Desde el portal de El Confidencial traemos a ustedes este artículo acerca del euskera, la lingua navarrorum, el idioma que le da identidad a los vascos:
Aunque separados geográficamente, los armenios y los vascos comparten muchas palabras. ¿Estamos más cerca de conocer las raíces del idioma más misterioso de Europa?Ada NuñoEs el idioma en el que todo suena raro y tiene su propio día (el 3 de diciembre), sus primeras palabras escritas datan del siglo I d.C. y el rumano es la lengua romance que más se le parece, pues, como ella, tiene declinaciones y participios en 'tu'. Hablar del euskera es fascinante y da para rellenar páginas, pues es probablemente uno de los lenguajes más misteriosos del mundo.Su particularidad es conocida por todos: es la única lengua aislada de Europa, es decir, que no tiene ninguna relación o conexión lingüística conocida con ningún otro idioma (vivo o desaparecido). Se desconoce su origen, al igual que el de sus hablantes, aunque muchos lingüistas aseguran que tuvo una importante influencia en las lenguas romances. Las teorías son muchas, algunas sostienen que los vascos son autóctonos de la península Ibérica. Otras, sin embargo, hablan de raíces afroasiáticas o incluso caucásicas, relacionadas con los georgianos y los armenios. Esta última es la que nos concierne.¿Qué podría tener en común con el País Vasco esa pequeña región tan lejana como es Armenia, entre Europa Oriental y Asia Occidental? En el centro de San Sebastián, a pocos pasos de la entrada de la Catedral del Buen Pastor, una estela o 'khachkar' se erige conmemorando el centenario de la matanza masiva de armenios por los grupos otomanos. La camaradería entre dos grupos étnicos tan separados geográficamente sin duda llama la atención, pero lo cierto es que, aunque distantes, ambos pueblos comparten una desconcertante cantidad de palabras y elementos gramaticales.Muchos armenios creen que las similitudes no son una casualidad. Son defensores acérrimos de que, contrariamente a la teoría de que los vascos surgieron en la península Ibérica, sus raíces se encuentran entre Georgia y Azerbaiyán. Es una idea que se remonta varios siglos atrás y que afirma los vínculos lingüísticos, toponímicos, mitológicos e incluso de ADN entre las dos etnias. Algo no exento de polémica, más si tenemos en cuenta que en 2001 el lingüista armenio Vahan Sargsyan publicó varios libros y estudios sobre el tema, incluyendo un diccionario armenio-vasco.Sin embargo, en 2015, las pruebas del genetista de poblaciones Mattias Jakobsson, de la Universidad de Uppsala, en Suecia, echaron por tierra esta teoría cuando su equipo encontró fuertes coincidencias de ADN entre los esqueletos de los agricultores neolíticos ibéricos, que datan de hace 5.500 años aproximadamente, y los vascos de hoy en día, según la revista 'Science'. Pero el descubrimiento no ha traído el cierre. Los investigadores también reconocieron que no podían "descartar por completo la posibilidad de que el euskera tenga sus orígenes en un lenguaje de cazadores-recolectores que se conservó y extendió cuando la agricultura lo hizo por toda la Península", lo que deja sin resolver el misterio.Son muchas las palabras que ambos países tienen en común, especialmente las relacionadas con la agricultura. 'Ardi' (oveja) o 'urti' (acuífero) son ejemplos de ello. Justin Calderón, de la BBC, decidió hacer una prueba para ver cuántas palabras compartían ambos idiomas. "Pregunté a un autóctono de San Sebastián por una lista de palabras armenias, para ver si conocía alguna. Solo señaló 'ardi', aunque me dijo que el resto le sonaban aunque le parecían antiguas. Después hice lo mismo con varios amigos armenios en Bayona y el resultado fue muy parecido. Parece que la conclusión es que ambos idiomas comparten palabras que ya se encuentran obsoletas. No forman parte de ninguno de los dos lenguajes actuales".Sin embargo, la semejanza entre ambos idiomas quizá tendría una explicación más sencilla de lo que pudiera parecer. Según Xabier Quintana, filólogo y director de Euskaltzaindia, el origen compartido no es tal. "No existe una evidencia sólida. Esas palabras compartidas entre el armenio y el euskera son seguramente antiguos préstamos del latín, celta u otros idiomas, lo que invalida la comparación". Insistió en que para que un estudio de este tipo puede tener éxito, se deben hacer comparaciones entre las formas antiguas de ambos idiomas para eliminar sus préstamos (en el caso vasco del latín, ibérico, etcétera, y en el armenio, del árabe o turco). Tampoco hay pruebas arqueológicas de presencia armenia en el País Vasco o Navarra.Por lo tanto, parece que el origen del euskera seguirá siendo, por el momento, un misterio. Un raro tesoro que sin duda hay que preservar y que se seguirá estudiando hasta que, finalmente, se despejen todas las dudas al respecto sobre cómo surgió y se expandió hasta nuestros días. Un idioma que no desaparece, pues en los últimos 25 años ha ganado 223.000 hablantes.
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