Hoy es 3 de marzo y el Euskal Herria se conmemora la peor masacre de obreros por parte del régimen españistaní en los albores mismos de "La Transición". De hecho, los autores intelecturales de este acto de brutal represión son considerados por españolazos y españolitos como los parteros de la democracia en el estado español.
Les invitamos a leer este texto que Iñaki Errazkin ha compartido en Facebook:
Iñaki ErrazkinSólo habían transcurrido 104 días desde la muerte del dictador Francisco Franco. Miles de obreros y obreras vitorianas se habían declarado en huelga para protestar contra el decreto de topes salariales y defender su dignidad como trabajadores y como personas. El día 3 de marzo de 1976, cientos de ellos entraron en la iglesia de San Francisco de Asís con el propósito de celebrar una asamblea. La Policía Armada, recibiendo órdenes directas del Gobierno, irrumpió a sangre y fuego, dejando un reguero de cadáveres: Pedro, trabajador de Forjas Alavesas, de 27 años; Romualdo, trabajador de Agrator, de 19 años; José, trabajador de Basa, de 32 años; y Francisco, panadero y estudiante, de 17 años. Dos meses después también fallecería como consecuencia de las heridas de bala Bienvenido, trabajador de Grupos Diferenciales, de 30 años. Cinco obreros muertos y centenares de heridos, 150 de bala.Cinco mandatarios fueron los máximos responsables de aquella orgía represiva: el presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, alias “el carnicerito de Málaga” por su infausto papel como fiscal de la horca en aquella provincia andaluza; Manuel Fraga Iribarne, ministro de la Gobernación y jefe directo de los grises; Adolfo Suárez González, ministro secretario general del Movimiento, equivalente a secretario general del partido Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS), que aquel día ejercía como “ministro de jornada” colaborando directamente con Fraga, que se encontraba en Alemania; Alfonso Osorio García, ministro de la Presidencia; y Rodolfo Martín Villa, alias “la porra de la Transición”, ministro de Relaciones Sindicales, altísimo cargo del grupo PRISA y presidente de la Fundación ENDESA hasta hace sólo unos años, y aún hoy miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Cinco criminales, uno por cada obrero abatido.Fraga fue, pues, uno de los asesinos. Y la irónica casualidad quiso que uno de los asesinados, el más joven, el estudiante que pagaba sus clases trabajando como panadero, se apellidara Aznar.Esta es la historia sin maquillar, la Historia en bruto.
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