Cubainformación trae a nosotros datos duros acerca de cierta nota que hizo su recorrido por las portadas de muchos medios de comunicación del orbe:
A Mariela y al equipo del Cenesex, con cariño, respeto y admiraciónJosé Manzaneda | Coordinador de CubainformaciónEl reconocimiento internacional a los avances legales y las políticas públicas de Cuba en materia de diversidad sexual y de género es algo insoportable para la ultraderecha de Miami, ahora en el gobierno de EEUU.Para ello dirige, desde hace tiempo, una campaña de desprestigio contra la diputada cubana Mariela Castro y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) que dirige.En esta campaña se insertan los incidentes ocurridos, hace unos días, en el Malecón de La Habana, convertidos en titulares como “Cuba reprime la marcha gay no autorizada” o “Marcha no autorizada de la comunidad LGTBI en Cuba finalizó en represión”.A alguien que viva y sufra la brutalidad policial en EEUU, Honduras, Francia o España no dejará de sorprenderle la palabra “represión”, asignada a la retirada de la vía pública, sin violencia, de tres personas, por parte de la policía cubana. Personas, por cierto que -contra lo que se ha dicho- ni están “detenidas”, ni “arrestadas”, ni tienen proceso judicial abierto.Pero repasemos los acontecimientos.Se celebraba la XII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia. Informaciones acerca de que un grupo, financiado por el gobierno de EEUU, planeaba reventar su acto más popular, la Conga por la Diversidad, llevaron a que el gobierno cubano decidiera suspenderla.Las explicaciones fueron escuetas y poco convincentes, y un grupo convocó, por redes sociales, a una conga improvisada. La marcha, de unas 150 personas, aún sin autorización, se realizó con normalidad por la calle habanera de Prado. Su objetivo era reivindicar la Conga suspendida, no atacar al gobierno. Muchas personas, incluso, participaron después en la Fiesta por la Diversidad organizada por el Cenesex en otro lugar de la capital. “No es nada político, para nada. Esa no es la intención, la intención es estar aquí, una vez más, con Fidel y con la Revolución. Aunque nos hayan dado la espalda este año, demostrar que sí podemos”, declaraba uno de los participantes a Televisión española.Acabado el recorrido por el boulevard peatonal de la calle Prado, un pequeño grupo trató de dirigirla hacia el Malecón. Un agente de policía, en tono dialogante y con total educación, les pidió no avanzar hacia una vía de intenso tráfico. “Vds., cuando cojan Malecón, van a irrumpir en una vía de alta velocidad”. “¡No nos van a detener, avante!”, se escuchó. “No hagan eso, porque no conduce a nada”, indicó el agente.Varias de las personas se negaron y la policía las condujo a un coche patrulla, sin violencia. Curiosamente, ninguna era activista LGBTi, sino tres conocidos “disidentes”: Ariel Ruiz Urquila, habitual de las reuniones en la Embajada de EEUU, así como Boris González y Oscar Casanella, ambos a sueldo de Diario de Cuba, un medio que financia, con 220 mil dólares anuales, la Casa Blanca.La Fiesta de la Diversidad, organizada por el Cenesex, que reunió, el mismo día, a más de dos mil personas, no fue noticia. Tampoco las decenas de encuentros, galas, talleres, cine-debates y exposiciones de la Jornada desarrollada durante diez días.Por el contrario, intelectuales de la Revolución que criticaron, con todo su derecho, la suspensión de la Conga oficial y también la actuación policial, ocuparon de inmediato espacios destacados en la prensa internacional.Para colocar de nuevo el mensaje de la “homofobia institucional” en Cuba, los medios mentían, una vez más, sobre la nueva Constitución del país, asegurando que se eliminó de ella una “modificación que abría las puertas al matrimonio homosexual”. La realidad es la contraria: la Carta Magna ha eliminado todo obstáculo legal para que un nuevo Código de Familia pueda recoger diferentes tipos de matrimonio.Y ¡cómo no! Nos han vuelto a machacar con la homofobia existente en Cuba ¡hace 50 años!. La misma que sufrían miles de personas en los países del entorno, incluidos los EEUU, sin que ningún medio nos lo recuerde.La campaña de desprestigio va a continuar. Pero los logros del Cenesex son enormes. Y van a tener difícil tapar el sol con un dedo.
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