Seis años desde que desde el Palacio de Aiete se tendiera la mano a la paz, seis años desde que ETA iniciase su proceso de DDR unilateralmente y a cuatro meses de culminar el componente del desarme, seis años desde que la sociedad vasca, impulsada por el empuje que se provee desde Iparralde para esta nueva etapa... y Madrid apostando por la más cruel inmovilidad.
El pueblo vasco ha tenido que decir adiós a uno más de sus presos politicos: Kepa del Hoyo.
Les invitamso a leer esta nota dada a conocer en Gara:
EPPK avisa tras la muerte de Kepa del Hoyo en Badajoz de que «no nos quedaremos de brazos cruzados». Recuerda que ya advirtió de esos riesgos en su último comunicado y que siguen latentes, por lo que insta a abordar «con urgencia» cuatro puntos. Entre ellos, materializar la repatriación y consensuar una hoja de ruta para las excarcelaciones.En un comunicado remitido a GARA y escrito tras la muerte del preso galdakoztarra Kepa del Hoyo en la cárcel de Badajoz, Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (EPPK) no solo expresa su dolor sino que subraya que «nos obliga a hacer una lectura más severa de la situación».Tras desear que «como ha dicho su hijo Peru, sea la última muerte», EPPK no oculta que ya advirtió de ese riesgo en su anterior mensaje, de este modo textual: «Los mandatarios del Estado español tienen tomada la decisión de que alguno o algunos de nosotros fallezcamos en prisión y nuestros allegados en la carretera (...) No ha muerto nadie, pero podía haber pasado, puede pasar». Tras la luctuosa noticia llegada de Badajoz el 31 de julio, constata con tristeza que «ya ha ocurrido; y esta vez no en la carretera, pero puede ocurrir eso también. Y puede pasar otra vez en prisión».El Colectivo hace hincapié en que la muerte de Kepa del Hoyo confirma que «una de las dos partes no ha desactivado su violencia». Y explica que «EPPK no se quedará cruzado de brazos» ante ello. «Por el momento» hace públicos cuatro puntos que insta a abordar «con urgencia»: a saber, «acordar una hoja de ruta para la excarcelación», «traer a Euskal Herria a los presos y presas vascos», «sacar a la calle a quienes están enfermos o son de edad avanzada» y «que los mandatarios se pongan en contacto con la representación del Colectivo».«El Colectivo reflexionará sobre cuál debe ser su modo de actuar en el futuro y cuáles serán sus iniciativas», añade. Anticipa junto a ello que el 9 de diciembre hará «huelga de visitas» con ocasión de la movilización prevista en París.Este reposicionamiento llega en un momento, explica, en que EPPK iba a acometer la implementación de las decisiones tomadas en su debate interno: «Compartir con el pueblo los informes jurídicos [de cada preso], renovar las relaciones con mediadores y grupos, consensuar iniciativas adaptadas a la nueva línea para hacer frente a los ataques de la cárcel, elegir la nueva dirección», enumera. También revela que «hemos sabido que agentes políticos y sociales están elaborando una hoja de ruta con nuestra excarcelación como meta y que los ‘artesanos de la paz’ han puesto plazo al Gobierno francés para que acabe con el alejamiento, teniendo la libertad de todos los presos políticos como objetivo». Es en este contexto en el que ha llegado la muerte de Kepa del Hoyo, que le hace fijar esas tareas «urgentes».«La muerte de Kepa nos recuerda a todos cuál es la cruda realidad: el Estado todavía sigue provocando sufrimiento, una de las dos partes no ha desactivado su violencia. En los tribunales continúa imponiendo cadenas perpetuas; en Euskal Herria, sigue con las armas en la mano, mostrándose dueño y señor. Entre las consecuencias del conflicto hay una que todavía provoca personas afectadas, una que no es pasado: las cárceles», es el resumen actual de EPPK.El comunicado parte de las condolencias a los familiares de Del Hoyo: «Se nos han humedecido los ojos cada vez que hemos leído en los periódicos algo sobre su muerte. Como ha dicho su hijo Peru, que sea la última».Texto íntegro del orginal en euskara
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