Este es un blog que pretende tender puentes de entendimiento entre las diáspora vasca y las comunidades en las que esté presente. Creemos firmemente que una de las maneras más efectivas para ganar apoyo internacional hacia la justa causa de la autodeterminación del pueblo vasco es precisamente dando la oportunidad a las personas de los diferentes países en los que habitamos a conocernos, a entendernos y si de eso resultan cosas mejores pues entonces el objetivo ha sido logrado.
Y es por eso, por ese sentido identitario de diáspora que les compartimos esta nota publicada en el Diario Vasco:
Alumnos norteamericanos estudian en San Sebastián la cultura del País Vasco. «Se han convertido en EE UU en los mejores embajadores de Euskadi»
Aletxu Peña
Se cumplen ahora 40 años de cuando dos profesores norteamericanos tuvieron la idea de crear un programa de estudios vascos para estudiantes universitarios de la costa Oeste de Estados Unidos, donde habitan muchos descendientes de inmigrantes vascos. La idea se les ocurrió a William Douglass, profesor de Historia y antropólogo, de Idaho, y a Pat Bieter, profesor de la Universidad de Nevada. El primero de ellos creó el departamento de estudios vascos en Nevada y a raíz de esta iniciativa se crearon los primeros grupos de estudiantes que acudían, en primera instancia a la localidad de Oñate, a realizar unos cursos para estudiar la cultura vasca.
En 1983, tras unos años de inactividad, se retoma el programa en San Sebastián, esta vez con la intervención del profesor Carmelo Urza. En esta segunda fase se crea un consorcio formado por 33 universidades norteamericanas, denominado University Studies Abroad Consortium (USAC), para enviar a los estudiantes norteamericanos al extranjero.
A partir de 1983, mediante un convenio con la UPV, van llegando cada cuatrimestre a San Sebastián grupos de 50 universitarios norteamericanos, de entre 20 y 22 años, a realizar un intensivo curso que les va a suponer conseguir 14 créditos en sus respectivas carreras. Al ponerse en marcha este programa muchos de los estudiantes que se apuntaban eran de origen vasco, motivados por saber algo más de sus antepasados. Entre los estudiantes de los últimos grupos que han pasado por San Sebastián reseñamos por destacar sus apellidos los siguientes alumnos, algunos de ellos desconocedores del origen de sus ancestros. Es el caso de Meghan Garibay, de Henderson (Nevada), Matthew Tellería, de Boise (Idaho), Dominica Zubillaga, de Susanville (California), Daniel Goyhenetche, de Yubacity (California), Ashlee Mendive, de Boise (Idaho), Jenna Jauregui, de Teremula (California), Erika Ibaibarriaga, de Reno (Nevada), o Justin Zúñiga, de Reno (Nevada), estudiante éste último que creía que su apellido era mexicano y aquí descubrió sus orígenes euskaldunes. «No se lo creía. Le enseñamos el listín telefónico para ver la larga lista de 'zúñigas' y hasta le facilitamos el escudo familiar para que se lo creyera. Y se fue de regreso a casa encantado de haber descubierto que era descendiente de vascos y no de mexicanos», cuenta Patricia O'Connor, una de las profesoras que toma parte en este proyecto, que asegura que cada vez tiene más aceptación entre los estudiantes norteamericanos alos que les llega noticia del mismo por el boca a boca que se han ido transmitiendo al regresar los estudiantes a Estados Unidos y contar la experiencia vivida durante cuatro meses en San Sebastián, y «todos ellos terminan siendo unos buenísimos embajadores de esta tierra», destaca Patricia O'Connor.
Los estudiantes acuden cada cuatrimestre -entre septiembre y diciembre o entre febrero y mayo, porque en verano se dan cursos de un mes-, viven en pisos de alquiler o en viviendas con familias donostiarras. En los cuatro meses que pasan en Donostia tienen un amplio curso con distintas actividades, siendo unas de ellas la lengua vasca y la cultura de esta tierra; historia de la literatura española; el folclore vasco (aprenden bailes vascos con el dantzari Xabier Urreisti); el Arte, etcétera.
El surf, también está incluido en el programa y muchos de los estudiantes llegan sabiendo de las buenas olas de La Zurriola, de Zarautz y de Mundaka. La actividad de surf cuenta con gran participación entre el alumnado y se da un curso intensivo de 30 horas con profesores de Pukas. En el capítulo de deporte rural vasco los estudiantes se entrevistan con la harrijasotzaile María José Sardón y con el aizkolari José María Olasagasti, quienes les detallan las peculiaridades de estos.
Durante la estancia en Donostia todos ellos acuden a un caserío para conocer la vida rural y cómo se elabora la sidra, y no falta la visita a una sidrería, donde se entusiasman con el escanciado de la sidra en el vaso y con el posterior chuletón de carne.
Conocen Zugarramurdi y se quedan atónitos con la leyenda de los akelarres de las brujas.
Otra de las actividades que suelen realizar, de la que Patricia O'Connor dice estar muy orgullosa, es la de la clase de traducción para aquellos estudiantes que tienen un nivel alto de castellano. Como parte de esta clase han llegado a traducir varias películas e insertado los subtítulos. Por ejemplo, prepararon los subtítulos en inglés para la película 'Akelarre' de Pedro Olea y para la de 'Tasio' de Montxo Armendariz. También crearon subtítulos en castellano para el documental Flor: for love of water, y con la colaboración de estudiantes de la UPV han creado subtítulos en euskara para este documental.
Con lo que respecta al joven de "apellido mexicano", puf, que nivel de educación en los EUA, mira que estar en la universidad y no saber el origen de los apellidos, y cuales serían, en todo caso, los apellidos mexicanos. Y ahondando en este tema, un tal Berrueta en la Eusko Etxea de San Francisco no considera a los mexicanos descendientes de vascos como descendientes de vascos, el afirma que son mexicanos creyéndose vascos. Así que Justin, ahora ya lo sabes, por si algún día tus pasos te llevan a esa ciudad, te pueden mostrar como pasar del etnicismo cutre al racismo descarado.
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