Mientras la sociedad vasca continúa trabajando en pos de un proceso de paz y reconciliación, desde Madrid los peperos insisten en dinamitar todo puente que se encuentren a su paso.
Hoy, buscan, una vez más, criminalizar las bienvenidas que familiares, amigos y vecinos hacen a los presos políticos vascos una vez que regresan a sus localidades de origen después de que terminan de cumplir sus desproporcionadas condenas hasta el último segundo del último minuto de la última hora del último día.
Claro, para criminalizar y después judicializar a quienes se atreven a mostrar públicamente su cariño hacia un represaliado vasco primer hay que torcer la semántica. Así que los adscritos al régimen borbónico franquista inician el asedio utilizando el término 'homenaje' para referirse a las bienvenidas.
Así, un inocuo recibimiento se convierte en un acto que desafía a la sociedad pues de pronto lo que tenemos es a un grupo de gente portando ikurriñas y banderolas por la repatriación de los presos celebrando la vuelta a casa de una persona que cometió crímenes de lesa humanidad en contra de gente inocente, víctimas a las que se revictimiza con esos inhumanos 'homenajes'.
De esta forma, en lugar de avanzar en el tema de la liberación de los presos - el aún pendiente componente de la reintegración dentro del proceso de DDR de ETA -, la metrópoli deja bien claro que lejos de estar buscando implementar fórmulas como la Justicia Transicional - que sí ha apoyado en Colombia - lo que hace saber es que tiene considerado iniciar un nuevo ciclo de violencia institucional llevando al banquillo de los acusados a quienes organizan los recibimientos, o sea, a los familiares, amigos y vecinos de los presos políticos vascos.
Y como es su costumbre, para guardar las apariencias, descarademente dejan en claro que una vez más, recurrirán a los grupos de choque identificados como "asociaciones de víctimas".
Aquí lo que nos comparte Gara:
El presidente del PP, Pablo Casado, anunció ayer en Gasteiz que su partido ha registrado en el Congreso una iniciativa para tipificar como delito la mera convocatoria de «homenajes» a represaliados vascos.El PP ha registrado en el Congreso español una proposición de ley para que la mera convocatoria de homenajes a presos y presas vascas constituya un delito de «enaltecimiento» y de «vulneración de la ley de reparación de víctimas». Así lo anunció ayer el presidente del PP, Pablo Casado, el Museo Artium de Gasteiz, donde este fin de semana se celebra la Escuela de Verano Miguel Ángel Blanco.En su visita a la capital alavesa, Casado lamentó que «desgraciadamente se siguen organizando homenajes a etarras» en algunas localidades vascas, cuando realmente «debe ser el tiempo de la reparación, de la memoria, de la justicia y de homenajear a quien lo merece». Por ello, avanzó que su partido ha presentado una iniciativa que tiene por objeto extender el reproche penal a los homenajes a su mera convocatoria, con independencia de que finalmente se celebren o no. «El que convoque o prepare un homenaje a un terrorista, aunque no llegue a celebrarse, tiene que tener el reproche de toda la sociedad», señaló el líder del PP.De manera paralela, la formación derechista también quieren que «nunca prescriban los delitos de terrorismo», ampliando el carácter imprescriptible que ahora tienen en algunos casos «a todos los que colaboren, ayuden, organicen o financien el terrorismo». En la práctica, el objetivo parece que ser que también la acusación de «colaboración» sea imprescriptible.Escenificar la «derrota»En su intervención, Casado insistió en que «la derrota de ETA» comenzó hace 22 años con el atentado mortal contra Miguel Ángel Blanco, pero insistió en que «todavía es necesario escribir su relato de derrota, así como la victoria de las víctimas y de todos los demócratas».«A ETA la derrota España, la nación, respaldando al Estado de Derecho», subrayó antes de rechazar que quienes han hecho posible el desarme y disolución de ETA hayan sido «terroristas blanqueados o cómplices políticos de la banda disfrazados de 'artesanos de la paz’».Las palabras de Casado en Gasteiz van en línea con la postura defendida por Covite, que esta semana ha pedido a los ayuntamientos que retiren los permisos para colocar txosnas a los agentes políticos y sociales que reivindiquen los derechos humanos de los presos vascos durante las fiestas patronales.La asociación que preside Consuelo Ordóñez ya ha enviado su primer escrito al Ayuntamiento de Santurtzi, en que el que, según denuncia, Ttipi Ttapa «realizó un llamamiento público el pasado día 12 para que los ciudadanos acudiesen a su txosna para apoyar a los presos de ETA, a los que calificó de represaliados políticos vascos». Covite afirma que «documentará» los actos que se realicen en apoyo a los represaliados.
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