Un blog desde la diáspora y para la diáspora

martes, 4 de abril de 2006

De Chatarras y Otras Cosas

Esto nos llega via Xarlo:

Etarras, macarras y... chatarras

por Vázquez de Sola


Partiendo de la base de que ETA no es sino una banda terrorista, habríamos de preguntarnos por qué, durante los años de gobierno del pepé, tan presto éste en enviar a nuestras tropas a estrangular al terrorismo en Yugoslavia, en Irak y en todos los confines del globo globalizado, no ha empezado por librarnos a nosotros, sus pacíficos compatriotas, del terror etarra y su terrorífica arma de destrucción masiva, la goma 2.



Con razones que los maketos no llegamos a entender, esa misma banda terrorista, no ha dejado de cometer actos punibles –primero contra el franquismo, cargándose a Melitón Manzanas y a Carrero Blanco– hasta hace unos días, atentando contra quienes combaten el desmembramiento de España. Ahora, por fin, deciden la huelga de marbellum caídos: chatarra.



Para justificar su guerra particular, arguyen unos supuestos derechos territoriales a los que, en nombre de una España Unida, Grande y Libre, Patria común de todos los españoles, hemos de oponernos: si permitiésemos la autodeterminación que reivindican para las Provincias Vascongadas, España se quedaría en nada, sobre todo, después de haber segregado las parcelas ocupadas por las bases americanas, garantes de nuestra Independencia y Honor Patrio.



Durante medio siglo, los etarras se han mostrado despectivos ante el castigo, tanto cuando eran ejecutados a garrote vil como ahora, en democracia, ahogados al intentar huir, al atravesar vados y ríos –pasando por higiénicas bañeras– durante los interrogatorios de las fuerzas del orden –y los GAL– o suicidándose por ahorcamiento con las manos atadas a la espalda.



Muchos han muerto en todo este tiempo, incluso de muerte natural, pero aún así, el "entorno de ETA", compuesto por partidos ilegalizados o ilegalizables –algunos rechazando querencias homicidas–, más los presos, huidos y proscritos, engloba un grupo de posibles votantes que haría bascular la balanza electoral de manera peligrosamente inaceptable para los partidos "democráticos" vascos.



Si, al fin, la gente buena perdiera el miedo y los administradores de conciencias colectivas no temieran perder sus puestos de trabajo, tal vez, se oirían voces sensatas, objetivas, que obviando adjetivos, tan inútiles como excesivos, pondrían los puntos sobre las íes, en el sentido de comprender lo comprensible, discutir lo discutible, aceptar lo aceptable y negociar, con quien haya que negociar, todo lo negociable. Lo malo es que, para ello, es preciso ir quitando de la báscula negociadora cualquier peso muerto, muerto... y más muertos, de un lado como del otro.

¿Cuántas veces se nos ha vendido la piel del oso etarra? ¿Cuántas ha sido cazado y ha recuperado de nuevo su piel...? Si hoy se despoja de ella para dar abrigo a la paz, no es porque se haya rendido, apabullado por tanta estúpida palabrería centrípeta, sino sabiendo que el último cartucho no se quema jamás en el campo de batalla.



Ah, y a propósito, ¿aprovecharemos todos el momento para condenar el terrorismo y a los terroristas, sin olvidar, por supuesto, al franquismo ni a los franquistas?


Es la mejor forma de honrar a cientos de miles de víctimas.



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