Nunca hacer tan poco ha pagado tantos dividendos.
La prensa argentina ha derramado ríos de tinta acerca del gran momento que vivió el defenestrado Baltasar Garzón. Lo ovacionaron sí, lo que no queda claro es... ¿por qué?
¿Por el asunto de Pinochet?
Esa farsa en la que las casas reales de España e Inglaterra en contubernio con el ala más extrema de la derecha de sus respectivos países hicieron creer al mundo que Augusto Pinochet pagaría por sus crímenes de lesa humanidad. Vuelvan a leer, España e Inglaterra, o sea, dos de los países para los que todos y cada uno de los dictadores latinoamericanos trabajaron durante sus reinados de terror.
Garzón era solo una pieza en ese macabro juego de ajedrez que solo sirvió para aplicarle otra capa de maquillaje "democrático" a dos regímenes monárquicos involucrados en aventuras neocolonialistas. Sólo los idiotas no se dieron cuenta que todo el asunto era una cortina de humo, que Pinochet vivió felices días en Inglaterra donde era visitado a menudo por Margaret Tatcher y otros conservadores ingleses... mientras en Chile los gobiernos progres se alegraban de no tener que cargar con la responsabilidad de juzgar al genocida y echar abajo el pacto de silencio de la clase política chilena.
Si lo de Pinochet no es suficiente para merecer tantos elogios... ¿Qué es entonces?
¿Lo del franquismo acaso?
Por favor, el tipo es un franquista de closet, dispuesto a disponer de las herramientas que dejaron por ahí los del Tribunal del Orden Público para suprimir ferozmente al independentismo vasco. ¿De qué otra manera se puede entender cuestiones como el cierre de medios de comunicación, la impunidad a la tortura o la politización de los macroprocesos mas que desde la óptica del franquismo?
Así pues, todo lo que hizo el franquista Garzón fue decir que había bases para investigar los crímenes del franquismo para después declararse no calificado para hacerlo. Y por eso lo adoran alrededor del mundo. Oh la discapacitante progresía, esa que se queja de Karl Marx pero enaltece al Dalai Lama.
Sin más por agregar, les compartimos esta nota publicada en El Universo:
El juez español Baltasar Garzón fue aplaudido de pie este jueves cuando la presidenta Cristina Fernández lo mencionó entre los presentes en la ceremonia de apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso argentino.
"Quiero reconocerle doctor en nombre, no sé si de los 40 millones de argentinos pero sí de millones y millones, su rol en la defensa de los derechos humanos, que es uno de los puntales de nuestra política", dijo Fernández durante su extenso discurso ante la asamblea legislativa.
Garzón, quien como magistrado cobró fama mundial por aceptar la apertura de casos internacionales relacionados con derechos humanos, entre ellos los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura argentina (1976-1983), se encontraba sentado en uno de los palcos del parlamento junto a las líderes de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Antes de comenzar con su discurso, Fernández mencionó a parte de los presentes, entre ellos a Garzón. Bonafini y Carlotto se pusieron de pie y lo aplaudieron, gesto que fue imitado por la propia gobernante, sus ministros y parte de los legisladores.
Ambas líderes sociales se pusieron al frente de una campaña argentina de repudio por los procesos judiciales en contra de Garzón en España.
A principios de febrero, Garzón fue inhabilitado durante 11 años por irregularidades en una investigación de corrupción. Pero el ex magistrado resultó absuelto esta semana del cargo de extralimitarse en su jurisdicción cuando emprendió en 2008 una pesquisa sobre las atrocidades que cometió la ultraderecha durante la guerra civil española de 1936 a 1939.
Después de su alocución de más de tres horas ante el Congreso, la presidenta Fernández se refirió a los procesos contra Garzón: "Su juzgamiento por haber intentado develar la tragedia del franquismo... es una afrenta para la justicia universal que muchos dicen defender".
Lo de las Madres y las Abuelas, que podemos decir, a pesar de toda la información que se les ha dado al respecto del papel que ha jugado Baltasar Garzón en la violación de las garantías individuales y los derechos humanos de numerosos ciudadanos vascos, prefieren ir con la corriente como nos muestra la nota.
No quieren entender, por eso desde el Ministerio de Propaganda les recuerdan que en el estado español todo sigue atado y bien atado, que por ahora conviene a su cálculo político seguir martirizando a su chivo expiatorio, lean lo publicado en la sección internacional de Libertad Digital:
Allí compartió palco con Hebe de Bonafini, la titular de las Madres de Plaza de Mayo, y la representante de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Bonafini ha expresado en varias ocasiones sus simpatías hacia ETA y Batasuna así como de la dictadura de Fidel Castro.
Afirmaciones como "el Estado español está en guerra contra los vascos" o los presos etarras "son para el mundo un ejemplo de dignidad y resistencia", han llegado a ser pronunciadas por Bonafini en distintos momentos de su trayectoria.
Y como corolario, esta corrección a Cristina Fernández:
En su afán de quedar bien con Dios y María santísima, la presidente Cristina Fernández comenzó su discurso de la Asamblea Legislativa con un furcio, producto de su falta de información o quizás porque está acostumbrada a poner títulos a las personas que le simpatizan.
Ocurre que Baltasar Garzón, ya no es más juez porque fue inhabilitado por el Tribunal Suprema español, acusado de "prevaricato" luego de ordenar la grabación de conversaciones entre supuestos responsables en una trama de corrupción.
Así que ahí lo tienen Madres y Abuelas, todo es un montaje, y ustedes no hacen mas que perpetuar un mito construido sobre el uso de la justicia como arma política.
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