Entre las postales de principios de siglo en Euskal Herria abundan las que mostraban la febril actividad que llevaban a cabo las mujeres vascas en los distintos puertos pesqueros del litoral cantábrico.
Hoy 20 Minutos nos comparte un reportaje en el cual se nos alerta acerca de la desaparición de los diferentes oficios que llevaban a cabo las mujeres en el ámbito de la pesca.
Lean ustedes:
Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) afirma que las rederas, empacadoras y neskatilas de Euskadi y Galicia "no tienen relevo generacional", ya que se desempeñan trabajos "muy duros físicamente" y con condiciones laborales "muy precarias".Este estudio, enmarcado en la tesis doctoral 'Empoderamiento femenino en contextos de gobernanza. Las experiencias de las trabajadoras de la pesca en Galicia y Euskadi' de la investigadora Patricia Martínez, relaciona el empoderamiento de las trabajadoras de la pesca con la regularización de sus oficios.Según explica la investigación, la reciente regularización del oficio de las trabajadoras de la pesca en Euskadi y Galicia ha supuesto cambios que "en algunos casos van más allá de lo meramente laboral", ya que la participación en dichos procesos "ha influido en el empoderamiento y la visibilidad de estas mujeres".La investigadora de la UPV/EHU destaca que las contribuciones de las trabajadoras de la pesca han sido "inagotables, tanto a nivel productivo como de sostenimiento de sus comunidades" y "a pesar de ello, han sido muy pocas veces reconocidas"."Este estudio contribuye a acabar con la invisibilidad de estas mujeres, que procede de la división del trabajo en función del género y que margina los roles y valores asociados a lo femenino, en este caso, la permanencia en tierra, frente a lo productivo y valorado, que es el mar", subraya Patricia Martínez, autora del estudio.En este sentido, subraya que los resultados muestran que la creación de asociaciones laborales y la participación activa de estas mujeres en los procesos de regularización de sus oficios suponen un "punto de inflexión"."Hay un importante empoderamiento a nivel individual, puesto que han adquirido habilidades sociales y confianza en sí mismas, han perdido miedos", insiste Martínez.El estudio concluye que los procesos llevados a cabo han concedido a estas mujeres capacidad de negociación, ya que "antes daban por hecho que tenían que hacer lo que dijeran los armadores y ahora plantean sus condiciones, por ejemplo respecto a trabajar durante el fin de semana".Futuro inciertoA pesar de los cambios producidos, la investigación afirma que las trabajadoras de la pesca "no tienen relevo generacional", ya que se trata de trabajos "muy precarios". "Aunque sus condiciones laborales hayan mejorado, se trata de trabajos muy duros físicamente, y no tienen todos sus derechos reconocidos en cuanto a enfermedades laborales, por ejemplo", explica Martínez.Por otro lado, destaca que el sector de la pesca "no atraviesa por su mejor momento", ya que "la Comunidad Europea está llevando a cabo una política de pesca que favorece a las multinacionales y ahoga a la pesca artesanal, situación que afecta también a las mujeres".Según la investigadora de la UPV/EHU, este estudio es "una forma de completar el cuadro que siempre cuenta la historia de los hombres y en el que las mujeres nunca estamos".
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