Este texto ha sido publicado en Rebelión:
Ni perdón ni olvido.
La memoria perseguida
Ahaztuak 1936-1977
El muro trasero del cementerio gasteiztarra de Santa Isabel ha sido escenario de horribles crimenes, ha sido testigo mudo de decenas de asesinatos, es el lugar de la Memoria de Gasteiz que Ahaztuak 1936-1977 ha elegido en los últimos años para reivindicar y homenajear a las víctimas de la represión franquista. Hoy, 27 de Septiembre de 2009, ha sido imposible realizar el acto que teníamos previsto porque la Audiencia Nacional lo ha prohibido, junto al resto de convocatorias que nuestro colectivo había preparado con motivo del 34º aniversario de los últimos asesinatos legalmente ordenados por la dictadura franquista.
La prohibición se nos ha comunicado apenas 20 horas antes de la celebración del citado acto. Ante tal situación a pesar de haber intentado desconvocar al mayor número de asistentes, hemos acudido al muro trasero a la hora prevista para el homenaje prohibido conscientes de que muchas personas no se habían enterado de la prohibición del homenaje anual a los fusilados por el franquismo que Ahaztuak celebra en el muro de Santa Isabel.
Efectivamente, minutos antes de las 12:30 ya había una veintena de personas esperando a que comenzara el acto, vigiladas por un nada despreciable despliegue policial. A las 12:30 desde varios miembros de Ahaztuak hemos explicado a los allí congregados lo que estaba pasando, los asistentes indignados, no daban crédito a la prohibición. Sin tiempo para más explicaciones una decena de policías autonómicos encapuchados y protegidos con sus cascos se nos han acercado porra en mano para comunicarnos que el acto estaba prohibido y que ya habían trascurrido "5 minutos de cortesía". No nos permitían ni siquiera quedarnos por las inmediaciones, ni charlando en grupos ni en silencio, hemos tenido que abandonar la zona rápidamente. No sin antes mirar de reojo a la placa que recuerda a Estepan Urkiaga "Lauaxeta", asesinado por los franquistas en este lugar en junio de 1937. A la placa de Lauaxeta en el muro de Santa Isabel hoy queríamos haberle sumado más nombres, más imágenes de otros tantos luchadores antifranquista que pagaron con la vida su compromiso con la libertad.
Del mismo modo en el cementerio de Zarautz ha sido también imposible realizar el acto que teníamos previsto en memoria de Jon Paredes Txiki, enterrado en este lugar, y de los otros tres luchadores antifascistas asesinados como él el 27 de Septiembre de 1975.
A las 13:00 h. miembros de Ahaztuak 1936-1977 junto con la madre, hermanos y otros familiares de Txiki nos hemos encontrado en la puerta del cementerio para avisar a la gente que se acercaba de la imposibilidad de realizar el acto. En ese momento ya se encontraban en el lugar varios agentes policiales de paisano a los que siguieron minutos después una dotación de antidisturbios de la Ertzantza que pertrechados con escudos, cascos, porra y peloteros se ha dirigido a nosotros para hacernos entrega del acto y para ordenarnos quitar la ikurriña y la bandera republicana que alguien había colocado sobre su tumba junto con cinco claveles rojos. A pesar de no haber ninguna pancarta, ninguna foto y de explicarles claramente que nuestra intención no era hacer ningún acto sino estar unos minutos en silencio en aquel lugar, los agentes solamente han permitido quedarse en el cementerio a los familiares, obligando a salir a todos los demás y procediendo a la identificación de cuatro de nosotros.
Con esta prohibición, con todo esto, sentimos rabia por no haber podido homenajear a todas esas ideas y a las personas victimas del franquismo como queríamos.
Pero a pesar de todo, por encima de las prohibiciones, este 27 de Septiembre también hemos estado con la Memoria Democrática y Antifascista aunque esta haya sido hoy una memoria perseguida.
Ni perdón ni olvido.
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