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viernes, 7 de junio de 2019

Sanferminak 1978 en Argentina

Traemos a ustedes una actualización de la querella argentina contra el españolismo franquista por medio de este artículo en El País:


La jueza a cargo de la querella por los crímenes del franquismo toma declaración a nuevos familiares de víctimas

Mar Centenera

Durante los Sanfermines de 1978, un grupo desplegó una pancarta por la amnistía de los presos en la plaza de toros, donde había unas 20.000 personas. Ese incidente dio pie a la entrada de la policía y a posteriores enfrentamientos por las calles de Pamplona que fueron reprimidos con gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real. Germán Rodríguez pensó que las balas eran de fogueo y se puso de pie. Recibió un tiro en la frente. Casi 41 años después del crimen, su hermano Fermín ha declarado este miércoles por primera vez ante un juez. No en España, donde la muerte se zanjó sin juicio ni culpables, sino en Argentina. Frente a María Servini de Cubría, quien está a cargo de la única querella abierta por los crímenes del franquismo y los primeros años de la Transición española.

“Me he emocionado”, cuenta Fermín Rodríguez en Buenos Aires horas después del encuentro con la magistrada, al que ha asistido acompañado de otros querellantes, diputados españoles e integrantes de asociaciones civiles. “Es la primera vez que he podido sentarme ante un juez y explicarle mi caso. Para vergüenza de la Justicia española he tenido que recorrer 10.000 kilómetros para poder hacerlo”, continúa Rodríguez.

Su hermano Germán tenía 23 años y militaba en la Liga Comunista Revolucionaria. El Parlamento navarro ha pedido la desclasificación de los documentos del Ministerio del Interior y las investigaciones judiciales vinculadas con los sucesos, en los que hubo también más de 150 heridos, pero por ahora siguen sin salir a la luz. Una asociación formada por familiares y amigos de la víctima ha llevado el caso hasta el Parlamento Europeo y ahora Fermín ha cruzado el Atlántico para intentar que se haga justicia: “Espero que la querella salga hacia adelante porque la impunidad es una losa más a nuestro dolor”.

Servini de Cubría ha escuchado también este miércoles a otro querellante: Manuel Ruiz, hermano de Arturo Ruiz, un estudiante de 19 años que fue asesinado en Madrid en enero de 1977, durante la conocida como Semana negra de la Transición. Ruiz pretendía participar de una manifestación pro amnistía que había sido prohibida por el Gobierno civil cuando recibió dos disparos por la espalda que pusieron fin a su vida. Su presunto asesino, José Ignacio Fernández Guaza, está en paradero desconocido. “Desde el País Vasco logró salir a Francia, de allí a América Latina y ahora no se sabe dónde está”, cuenta Manuel Ruiz.

Este ex técnico gasista recuerda que se enteró por la televisión de la muerte de su hermano, sólo un año menor que él. Estaba almorzando con sus padres, quienes tuvieron que ir a reconocer el cadáver. Después, la familia guardó silencio durante décadas para intentar disminuir el dolor, pero nunca desapareció. “No pueden hacer que nos olvidemos de las cosas por ley”, afirma Ruiz, “Yo he sido un cobarde emocional y mi tendencia ha sido a cerrarme, pero ahora que mis padres ya no están, por ellos, por mi hermano, voy a dedicar las fuerzas que me quedan en que se reconozca su memoria y se trate de hacer la justicia posible”.

Los abogados querellantes confían en que los nuevos casos den nuevo impulso a la querella por los crímenes perpetrados en España desde el inicio de la Guerra Civil, en 1936, hasta diciembre de 1978. La investigación se abrió en Argentina hace nueve años y cuenta con cientos de querellantes, entre los que hay torturados y represaliados por el régimen y familiares de víctimas. Entre 2013 y 2014, la jueza ordenó la detención de una veintena de ex cargos franquistas y otros imputados por presuntos crímenes de lesa humanidad, pero España las rechazó. La Justicia española considera que los delitos que se les imputan han prescrito y además quedaron absueltos por la Ley de Amnistía de 1977. Los demandantes, en cambio, defienden que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles.

El próximo 9 de septiembre está citado a declarar ante la jueza Servini el ex ministro franquista Rodolfo Martín Villa, actualmente imputado en la querella por su responsabilidad en la masacre del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz y en los asesinatos policiales durante la semana pro-amnistía de Euskal Herria en mayo de 1977. Manuel Ruiz espera también que quien era en ese momento ministro de la Gobernación responda también por la muerte de su hermano Arturo.






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