En dos jugadas maestras la formación EH Bildu ha dejado al descubierto el oportunismo político tanto de jeltzales como de sociatas. Mientras los primeros intentan en vano continuar con su apuesta por la equidistancia entre la vocación por la autodeterminación del gran número de vascos de la CAV que les han votado en el pasado proceso electoral y los designios de la cúpula borbónico franquista, los segundos aprovechan para golpetear a la izquierda comprometida desde las trincheras de la derecha vascongada.
Con lo que nunca contaron fue con la talla de estadistas que hay en EH Bildu, políticos que se han terminado de formar durante los años del apartheid impuesto por la Ley de Partidos Políticos. Como muestra de ello, lo que refleja este reportaje en Gara:
A pesar de haber cambiado el texto acordado y a la hostilidad de las intervenciones de PNV y PSE, EH Bildu se abstuvo y anunció que participará en la Ponencia de Paz, mientras el PP votó en contraIñaki IriondoEl Parlamento de Gasteiz aprobó ayer «la constitución, en el plazo de un mes, de la Ponencia de Paz y Convivencia, que continuará con los trabajos de la ponencia anterior». Votaron a favor los proponentes de la iniciativa, PNV y PSE, mientras que PP y UPyD lo hacían en contra. EH Bildu se abstuvo pero anunció que, pese al «juego sucio» sufrido, participará en los trabajos porque «hemos venido a construir, a propiciar cambios, y no a cavar trincheras».La iniciativa de crear la comisión partió del PSE como una de sus primeras actuaciones de la legislatura. Todos los grupos enmendaron la propuesta y, para tratar de concitar el mayor acuerdo posible, el PSE propuso un texto de mínimos que hablaba de la creación de la ponencia en el plazo de un mes. PNV y EH Bildu estuvieron de acuerdo. El punto debía abordarse en el primer pleno ordinario, el del 31 de enero, pero el PSE lo aplazó para ver si era posible sumar al PP. Esta partido, sin embargo, se ha mantenido en su rechazo y acusó a PSE y PNV de estar creando una «ponencia del proceso de blanqueo y acomodo de Bildu».En las dos semanas transcurridas desde entonces, PSE y PNV mantuvieron conversaciones y acabaron cambiando el texto de consenso, sin consultalo con EH Bildu. Le añadieron que el nuevo órgano «continuará los trabajos de la ponencia anterior», con la intención de que la coalición soberanista no se sumara al texto e incluso dudaban de si participaría en la ponencia, como apuntó José Antonio Pastor en su intervención.Discursos esclarecedoresPara cuando comenzó a debatirse el punto en el pleno de ayer, PSE y PNV ya sabían que UPyD iba a votar en contra y no participaría de los trabajos; que el PP iba a votar en contra y no aclaraba si acudiría a la ponencia; y Laura Mintegi había anunciado en rueda de prensa que participarían en la ponencia, aunque no desveló qué iban a votar.
Con esa información, José Antonio Pastor hizo un discurso de ataque constante a EH Bildu, a la que no solo criticó por intentar que se partiera de cero, sino que también la relacionó con «presiones y amenazas» que sufren en Gipuzkoa los opositores al puerta a puerta y le acusó de comprender a quienes causaron incidentes en Anoeta en el partido contra Bolivia, cuando EH Bildu ya rechazó en el propio Parlamento aquellas actuaciones.No hubo en toda la intervención del portavoz del PSE ni una sola crítica a PP ni a UPyD, que rechazaban la ponencia. Su única mención fue que debían estar todos «también el Partido Popular y también el señor Maneiro, y también ustedes, señores de Euskal Herria Bildu».Iñigo Iturrate, portavoz del PNV, estuvo más comedido que José Antonio Pastor pero también arrancó defendiendo el punto de discordia con EH Bildu -la ponencia de la legislatura pasada- y preguntando cuáles de los «absolutos éticos» que en ella se plantearon no comparte la coalición soberanista. Al PP solo le reprochó en una frase su dependencia de UPyD. Iturrate cerró su intervención mencionando algunas propuestas que llevarán a la ponencia. Pero después sí, su turno de réplica lo utilizó en exclusiva para criticar a Laura Mintegi y su grupo.PP y UPyD centraron sus intervenciones en que EH Bildu no condena a ETA y en que su aceptación en la Ponencia es un paso atrás de PNV y PSE. UPyD dejó claro que no participará en los trabajos, pero Carmelo Barrio no se pronunció.Mintegi: «Vergonzoso»Laura Mintegi mostró en la tribuna su enfado por lo que calificó de «juego sucio» de PNV y PSE, por haber cambiado el texto sobre el que había un acuerdo sin consultar con una de las partes. Les reprochó que cómo se puede hablar de «aceptación mutua», de «diálogo plural» y de «labrar consensos» y luego actuar así. También criticó que proclamen la paz pero luego partan del ataque al otro.
«Tendrán que explicar por qué nos quieren marginar -afirmó Mintegi-. Es vergonzoso, verdaderamente vergonzoso el juego sucio que están haciendo aquí. Pero el problema lo tienen ustedes, porque EH Bildu seguirá dando pasos hacia la paz, a pesar del partidismo de algunos y las trabas de otros. Y avanzaremos dentro y fuera del Parlamento».
La portavoz de EH Bildu denunció el uso de las palabras de otros grupos, al hablar de memoria pero sólo de unas conculcaciones de derechos. Mintegi resumió la línea de actuación en esta materia en un doble concepto: «ninguna violencia, ninguna imposición».La Ponencia de Paz y Convivencia aprobada ayer nace con menos apoyos y más oposición que la de la pasada legislatura.
Mintegi rompió el empate para pedir el fin del alejamiento de los presosSe votó ayer por cuarta vez la enmienda del PNV sobre política penitenciaria y saltó la sorpresa. La portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, votó a favor, permitiendo que se aprobara, mientras el resto del grupo se abstenía debido a las deficiencias que observan en el texto jeltzale. La coalición abertzale presentó su decisión como muestra de su compromiso con «la búsqueda de avances en la resolución del conflicto y de la política penitenciaria».Este punto proviene de una proposición no de ley de UPyD sobre esclarecimiento de atentados de ETA que pretendía la implicación de los presos. El PNV presentó una enmienda que pedía la adecuación de la política penitenciaria tras la decisión de ETA de dejar la actividad armada y añadía que esta adecuación debía hacerse «de modo que no impida ni la clarificación de la responsabilidad que hay detrás de cada vulneración de derechos humanos ni la reparación que merece». EH Bildu criticaba que en este apartado no se denunciaran también las vulneraciones del Estado.El tercer punto de la enmienda jeltzale recogía también que «deberán desactivarse medidas penitenciarias que, como el alejamiento, se corresponden con estándares de excepcionalidad. Asimismo, deberán aplicarse los beneficios penitenciarios ordinarios que legalmente corresponden a todos los presos y presas».EH Bildu decidió no participar en aquel debate inicial por no querer entrar en el rifirrafe destructivo propuesto por UPyD. Votó en contra de la iniciativa de Maneiro y se abstuvo en la enmienda del PNV, por considerarla insuficiente y parcial.El texto original de UPyD fue rechazado pero con la enmienda del PNV se produjo por dos veces un empate a 27 votos que obligó a tratar el tema una semana después. En esa ocasión, un error de una parlamentaria del PSE dejó en minoría a la oposición y se aprobó la enmienda jeltzale. El PSE pidió la repetición de la votación pero la presidencia lo rechazó. Sin embargo, al día siguiente, rectificó y propuso que volviera a votarse.Y ayer, cuando las crónicas se preparaban para un nuevo empate, la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, lo rompió a favor de pedir el fin del alejamiento. Mintegi explicó que la coalición sigue viendo deficiencias y parcialidad en el texto del PNV, que solo mira a ETA y no denuncia las vulneraciones de derechos del Estado, y que por ello 20 parlamentarios se abstuvieron. Pese a ello, EH Bildu decidió dar un voto a favor porque tiene la firme determinación de hacer «todos los esfuerzos necesarios» para dar pasos, por pequeños que sean, como lo es el texto del PNV, hasta lograr que el fin de la dispersión «sea una realidad».
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