Desde que se llevara a cabo la Conferencia de Aiete y ETA declarase su cese el fuego definitivo hemos sido testigos de cientos de declaraciones por parte de altos funcionarios del régimen borbónico-franquistas así como ecos de las mismas provenientes de su coro de enchufados desplegados estratégicamente en una pléyade de "asociaciones de víctimas".
Exigen mano dura, todo el peso de la ley, entrega de armas, renuncias, condenas, etc, etc, etc.
Hipocresía pura y dura, cinismo, miedos y complejos, eso es lo que está en realidad detrás de cada una de sus biliosas palabras; vía Naiz, les traemos esta nota que desnuda a Madrid, la muestra tal cual es:
Emilio Hellín Moro, condenado a 43 años de cárcel por la muerte a tiros en Madrid de Yolanda González Martín, una joven del barrio bilbaino de Deustua y militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), es ahora un destacado colaborador de la Guardia Civil y otras fuerzas policiales, entre ellas la Ertzaintza.
Yolanda González fue secuestrada, torturada y muerta a tiros por ser vasca y de izquierdas el 1 de febrero de 1980 en Madrid, en una acción reivindicada por el Batallón Vasco Español.
El autor material de los disparos, el exmilitante de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro, trabaja en la actualidad para los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado en casos judicializados y forma a sus agentes en técnicas forenses de espionaje y rastreo informático, según informa en su edición de hoy ‘El País’, que revela que se ha cambiado el nombre por Luis Enrique.
Con la identidad variada, es ahora uno de los principales asesores del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, participa en investigaciones judicializadas sobre «terrorismo» y delincuencia, imparte cursos de formación a agentes de este cuerpo, del Cuerpo Naconal de Policía, el Ministerio de Defensa, Ertzaintza y Mossos d’Esquadra, da conferencias a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en organismos oficiales y cobra por sus servicios del Ministerio del Interior, según publica ‘El País’ en su edición de hoy.
Según este periódico, también asiste como perito a la Audiencia Nacional y a numerosos juzgados de distintas ciudades españolas. Su especialidad es el rastreo de pruebas en teléfonos móviles, ordenadores y dispositivos digitales que han intervenido en atentados, homicidios, secuestros, delitos económicos, financieros o informáticos,
Nadie parece saber que el hoy experto y asesor dio «un paseo a Yolanda González por una España grande, libre y única», tal y como reivindicó el Batallón Vasco Español, uno de los grupo de la guerra sucia.
«No conozco el pasado de este señor, solo sé que ha respondido siempre a todo lo que le hemos pedido», se limita a decir un comandante de la Guardia Civil preguntado por el citado diario.
Hellín Moro cumplió solo una pequeña parte de los 43 años a los que fue condenado. Ya en 1987, siete años después de la muerte de Yolanda y pese a haber protagonizado ya una fuga, le fue concidido un permiso penitenciario, que aprovechó para volver a escaparse, esta vez a Paraguay, donde trabajó para los servicios militates y policiales. Fue detenido por la Interpol y devuelto al Estado español en 1990.
Los padres de Yolanda González siguen viviendo en Deustua, donde nació y vivió Yolanda antes de trasladarse a estudiar a Madrid. Su hermano ha hablado para ‘El País’: «Estoy perplejo. Es indignante que este hombre realice esa actividad. No sé si se habrá arrepentido; todo el mundo tiene derecho a una nueva oportunidad, pero, si lo hace con una nueva identidad, solo ratifica el tipo de personaje que es. Está claro que en este país las personas vinculadas a la extrema derecha gozan de privilegios».
El pasado 1 de febrero, en el 33º aniversario de su muerte, vecinos del barrio de Deustua tributaron un nuevo homenaje a Yolanda.
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