Hay un asunto que siempre quedará clavado en el costado de la clase política española, nunca, a pesar de su despiadada campaña propagandística, pudieron destruir una característica de ETA, su credibilidad. Cada vez que ETA llevó a cabo una declaración, siempre se apegó a ella sin importar las consecuencias muchas veces funestas tanto para sus militantes como para el pueblo vasco en general, a diferencia de Madrid, que una y otra vez mintió, traicionó y violentó su discurso, apostando por el pragmatismo más mendaz y cínico en su cruzada en contra del derecho de un pueblo a su autodeterminación.
Hace ya tres años que ETA declaro el cese de su actividad armada, el artículo que les presentamos a continuación, publicado en Noticine, muestra que los cineastas entienden muy bien que no hay vuelta atrás para esta organización antifascista, que su propuesta de paz y reconciliación es definitiva.
Algunos son leales a la congruencia de ETA, otros, más serviles, aprovechan para dar una vuelta más a la tuerca propagandística del franquismo borbónico.
Lean ustedes:
Por suerte, la organización armada vasca ETA no está ya en la vida cotidiana de vascos y españoles por sus atentados, pero, ahora, cuando se cumplen casi tres años del abandono de su lucha armada, se encuentra más presente que nunca en el cine, con al menos cuatro títulos: las ya rodadas "Lasa y Zabala", que posiblemente se estrene en el Festival de San Sebastián, y la comedia dramática "El negociador", de Borja Cobeaga, además de la filmación en este momento de la producción francesa "Sanctuaire", en principio destinada a la pequeña pantalla, y el proyecto de Imanol Uribe "Lejos del mar". En la mayoría de los casos se trata de relatos basados en hechos reales o inspirados por las circunstancias de éstos.
En postproducción desde el pasado marzo, "Lasa y Zabala", del donostiarra Pablo Malo, protagonizada por Unax Ugalde, en el papel del abogado de la izquierda abertzale Iñigo Iruín, sigue el proceso judicial en relación con el secuestro en el País Vasco francés y asesinato de dos miembros de ETA a manos del GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), organización gestada desde el poder político y policial para combatir al grupo terrorista con sus propios métodos. Francesc Orella, Oriol Villa, Aitor Mazo y Pep Tosar completan el reparto, que trabajó en Baiona, San Sebastian y Tolosa, principalmente.
"De un par de años a esta parte, se están dando las circunstancias para poder contar este tipo de historias, quizás hace cinco años no hubiera sido posible. Ahora se pueden aceptar algunas partes de nuestra historia. Hay todavía mucho odio y sufrimiento juntos, es este un país construido sobre cárceles y cementerios", dijo Malo, autor de "Frío sol de invierno". Es muy posible que esta película tenga su estreno mundial en la próxima edición del Festival de Cine de San Sebastian, en la que seguro despertará una gran expectación tanto por su temática, como por ser la nueva película de un director local.
También es donostiarra, es decir nacido en Donostia-San Sebastián, Borja Cobeaga, quien tendrá más difícil poder llegar al certamen de su ciudad este año con "Negociador", una comedia "en un tono hasta cierto punto melancólico" -según ha dicho- sobre un político vasco (Ramón Barea) que ejerce como interlocutor del gobierno español en las negociaciones con ETA para el final de la violencia en el País Vasco. Lejos de ser un acto solemne y calculado, pronto se verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcarán el diálogo entre ambas partes. Y que la relación personal entre negociadores será clave para la resolución del conflicto.
Josean Bengoetxea, Carlos Areces, Melina Matthews, Maria Cruikshank, Oscar Ladoire, Raúl Arévalo, Secun de la Rosa, trabajaron también la pasada primavera en esta nueva cinta del autor de "Pagafantas" y coguionista de "Ocho apellidos vascos", el taquillazo del año en España. "La base de la historia -destacaba Borja Cobeaga sobre la trama- es real pero el argumento y los personajes son una completa invención, una "ficción basada en hechos reales". No hay aspiraciones a hacer una crónica realista de las negociaciones entre el gobierno español y ETA, sino el relato ficcionado sobre un acto supuestamente solemne y grave pero repleto de pequeños detalles que convierten el acontecimiento en algo muy de andar por casa. No es una película sobre la negociación, sino sobre todo los detalles que la rodean. Y esos detalles convierten la película en una comedia. No una comedia loca y caricaturesca, sino en un enredo contenido y hasta cierto punto melancólico. "Comedia bajonera" sería la mejor forma de definirla".
En el País Vasco francés se filma en este momento la coproducción franco-belga (aunque con notable presencia hispana ante la cámara) "Le sanctuaire" (El santuario), que se desarrolla a mediados de los 80, cuando sectores del gobierno socialista organizan los GAL para golpear a ETA en su "santuario" de Euskadi Norte, en territorio galo. Al frente del elenco encontramos al español Alex Brendemühl en el papel de Txomin, por entonces líder del grupo terrorista vasco, y Jérémie Renier en el papel de un asesor del gobierno francés. El guión, del cineasta vascofrancés Xabi Molia, se basa en hechos reales, que retratan el cambio de postura de la cúpula dirigente francesa, hasta entonces tolerante con los que consideraban "independentistas vascos", quienes representaban un problema para el vecino del sur pero no propio. A partir del contraterrorismo de los GAL, colaboraron con España en la lucha contra ETA.
Finalmente, en octubre, el vasco nacido en San Salvador Imanol Uribe -quien ya tiene en su haber una de las cintas más importantes que pone en tela de juicio a la banda ETA, "Días contados"- dirigirá otra cinta que al menos de forma tangencial tocará a la organización nacida del nacionalismo vasco en los años 60 del pasado siglo, "Lejos del mar". Comenzará a rodar en Cabo de Gata (Almería) y San Sebastián y Eduard Fernández y Elena Anaya serán los protagonistas. "No quiero contar mucho pero sí cierra un ciclo con la temática de ETA y del terrorismo muy de fondo, porque es una historia íntima, una historia de amor", decía hace pocos días el también director de "La muerte de Mikel" a ABC. El cine en relación al tema del terrorismo de ETA "tiene muchas aristas y formas de abordarlo" agregaba.
Además de "Días contados", han sido varias las cintas que desde diferentes puntos de vista han tocado el tema de ETA, desde otra cinta del propio Uribe, "La fuga de Segovia", sobre la huída de un grupo de etarras recluídos en esa carcel castellana, a la última de Gutiérrez Aragón "Todos estamos invitados", que cuenta la historia de un profesor universitario amenazado de muerte por la organización terrorista, pasando por varias dedicadas al famoso atentado de ETA en 1973 al presunto heredero del franquismo, el almirante Carrero-Blanco; "Ander eta Yul" y "Yoyes", que muestran las interioridades del grupo, o los thriller sobre el infiltrado en ETA "El Lobo" y las implicaciones políticas de la guerra sucia en "GAL", ambas de Miguel Courtois. Lo que no había pasado es que tantas cintas sobre el asunto coincidieran en un tiempo tan limitado.
Y terminamos mencionando que hoy día, todo lo que tienen que temer estos directores, es que sin motivo alguno, los grupos de choque ultra-fascistas (Justicia y Dignidad, AVT, Covite, etc) les acusen de apología del terrorismo.
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