Un blog desde la diáspora y para la diáspora

jueves, 14 de febrero de 2013

Apología del Franquismo en Bruselas


¿Qué tipo de pacto de silencio ha sellado Madrid con Bruselas?

Parece increíble que los europeos estén tan dispuestos a olvidar que el régimen genocida de Francisco Franco está directamente relacionado con el nazismo de Adolph Hitler y el fascismo de Benito Mussolini.

Ellos, los mismos europeos que se han dedicado a erigir monumentos a las víctimas judías del Holocausto y que permiten que desde Tel Aviv les chantajeen citando ese brutal periodo de la historia europea del siglo pasado cada vez que se lanzan ataques genocidas en contra de la población civil palestina, esos mismos europeos, hacen todo lo posible por continuar proveyendo impunidad a los crímenes del franquismo e inmunidad a sus herederos ideológicos, que hoy campan a sus anchas en los partidos "constitucionalistas" (PP, PSOE, UPyD así como sus filiales autonómicas) trabajando a las órdenes de la oligarquía española que por conducto de Juan Carlos Borbón mantiene todo atado y bien atado.

Lean ustedes el más reciente capítulo de este desquiciante cuento de terror en esta nota publicada por Kaos en la Red:


Félix Población

Joe Higgins era el eurodiputado irlandés encargado de dar respuesta a su colega Raúl Romeva, vicepresidente del Grupo Verde y eurodiputado de ICV, a la exposición que se iba a presentar en el Parlamento de Bruselas sobre la exhumación de las víctimas del franquismo. Dicha muestra, fruto de las investigaciones verificadas desde hace casi 13 años por Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, había sido exhibida hasta ahora en numerosos centros culturales y universidades de nuestro país, pues Exhumando fosas, recuperando dignidades es, como su título indica, una respuesta cabal a los tres principios básicos del derecho internacional a que son acreedores todas la víctimas por violación de los derechos humanos.

El señor Higgins, sin embargo, eurodiputado del Partido Popular Europeo, les ha negado a quienes fueron asesinados y enterrados como bestias sin nombre ni seña por la dictadura franquista, la posibilidad de que la sede de la democracia en Europa colabore en la reivindicación de esos principios: verdad, justicia y reparación. Alega Joe Higgins que las imágenes de la exposición son impactantes y podrían generar controversia política, como si la vieja Europa no hubiera presenciado repetidas veces los mucho más impactantes documentos gráficos de las terribles masacres del Holocausto, originadas por quienes fueron aliados de la dictadura franquista, o los múltiples episodios de la violencia terrorista.

Si esa muestra, cuya presentación estaba prevista para finales de este mes, no llegara a celebrarse en Bruselas, estaremos no solo ante un flagrante e insólito ataque a la libertad de expresión en el corazón institucional de la democracia europea, sino ante un manifiesto secuestro a la sociedad civil de una de las páginas más negras de la historia del continente. Las víctimas del franquismo, alojadas durante decenios en las numerosas fosas del olvido repartidas por el territorio español, forman parte de la memoria democrática de Europa y como tales merecen la verdad, justicia y reparación que se les negó durante la dictadura. Que una institución democrática del carisma del Parlamento de Bruselas aplique la censura para que esa historia no se conozca, situaría a esa entidad en una actitud cercana al negacionismo, algo de todo punto impensable con las víctimas del propio Holocausto o de cualquier otro régimen dictatorial.

En un discurso pronunciado en el Parlamento Europeo con motivo del Día Internacional de Recordación del Holocausto, el pasado 27 de enero, el presidente del mismo, Martin Schulz, dijo que el pueblo alemán es el responsable de “mantener la memoria viva”. Porque al pueblo español le compete lo mismo con las víctimas del franquismo enterradas en las fosas, esa memoria sepultada ignominiosamente también debería asomarse al Parlamento de Bruselas. No hacerlo constituye una discriminación intolerable, sobre todo si se tiene en cuenta que ese mismo Parlamento condenó en julio de 2006 el golpe de Estado que dio lugar a la dictadura franquista, que el propio Martín Shultz comparó entonces con el yugo de Hitler en Alemania.

Josep Borrell presidía en ese tiempo esa institución, y en su discurso se refirió a la necesidad de condenar críticamente a los responsables de aquel hecho y expresar nuestro reconocimiento hacia todos los que combatieron por la democracia, padecieron persecución e impulsaron el retorno de España a Europa como nuestra patria común. Es de hacer constar también, sin embargo, que Jaime Mayor Oreja, como representante del mismo Partido Popular Europeo al que pertenece Higgins, estuvo entonces muy lejos de esa condena y se limitó a rendir un entusiasta homenaje a la Transición. Ya sabemos que para este señor el franquismo fue un periodo de extraordinaria placidez.


Fe de erratas, la nota cita a Joe Higgins como el cómplice de dicha atrocidad en contra de la memoria histórica, pero el nombre del eurodiputado perteneciente al Partido Popular Europeo es de hecho Jim Higgins, como se puede ver, la similitud de los dos nombres puede llevar al error. Eso sí, Jim, que en castellano sería Jaime, hasta homónimo del infame Mayor Oreja resultó. Ya hemos contactado al autor del texto al respecto.



º

No hay comentarios.:

Publicar un comentario