Este poema nos lo envía Bixente por correo electrónico:
Te veo, Ohiane
Ohiane
rostro invisible,
desconocido,
reconocible en miles
de rostros vascos
erguidos,
capaces de cualquier cosa,
capaces de todo.
Ohiane,
capaz de todo,
hasta de irte de tus amigos,
antes de dejarte ganar
por los enemigos
que se ensañaron siéndolo tuyos
y se empecinan en serlo míos.
Ohiane,
Silvia, selva, bosque.
No habrá rama que nos impida verte.
Ohiane,
Rostro joven
desconocido y conocido,
de un pueblo al que quieren envejecer
hasta anular;
hasta dejar de nacer.
No lo lograrán.
Ahora te veo, Ohiane.
¿Por qué no pude verte antes?
.... ... .
Ohiane
rostro invisible,
desconocido,
reconocible en miles
de rostros vascos
erguidos,
capaces de cualquier cosa,
capaces de todo.
Ohiane,
capaz de todo,
hasta de irte de tus amigos,
antes de dejarte ganar
por los enemigos
que se ensañaron siéndolo tuyos
y se empecinan en serlo míos.
Ohiane,
Silvia, selva, bosque.
No habrá rama que nos impida verte.
Ohiane,
Rostro joven
desconocido y conocido,
de un pueblo al que quieren envejecer
hasta anular;
hasta dejar de nacer.
No lo lograrán.
Ahora te veo, Ohiane.
¿Por qué no pude verte antes?
.... ... .
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