Con su inefable estilo Koldo Campos le recuerda a los medios de comunicación españoles cuán efectiva suele ser la hemeroteca para desenmascarar a los disimuladores:
“Fuimos, vimos, él murió”Koldo Campos Sagaseta | CronopiandoEl periódico El País denunciaba días atrás “subastas de esclavos a las puertas de Europa”. Hablaba de Libia.Al margen de que hago mía la denuncia… ¿no era El País la misma letrina que clamaba porque se derrocara a Gadafi para que de la mano de los EEUU y de Europa, Libia se convirtiera en una democracia? ¿No es la misma letrina que hoy clama porque se derroque a Maduro para que de la mano de los EEUU y de Europa, Venezuela se convierta en una democracia?Además de los mismos enemigos, algo en común tienen Venezuela y Libia: el petróleo. Libia 48.000.000.000 de barriles (octava productora del mundo). Venezuela 300.878.000.000 (la primera).Libia era el país árabe con mejor nivel de vida y con menos problemas pero, de improviso, el gran amigo y socio de Europa se convirtió en un tirano. De que así se entendiera se ocuparon los grandes medios. El País entre ellos. “Francia golpea la primera” aplaudía Le Figaro; “París y Londres aseguran que las operaciones no han matado a ningún civil” confirmaba Público; “Los cazas españoles preparados para intervenir” anunciaba El Mundo. Con la habitual gracia americana Hillary Clynton lo resumió entre carcajadas: “We came, we saw, he died...”.De letrinas de papel como El País se nutren las cloacas.(preso politikoak aske)
°
No hay comentarios.:
Publicar un comentario