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martes, 8 de septiembre de 2020

Desmontando las Feik Nius

Es habitual que en este blog se desenmascare el doble rasero mediático con la inestimable ayuda de los camaradas de Cubainformación, pero en esta ocasión les presentamos un artículo de forma demoledora también aborda el tema y que ha sido dado a conocer por Naiz.

Vean ustedes:


Fotos reales para dar credibilidad a noticias falsas o, directamente, imágenes manipuladas para alterar la realidad han inundado las redes sociales estos años, aunque ya de antes las «fake news» llegaban también a los medios convencionales. Alguna bien intencionada, como denunciar la hipocresía ante la tortura, y otras con objetivos ciertamente terribles, como decantar a la opinión pública a favor de una intervención bélica.

La ocurrencia de un tuitero con la clara intención de denunciar la hipocresía existente respecto a la práctica de la tortura en Euskal Herria  –colocando las fotos de Unai Romano como si fuera las de un opositor venezolano– o una simple ocurrencia –situar un calamar gigante varado en una playa– han hecho virales imágenes cuyo punto en común es la falsedad o inexactitud de la noticia a la que acompañaban. El torturado no era un opositor venezolano, sino un ciudadano vasco; y el descomunal chipirón ocupaba realmente el lugar de una ballena.

Otras informaciones e imágenes falsas han tenido objetivos más aviesos. En esos casos, más allá de las redes sociales, las fotos y noticias falseadas han llegado a ser publicadas en medio convencionales, paradójicamente muy críticos con las denominadas «fake news», quizá –dirían los mal pensados– porque en cierta medida se ha roto su tradicional monopolio en la manipulación de la información.

La hija del embajador de Kuwait

Efectivamente, la utilización de noticias falsas no es exclusiva de los últimos tiempos y de las redes sociales. Hace ya treinta años, allá por 1990, la imagen de una niña kuwaití llamada Nayirha servía para manipular a la opinión pública estadounidense ante la crisis abierta con Irak tras la invasión de Kuwait por parte de Sadam Hussein.

Según el relato recogido por la BBC no hace demasiado tiempo, la opinión pública estaba dividida y se inclinaba más bien hacia la no intervención, aunque el presidente George Bush había fijado ya un plazo para exigir la retirada del Ejército de Irak.

Apareció Nayirah al Ṣabaḥ. Se presentó en el Congreso de Estados Unidos  para asegurar que los soldados de Hussein sacaban a bebés prematuros de las incubadoras en uno de los hospitales kuwaitíes del que, dijo sollozando, era voluntaria. Entre lágrimas, aseguró que «se llevaron las incubadoras y dejaron a los bebés muriéndose tirados en el frío suelo».

El impacto de su testimonio fue tan brutal como las atrocidades que relató, hasta el punto de que instauró como necesidad imperiosa desalojar por la fuerza a las tropas iraquíes.

En realidad, tal como reseña el relato citado de la BBC, no era más que  un testimonio preparado por una agencia de relaciones públicas en Estados Unidos vinculada a la monarquía kuwaití, según reveló una investigación de Amnistía Internacional, Humans Right Watch y periodistas independientes.

La niña era en realidad la hija de Saud Nasir al Sabah, el embajador de Kuwait en Washington.

La foto falsa llega a primera página

Los montajes no siempre salen bien, e incluso dejan en evidencia las vergüenzas de alguno. El diario ‘El País’ picó cuando le ofrecieron a un Hugo Chavez intubado –o entubado, si se prefiere–, y llevó la foto nada menos que a primera página, a todo trapo. Tuvo que retirar la edición de los kioscos. Al parece, la imagen, sacada de una operación realizada a un ciudadano anónimo en otras latitudes, fue ofrecida a algún otro medio español, al objeto de crear más confusión sobre el estado de salud del entonces presidente venezolano. Al parecer, quien estaba detrás de la operación sabía que el mercado español era propicio para colocar esa foto. Al final, fue el ‘El País’ quien la publicó, sin duda engañado.

Las fotos de Unai Romano situadas en Venezuela

La crisis de Venezuela y los intentos por acabar con el legado de la revolución bolivariana son campo abonado para los «fake news», aunque también para las sorpresas. Corría febrero de 2017 cuando la travesura de un entonces muy conocido y prolífico usuario vasco de Twitter (@aranagoiri) provocó un importante seísmo al divulgar un «fake» que destapaba  que todo valía para acosar al Gobierno de Venezuela, a la vez que ponía en la palestra la realidad de la tortura habida en Euskal Herria. Junto a la fotografías de Unai Romano (antes y después de ser torturado), el tuitero escribía: «Terrible lo que le ha hecho la policía venezolana a un opositor detenido en comisaría». La oposición venezolana se lanzó en tromba, tal y como recoge la información publicada por NAIZ entonces.

Un kraken en la Barceloneta

En todo caso, las fotos de Unai Romano eran –mejor dicho, son– reales. Muchas otras imágenes son manipuladas o modificadas gracias a la capacidad tecnológica que existe hoy en día para ello. La más de las veces solo se trata de divertirse, de crear montajes sorprendentes, que se difunden por las redes y, según su éxito, se reproducen periódicamente. Así, como muestra un botón, un calamar gigante aparece varado en playas de medio mundo, un día en Indochina y otro en Australia.Ya puestos, hubo incluso quien en agosto de 2019 llevó al kraken a la playa de la Barceloneta, la más famosa de Barcelona.

Las imágenes falsas, sean utilizadas para el mero entretenimiento o con intenciones más retorcidas o abiertamente malévolas, nos alertan de que en los tiempos que correr hay que andar con ojo antes de dar por buena una información. Nada nuevo, por otra parte.




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