Una año más y Amnistía Internacional vuelve a poner el dedo en la llaga que La Zarzuela tanto se esfuerza en ocultar.
Un año más y la equidistantemente progre Amnistía Internacional vuelve a denunciar que el estado español tortura a ciudadanos vascos por el sólo "delito" de trabajar en pos de sus derechos culturales, lingüísticos, políticos, civiles, ecológicos y sociales.
Un año más en que Madrid hará caso omiso a las acusaciones y defenderá "su derecho" a proteger su atada y bien atada Constitución así como la Sacrosanta Unidad de la Divina España.
Un año más en que este blog también denunciará a los torturadores y a sus cómplices (¿nos escuchas Baltasar Garzón?), esta vez cortesía de una nota publicada en Izaro News:
El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty dijo este jueves que las fuerzas de seguridad en España han cometido “graves abusos” en materia de lucha contra ETA y han pedido que no haya espacios de impunidad en “el nuevo escenario” abierto tras el cese definitivo anunciado por ETA el pasado octubre. Shetty, ha cuestionado, en referencia a Sortu, que “se prohíban partidos que no están propugnando la violencia”. “En este nuevo escenario, los derechos humanos son la hoja de ruta en todo momento y Amnistía Internacional reclama que no haya espacios de impunidad ni para los graves abusos y violaciones de derechos humanos cometidos por ETA ni para los cometidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”, es parte del texto de la Agenda de derechos humanos para la X Legislatura en España elaborada por Amnistía Internacional.
Shetty, de visita oficial en Madrid, lamentó que no haya una mayor “apertura” por parte del Gobierno sobre este tema y se ha mostrado “decepcionado” porque, dijo, percibe la nueva situación como “una oportunidad para avances en derechos humanos”. En concreto dice ver “posibilidades de aprovechar esta oportunidad para hacer algunas enmiendas en la ley de partidos, que vemos ambigua”.
Cuestionó, además, que “sean prohibidos ciertos partidos que no están propugnando la violencia, en referencia a Sortu, ilegalizada por el Tribunal Supremo por ser sucesora de Batasuna y cuyo recurso está pendiente de decisión en el Tribunal Constitucional.
Asimismo ha criticado como “vago” y “abierto” el redactado del Código Penal “entre los artículos 571 y 589 donde se hace referencia a “las organizaciones y grupos terroristas” y “los delitos de terrorismo”, así como “los delitos de traición y contra la paz o la independencia del estado” y los delitos “relativos a la defensa nacional”.
Ya el pasado mes de diciembre, el presidente de la sección española de Amnistía Internacional, Alfonso López Borgóñez, explicó que su organización no considera a ETA una banda terrorista porque, según dijo, no existe un acuerdo internacional sobre la definición del concepto de terrorismo.
Además se mostró a favor de un acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas cuando los internos lo soliciten de manera individual y abogó por que se investiguen lo que ha denominado como “violaciones de derechos humanos” por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La comparecencia de Shetty se produjo tras reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; los secretarios de Estado de Interior y Justicia, Ignacio Ulloa y Fernando Román; el director de gabinete del presidente del Gobierno, Jorge Moragas, así como representantes de PP, PSOE, e IU, y de la Fiscalía general del Estado. Una delegación de Amnistía Internacional se encuentra en España desde el pasado 12 de marzo.
Amnistía Internacional también ha recordado al Gobierno que debe “investigar las desapariciones forzadas durante la Guerra Civil y el régimen franquista, garantizando a las víctimas el acceso a la verdad, justicia y reparación”.
“España es firmante de la Convención de desapariciones forzosas. Sin embargo la respuesta ha sido decepcionante en su grado de apertura. Intentamos reunirnos con el fiscal general y al final nos reunimos con unos técnicos del departamento, sin conseguir ningún compromiso concreto”, lamentó.
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