El régimen borbónico franquista nos regala una perla más: la tortura no es realmente tortura a menos que deje secuelas.
Con ese cinismo que le caracteriza Madrid minimiza sus estrategia represiva que bien puede ser considerada terrorismo de estado por las instancias internacionales.
Pero a Felipe VI y a sus gamberros poco le preocupan la instancias internacionales y sus instituciones maniatadas por la realpolitik. Así lo demuestra su actitud para con lo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con base en Estrasburgo ha dictaminado con respecto a Igor Portu y Mattin Sarasola.
Les dejamos con esta nota dada a conocer por Naiz:
El Gobierno español ha respondido con un alarde de prepotencia a la condena europea por trato inhumano a Igor Portu y Mattin Sarasola. Interpelado por EH Bildu, por un lado señala que «solo» ha sido condenado nueve veces por Estrasburgo, y por otro intenta ridiculizar las lesiones de Portu, que según los forenses pudo morir.Ramón SolaLa reciente condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos al Estado español por dar «trato inhumano» a Igor Portu y Mattin Sarasola cuando fueron detenidos por la Guardia Civil en 2008 había dado pie a una pregunta del senador de EH Bildu Jon Iñarritu. «¿A qué conclusiones ha llegado el Gobierno tras las sentencias del TEDH por no investigar torturas?», planteó.La respuesta, cuya firma no se concreta más allá de la fórmula genérica de «Gobierno de España», es doblemente reveladora de la prepotencia con que Madrid aborda este asunto. Respecto a las sentencias europeas, el Ejecutivo se jacta de que «tan solo se han registrado nueve casos en los cuales el TEDH ha declarado simplemente que, pese a que no se ha probado ningún indicio de tortura o de malos tratos en investigaciones judiciales a las que se incorporaban detallados informes de los médicos forenses, habría sido recomendable que la investigación judicial fuera más extensa, incluyendo, por ejemplo, el interrogatorio de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado intervinientes». Hace con ello una reinterpretación de los fallos europeos favorable a sus intereses, al tiempo que obvia que en el caso Portu-Sarasola no ha sido condenado simplemente por no investigar, sino por maltratar a los detenidos.Respecto a esta sentencia en concreto, el Gobierno añade otro argumento falaz y humillante para las víctimas. Indica que Estrasburgo «solo ha apreciado la insuficiencia de la prueba sobre las causas de unas lesiones que curaron en breve periodo de tiempo sin dejar secuela y que no consta que tuvieran la gravedad ni las finalidades que habría dado lugar a que se calificaran como tortura». En el caso de Igor Portu, el neumotórax provocado por los golpes de la Guardia Civil lo llevó a la UCI del Hospital Donostia y durante el juicio forenses afirmaron que le pudo haber provocado la muerte.En la respuesta el Gobierno del PP incluye lo que parece un intento de justificación: «Durante todos estos años la banda terrorista ETA ha asesinado a cerca de 900 personas».
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