sean necesarias. Por eso es imprescindible la implicación de la ciudadanía, la única manera de parar la mentira».

Al final del acto, Zelai Nikolas felicitó a Catalunya por su «gran lección de cultura democrática» y subrayó la importancia que tiene que Euskal Herria no pierda ese tren que está en marcha en Europa y cuya locomotora es el derecho a decidir. «Para eso nos hemos reunido aquí, en Ficoba, en la primera estación, para manifestar nuestra más clara disposición a trabajar con otros pueblos». Llamó a la ciudadanía a participar activamente «en este ilusionante viaje» donde hay sitio para todos.

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