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sábado, 3 de marzo de 2012

Sarkozy les Desmonta el Numerito

Vaya, parece ser que Sarko le ha complicado el panorama a los españolazos que se aferran a la antigua estrategia de hacer ver su brutal dominio sobre Nabarra como algo que "solo concierne a los españoles", es esta postura precisamente la que han mantenido ante el Grupo Internacional de Contacto.

En eso llega el marido de Carla Bruni y les arruina el tinglado haciendo declaraciones a favor de la repatriación de los presos políticos vascos.

¿Cómo reaccionaron los españolazos?

Se rasgaron las vestiduras, por supuesto, y vociferantes exigen que Sarko se retracte. Se olvidan que mientras que el estado español depende económicamente de sus colonias continentales (Nabarra y Catalunya), para los franceses Iparralde es una postal turística, y tal pareciera que ya hicieron el cálculo político al respecto.

Aquí la nota publicada por Gara con respecto a la reacción españolaza:

Las palabras de Nicolas Sarkozy en favor de un acercamiento de presos han hecho que el Gobierno español se quede solo en su defensa a ultranza de la dispersión, según subrayan los partidos vascos. El desconcierto fue patente en el Ejecutivo del PP. En Bruselas, donde habló con Sarkozy, Mariano Rajoy evitó mojarse y siguió emplazando a la disolución de ETA. En Madrid, su número dos, también incómoda, intentó alegar que ya están aplicando la ley.
Ramón Sola
Las palabras del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en favor del acercamiento de presos han puesto en un brete al Ejecutivo español, que hace gala de inmovilismo en esta materia. El problema le ha venido, además, desde un flanco que creía tener totalmente controlado dada la unidad de acción y discurso mantenida sobre Euskal Herria hace muchos años por Madrid y París, y que se ejemplificó recientemente con la entrega a Sarkozy del Toisón de Oro, la máxima condecoración de la Corona española.
El día después de las afirmaciones de Nicolas Sarkozy, la cuestión carcelaria fue puesta sobre la mesa de Mariano Rajoy al final de la cumbre de Bruselas, y también al mismo tiempo en Madrid, donde tras el Consejo de Ministros compareció su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría.
El desconcierto y las evasivas fueron el denominador común de ambas declaraciones. En Bruselas, Rajoy indicó que no veía conveniente valorar las palabras de su colega francés y que el Gobierno español tiene las ideas claras en esta materia.
A partir de ahí, apuntó una vez más que la clave es que ETA se disuelva. Alegó que «mientras esté ahí, las cosas siguen siendo más difíciles».
Por su parte, preguntada por la misma cuestión, Sáenz de Santamaría intentó eludir la respuesta argumentado que Rajoy ya había hablado de ello en Bruselas, aunque evidentemente la intervención del presidente no podía considerarse como una valoración de fondo.
Así las cosas, la vicepresidenta se vio obligada a añadir algo más y argumentó que el Gobierno español «ya cumple la ley» en materia penitenciaria. Una afirmación que contrasta con la de Sarkozy, que afirmó que considera «posible y deseable» el acercamiento de los presos y no observó ninguna objeción legal para ello. Sus matizaciones fueron simplemente técnicas, al argumentar por un lado que el hecho de que los presos estén en cárceles del área de París facilita que sean llevados a los tribunales con rapidez, y añadir por otro que un acercamiento de los presos vascos de nacionalidad española en cárceles francesas sería en todo caso «limitado» debido a la frontera.
Ugarteburu y Zabaleta
En Donostia, la izquierda abertzale compareció para valorar las palabras de Sarkozy. Maribi Ugarteburu afirmó que les conceden importancia sobre todo porque «chocan con la actitud del Gobierno español» y «dejan a Rajoy solo y abandonado ante la comunidad internacional. Sarkozy le ha tomado la delantera y le ha dejado en evidencia en su inmovilismo».
«Todo ello evidencia que el Gobierno español transita por el carril contrario al de las soluciones de manera cada vez más solitaria. Por el otro carril va la mayoría política y social de Euskal Herria, así como la comunidad internacional», afirmó.
Ugarteburu animó a los dos ejecutivos -Madrid y París- «a que se conviertan en agentes proactivos en la búsqueda de soluciones, abandonando las políticas de excepción. Los presos políticos vascos, como en su día los irlandeses o los sudafricanos, deben ser un agente activo en la búsqueda de un escenario de paz y soluciones democráticas. Y para ello es exigible que los estados desactiven todas las políticas de excepción que se aplican a diario contra los presos. Las declaraciones de Sarkozy van encaminadas en la buena dirección y deben servir como ejemplo claro a Rajoy».
En una línea similar, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, consideró que Sarkozy, al que se refirió como «el sabueso» de la República francesa, «ha dado una lección» a su homólogo español en este tema.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Zabaleta consideró que el PP «se está moviendo» en cierta medida, aunque «no tanto como Sarkozy». Como ejemplo citó que el Gobierno del PP «no está siendo responsable en la comprobabilidad» del cese definitivo de la lucha armada de ETA, mientras que el de UMP ha dado ejemplo «justo de lo contrario, porque la derecha de Francia es derecha, pero es mucho más civilizada que la carpetovetónica o celtibérica». Así, citó el dato de que cuando anteayer hubo un robo de dinamita en el Estado francés, «inmediatamente salieron los servicios secretos, y a continuación los servicios de información, diciendo no había sido ETA. En cambio, en el Gobierno de España lo que se desarrollan son siempre actitudes y posturas contrarias»
La política carcelaria fue objeto de mención también en el Parlamento de Gasteiz, a raíz de una interpelación de Antonio Basagoiti (PP) al lehendakari, Patxi López, sobre «las políticas de deslegitimación del terrorismo». Sin entrar directamente en las declaraciones de Sarkozy en Itsasu y la situación en que dejan a Rajoy, López sí abogó por «quitar banderas de victimismo y utilizar de manera inteligente la política penitenciaria, para que quienes de ninguna manera son víctimas no aparezcan como tales».
López y Ortuzar
De modo indirecto, el dirigente del PSE reconoció que la política carcelaria es percibida como «de venganza, aunque no lo es». Por ello, defendió cambios, aunque también propuso evitar un debate continuo sobre estas cuestiones.
En cuanto al PNV, su líder en Bizkaia, Andoni Ortuzar, no apareció muy contento con las declaraciones de Sarkozy. Aunque las calificó como un «dato positivo», dijo echar en falta que «hubiera un compromiso real» con otras tres cuestiones: el reconocimiento de la territorialidad, el euskara y la reactivación económica.
Por contra, la izquierda abertzale incluyó también motivos de satisfacción por las alusiones hechas por Sarkozy a la primera de estas cuestiones durante su visita a Itsasu y Baiona. Así, Maribi Ugarteburu subrayó que además de por el tema de los presos la intervención del mandatario francés fue importante por «haber asumido la dimensión política del conflicto» y por haber dejado claro que está siguiendo muy de cerca la evolución del proceso abierto en Euskal Herria.
Ares afirma que no le «gusta» que se encarcelara a Patxi Gómez
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, respondió ayer en el pleno de control de la Cámara de Gasteiz ante una pregunta del parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, que al Ejecutivo de Lakua no le «gusta» que se encarcelara al expreso de Ortuella Patxi Gómez en aplicación de la doctrina 197/2006, aunque matizó que «siempre respetamos y acatamos las decisiones que la Justicia adopta».
Agirrezabala valoró positivamente la contestación ofrecida por Ares, de la que dijo que se sitúa así «del lado de la inmensa mayoría de la sociedad vasca, que de ninguna manera comparte el espíritu vengativo que subyace en la `doctrina Parot'». Es más, calificó la respuesta de «avance en las posiciones del PSE y del Gobierno» en esta materia «y con la necesidad de una política penitenciaria flexible y no basada en criterios de búsqueda de venganza».
En el pleno, el parlamentario pidió a Ares que el Gobierno del que forma parte «se entere» de que hay que dejar de utilizar «la política penitenciaria como instrumento de venganza y de chantaje a los presos». «Creo -añadió Agirrezabala- que este Gobierno tiene que tener arrestos para decir que el encarcelamiento de Patxi Gómez es una auténtica injusticia y que la venganza no tiene sitio nunca, pero mucho menos cuando estamos dando pasos decisivos para superar para siempre un conflicto que ha dejado tanto dolor».
El responsable de Interior le emplazó a que el próximo jueves en ese mismo escenario escuche lo que va a proponer el lehendakari, Patxi López.
Agirrezabala incidió luego, a través de un nota, en que lo que ahora esperan «es que el lehendakari plantee medidas concretas que posibiliten una nueva política penitenciaria respetuosa con los derechos de todas las personas presas y que empujen al Gobierno español a avanzar en esa dirección». 





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