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domingo, 17 de febrero de 2013

¿Patriotismo?

Les compartimos este texto publicado en Kaos en la Red:


El patriotismo como sentimiento nacional tiene un doble significado que depende de la clase social que lo ponga en práctica, así distinguimos un patriotismo popular y un patriotismo burgués, depende también del territorio, donde hay un patriotismo de la metrópoli y otro de la colonia.
Germán Oesterheld

El patriotismo es un sentimiento propio de cualquier pueblo que busca su emancipación ante la opresión de una fuerza superior a la suya. En el caso del territorio español encontramos una gran diversidad de nacionalismos, que las élites llaman "periféricos" por su situación geográfica, cuyos orígenes vienen de una burguesía avanzada e industrial que busca la destrucción de una oligarquía conservadores y cerril. Pero el nacionalismo puede tener una variante popular, un "nacionalismo proletario" que busca la liberación de la Nación de las empresas multinacionales que, sin un ejército propio de ocupación, colonizan todo un país, haciéndose así fuertes explotando los recursos naturales de los pueblos oprimidos, con gobiernos reaccionarios colocados, financiados y apoyados plenamente por una casta de multinacionales. Así, nos encontramos en una situacion especial, porque la clase "llamada a la toma del mundo": la burguesía; crea un nacionalismo propio de ella, un nacionalismo reaccionario y burgués.
El nacionalismo burgués es un sentimiento vacío de contenido político que se infiltra en las más desorganizadas masas populares y las desconcierta, haciéndolas creer que el "modelo nacional" en el que se encuentra el proletario es el perfecto. Así, la burguesía apoyándose de un proletariado ignorante ve legitimado su poder y como un rebaño de ovejas, el proletariado se ve solo y confuso, obedeciendo órdenes o dictaminados de la burguesía que lejos de llevarle por la senda de la lucha de clases,  hace ver como enemigo a áquel que es diferente de raza o de género. En el caso del estado español, podemos ver el desprecio hacia aquellos que son catalanes, vascos o simplemente áquellos que vengan de fuera. Así, la burguesía lleva conduciendo un rebaño de ovejas que llevan dormidas desde hace casi 40 años, a los que hay que añadirle otros 40 años de dictadura fascista, de donde procede ese nacionalismo cerril, vacío, conservador y cuyo principal factor, es el nacer en España. 
Todo esto ocurre en la metrópoli, una metrópoli que ni siquiera lo es porque es explotada por una élite internacional mayor que se hace llamar actualmente Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Central Europeo, Unión Europea, etc. Tiene nombres mil... En la colonia las masas populares ya han vivido ésto y no solo es así, sino que poco a poco ganan la batalla a un capital que se ve solo, sin ninguna legitimación entre las masas colonizadas y que poco a poco se verán liberadas. El nacionalismo de los oprimidos en la colonia es muy distinto a la metrópoli. En la colonia es conveniente distinguir unas élites metropolitanas y unas élites de la colonia, que juntas explotan a las clases populares y son las más acérrimas colaboracionistas del capital, por ello, la rabia popular debe estar dirigida hacia semejantes especímenes que son los sostenes del sistema económico vigente. Pero, las clases populares aunque se vean oprimidas en la nación, es en la nación donde el obrero organizado y combativo se organiza y lucha contra el orden existente. Aún así, la burguesía, en ocasiones al ver su poder en peligro intenta negociar con la masa obrera, e intenta un "pacto social" entre burguesía y proletariado. Pero este pacto nunca ha sido posible, la burguesía y el proletariado son dos clases en contínua lucha, jamás podrán estar en paz. Pero, los proletarios jamás deben ceñirse únicamente al ámbito de su nación, porque al fin y al cabo, es más lo que les une con los proletarios de otros países, al sentirse igualmente explotados éstos, que lo que les une a la burguesía y al proletariado.
Por eso los comunistas nos declaramos internacionalistas. Podemos apoyar la nación, la Patria, pero siempre desde un carácter popular y de clase, y que ante todo, respete y se solidarice con los demás pueblos en lucha, y que, en el caso del estado español, se sea solidario con la lucha por la liberación nacional y popular de los Països Catalans, Euskal Herria, Galiza o Canarias.



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