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jueves, 20 de diciembre de 2018

La Brecha Social Sanitaria

Pareciera ser que en Lakua han descubierto el hilo negro con respecto a la precariedad en el estado salud de quienes sufren marginación económica.

Le recomendaríamos a Jon Darpón que leyera la entrevista que Clara Valverde concediera a En Orsai el año pasado pues de hecho no hay nada nuevo bajo el sol del neoliberalismo en lo que respecta a la necropolítica.

Les invitamos pues a echar una ojeada a lo que se reporta desde El Mundo:


Los más desfavorecidos sufren más enfermedades mentales, fuman más y son más obesos

Belén Ferreras

La buena salud es una cuestión de dinero, también. La encuesta de salud 2018 elaborada por el Gobierno vasco revela que el estado de salud de los vascos es peor cuanto menor es su nivel socioeconómico. La brecha social es también sanitaria, pese a la esfuerzo desde el sistema público de salud porque la prevención sea universal.

La encuesta de salud de la CAV, hecha pública hoy por el consejero Jon Darpón, señala que los ciudadanos de clases más desfavorecidas tienen, de entrada tres veces más problemas de salud mental, especialmente ansiedad o depresión, que las personas de nivel económico más elevado. Pero no sólo eso, los más pobres fuman más y duplican los porcentaje de obesidad respecto al resto de la población. Una «brecha» que se pone de manifiesto en esta encuesta pero que Darpón señala que no es exclusivo de la sociedad vasca, sino que se da en todos los sistemas de salud. Precisamente para intentar atajarlo se planificarán diferentes estrategias en la política sanitaria en línea con la vigente extensión a toda la población de métodos de prevención con el cribado de distintos tipos de cáncer.

Al margen de la patente brecha social en el ámbito sanitario, los resultados de la encuesta, que se elabora de forma quinquenal dejan ver una mejora general de la salud de los vascos respecto a la encuesta anterior, realizada en 2013. Eso se traduce fundamentalmente en el aumento de la esperanza de vida, por encima de la media europea. De media, los hombres viven 80,3 años (un año más que en 2013), mientras que las mujeres viven 86,5 años.

El reto, según ha indicado el consejero, es a partir de ahora, más que elevar la esperanza de vida, conseguir mejorar el número de años que se vive sin discapacidad, entendida esta como la afectación de algún tipo de enfermedad crónica. Una edad que se sitúa ahora en 70 años.

Esto permite que en un 87% de los hombres y un 82% de las mujeres, perciba que tienen buena o muy buena salud, un 15% más que la media europea, aunque a medida que disminuye el nivel socioeconómico disminuye la sensación de buena salud.

Los problemas de salud mental registran una mejora significativa, según se trasluce de la encuesta, ya que han disminuido en un 40% en el caso de los hombres y un 32% en el de las mujeres respecto a 2013. Aún así, el 9% de los hombres y el 17% de las mujeres padecen síntomas de depresión o ansiedad. Tres veces más si viven en entornos desfavorecidos.

Se mantiene como un problema fundamental en el sistema de salud vasco el tabaquismo, pese a que ha descendido mucho en los últimos cinco años. Según la encuesta el 20% de los hombres y el 14% de las mujeres fuma de manera habitual. Aquí también tiene mucha influencia el entorno social. En las clases más favorecidas es fumador el 12% de los hombres, frente al 30% de los de nivel socioeconómico más bajo. Aunque las cifras de tabaquismo son ya inferiores a las del Estado y las de Europa, Darpón ha llamado a «no echar las campanas al vuelo» y seguir incidiendo en la lucha contra el tabaco por ser factor de riesgo para otras enfermedades.

De igual forma ha incidido en la obesidad, que aunque se ha reducido, todavía hay un 14% de hombres y un 11% de mujeres que la padece, y pese a los cambios de los hábitos en los que la mayor parte de la población hace ejercicio, el 20% de los hombres y el 27% de las mujeres no realiza ejercicio físico saludable.






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