Cuando uno quiere jugar al equidistante termina metiéndose en un berenjenal, sobre todo cuando uno insiste en ser amigo de las dos partes en un coflicto, sobre todo un conflicto donde un lado pone las bombas y el otro lado pone los muertos.
Les compartimos este comunicado publicado en Kaos en la Red:
Tras la polémica suscitada por la interesada difusión de un antiguo comunicado contrario al boicot de los productos israelíes en el que figuraba la firma de Jon Iñarritu, el hoy diputado explica su posición:
La terrible, injusta y denunciable situación que está viviendo la población de Gaza, en la que ya han muerto más de 1000 personas, la mayoría civiles, ha sido utilizada por algunas personas para difundir acusaciones de culpabilidad o complicidad con el gobierno Netanyahu contra algunos de los firmantes de un manifiesto de rechazo de la campaña BDS de boicot a Israel en 2011.
En marzo de 2011, varios ciudadanos y ciudadanas firmamos un manifiesto en contra de la campaña BDS, oponiéndonos al boicot porque, en nuestra opinión, no sólo no contribuye a la resolución del conflicto, sino que, además, por medio de esa campaña se están cometiendo actos discriminatorios contra ciudadanos israelíes por razón de su origen, algo que nos parece de todo punto injusto y peligroso. Recordemos que esa campaña es apoyada por numerosas organizaciones palestinas, pero que también es rechazada por muchas otras, e incluso por el mismo presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), por lo que podríamos estimar que cuanto menos es una estrategia debatible.
En lo que a mí respecta, conozco Oriente Medio por haber residido allí. Este hecho unido a otros, hace que sienta un especial interés y cercanía por la región y por los pueblos y culturas que allí habitan. Un ejemplo, que para algunos resultará incluso contradictorio (para mí no), es que el 24 de septiembre de ese mismo año, tuve la oportunidad de acudir a Ramallah (Cisjordania), al acto organizado por la ANP, con motivo de la solicitud del reconocimiento del Estado palestino ante la ONU y días después haber celebrado el Rosh Hashaná (año nuevo) en Haifa (Israel).
En noviembre de 2011, fui elegido diputado de Amaiur. Tal es mi interés por dicha cuestión que, desde el inicio, conformé junto con otros diputados, el Intergrupo de Amistad con Palestina. Durante estos años, he participado en numerosos actos tanto parlamentarios como extraparlamentarios para expresar nuestra solidaridad y apoyo al pueblo palestino.
No cabe duda de que el conflicto palestino-israelí, dada su duración, su complejidad y su violencia, demanda que cualquier persona pública deba posicionarse. Yo, defiendo y abogo por una solución negociada que garantice la formación de un Estado palestino viable, conforme a las resoluciones de Naciones Unidas y que, de esa forma, se consiga un porvenir de convivencia no sólo entre los dos Estados, sino también entre sociedades.
Ante la actual masacre que se está produciendo en Gaza, como cualquier persona, estoy consternado e indignado por las noticias e imágenes que llegan y, por esa razón, durante estas semanas he presentado varias iniciativas en el Congreso exigiendo el fin inmediato de la ofensiva que están sufriendo los gazatíes. En Amaiur no ha habido resquicio para la duda o la atemperación. Hemos estado donde debíamos.
Cualquiera que haga seguimiento de mi labor (reconozco que no es fácil debido al boicot mediático que sufre AMAIUR), conocerá mi compromiso con la defensa de todos los DDHH, del derecho de autodeterminación de los pueblos y de la resolución de los conflictos por vías pacíficas. Nadie niega el derecho a la sana crítica y al debate, más si cabe en estas cuestiones, pues reconozco que existen legítimas y sinceras opiniones que difieren de la mía. Pero cabe asimismo preguntarse, si el objetivo de estos ataques en redes sociales de estilo macarthista, no ha sido otro que el intento de debilitar y sembrar la discordia en el seno de la coalición, dado que hablamos de un manifiesto publicado hace más de tres años.
Las personas que conformamos EHBILDU podemos tener posturas divergentes en las estrategias a seguir para solucionar ese conflicto, pero por encima de todo y más en este momento, nos une nuestro compromiso claro de solidaridad con la población de Palestina.
Jon, desde este blog te decimos bien claro, nosotros también estamos por la paz, la concordia, la autodeterminación de los pueblos y los derechos humanos, pero no nos verás celebrando ni el Rosh Hashaná ni el Yom Kippur, no mientras Israel continúe su campaña genocida en contra del pueblo palestino.
Las opciones de resolución del conflicto que ofreces, basadas en las resoluciones de la ONU ya no operan, son completamente inviables, la destrucción de centros poblacionales palestinos ha sido extrema, la ocupación de tierras por parte de invasores israelíes hace imposible la vuelta a las fronteras ya de por sí injustas. Y luego está el asunto del muro y las carreteras que se han construido para impedir el libre tránsito de los palestinos por los parches de tierra que son ahora su patria.
Y refrendamos el llamado al boicot en contra de todos las mercancias producidas en Israel, por supuesto que contribuye a la resolución del conflicto, le hace ver a Tel Aviv que el mundo no permanecerá impasible ante sus crímenes, pegando en donde más duele a la derecha, en el bolsillo.
Es cuestión de congruencia.
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