Damos seguimiento al caso de los seis vascos detenidos en México con los detalles contenidos en este reportaje por parte de los corresponsales de La Jornada de Oriente, mismo que ha sido reproducido por La Jornada.
Uno de esos detalles es de antología, uno de los detenidos y su familia estaba a días de ir a residir a Euskal Herria. Este gran pequeño detalle pone de manifiesto la gran corrupción y flagrante ineficacia de los cuerpos policíacos tanto mexicanos como españoles pues un dato como ese les pasó inadvertido.
Para que se entienda lo anterior, la detención de los seis es una ocurrencia más del infame represor español Baltasar Garzón quien, aprovechando el abyecto colaboracionismo de Vicente Fox, ordenó detener a personas a las que obviamente no investigó previamente.
Aquí la información:
Catean viviendas de dos vascos presuntamente ligados a la ETA
Uno de ellos planeaba residir definitivamente en España
David Carrizales y Silvia Chávez | Corresponsales | La Jornada de Oriente
Días después de detener a seis mexicanos de origen vasco acusados de pertenecer a la organización País Vasco y Libertad (ETA por sus siglas en vasco), policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI) han cateado las casas y acudido a los centros de trabajo de al menos dos de ellos.
Durante un recorrido efectuado en las ciudades de Puebla, Monterrey y Cuautitlán, donde fueron detenidos cuatro de ellos, sus familiares y vecinos comentaron a La Jornada que eran tranquilos, reservados, amables y, en un caso, padre ejemplar.
Habitantes de la calle Neptuno del fraccionamiento Arcos del Alva, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, estado de México, donde tenía su domicilio Félix Salustiano García Rivera, aseguraron que el lunes 21 de julio, alrededor de 60 agentes de la AFI llegaron en 20 vehículos, cercaron y catearon la casa número ocho de la calle Neptuno.
Asimismo, acudieron a su trabajo, una maderería ubicada en la carretera México-Querétaro, donde era jefe de producción y tenía bajo su responsabilidad a 25 trabajadores.
A pesar del cateo, la casa, de interés social enclavada en un fraccionamiento de clase media, no tiene sellos de preservación. Su único habitante es un perro pastor alemán que acompañaba a García Rivera cuando residía en este lugar. El animal padece hambre, pues la señora que atendía las labores domésticas no se ha presentado desde esa fecha.
Rafael Velásquez Barona, el único vecino que se atrevió a proporcionar su nombre, se dijo indignado por el trato dado a García Rivera. Aseguró conocerlo desde hace seis o siete años y que durante este tiempo, el acusado fue un hombre "respetuoso, trabajador y que no se metía con nadie".
Consideró carente de verdad la imputación que autoridades federales le hacen, sobre el supuesto financiamiento a ETA; "yo sé que tiene su padre enfermo en España y eventualmente le enviaba dinero", dijo.
García Rivera laboraba desde hace 11 años en una maderería ubicada en el kilómetro 34.5 de la carretera México-Querétaro. Algunos dijeron conocerlo como una persona reservada y responsable. Uno recordó que este mes García había ganado un premio en el sorteo Chispazo y que había obtenido al menos 90 mil pesos.
Personal de la empresa aseguró que en su expediente y desde su ingreso a este lugar contaba con permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores para laborar, entre ellos el formato FM2, que avala esta licencia. Se estableció que sus ingresos no excedían los 8 mil pesos mensuales.
Mientras tanto, en la casa 316 de la calle Roble, en la colonia El Cerrito de la capital de Puebla, los focos están prendidos. Así han estado desde que sus ocupantes fueron arrestados por la AFI.
El inmueble lo ocupaban el español identificado como Ernesto Alberdi Elejalde y un mexicano. Sus vecinos indican que no acostumbraban hacer o acudir a fiestas. Tenían dos perros, un terry escocés y un amousissonaser.
Recibían pocas visitas, dormían hasta tarde y nunca dieron problemas; al contrario, quienes tuvieron contacto con ellos aseguran que eran serviciales y cooperaban sin reparo en los acuerdos tomados por la mesa directiva de la colonia.
Tenían dos automóviles: un Volkswagen Golf y un Seat Ibiza, ambos de modelo reciente. Nadie de quienes hablaron con ellos saben en qué trabajaban y no se les conocieron parejas sentimentales.
El que sí tenía esposa e hijos es Asier Arronategui Duralde, detenido el viernes de la semana pasada en Monterrey, Nuevo León, con fines de extradición a España. Su esposa, la regiomontana Mónica Basurto Márquez, recuerda que estaban por viajar al país que lo reclama para residir allá de forma permanente, porque tiene su conciencia tranquila y desconocía que lo acusaban de terrorista y de lavado de dinero.
Dice que si la detención se hubiera retrasado al menos 72 horas, las autoridades mexicanas y la justicia española se hubieran ahorrado el proceso de extradición, que se estima puede tardar hasta dos años en concretarse.
Agrega que la familia, con sus hijos de siete y cuatro años, así como el bebé de cinco meses, tenía listos los boletos de avión para salir a España el martes 22 de julio, mientras sus bienes serían remitidos vía terrestre y luego por barco a ese país.
Recuerda que al día siguiente de la detención dejó a los niños en casa de su madre y salió a la ciudad de México para ver a su marido, lo que pudo hacer 24 horas después. Mientras estaba en la capital del país, agentes de la AFI catearon su domicilio de la calle Tenango número 204 A, que rentaban en la colonia Matras de Monterrey.
''Realizaron el cateo sin mostrar nada a nadie. Yo que soy abogada sé que eso no se pude hacer así. Hicieron un revoltijo. La forma FM3 de Asier está desaparecida, sus pasaportes anteriores -él tenía todo en una bolsita-, sus estados de cuenta, lo que pagaba; era muy ordenado".
Una prueba de que su marido no tenía nada que temer en España, dice, es que apenas en abril pasado estuvieron en Guernika, su tierra natal, y en los 10 años que llevan de casados han ido a España cuatro veces.
El pasaje es muy caro, la última vez pudimos ir porque él recibió su liquidación del trabajo y porque vendimos la casa que teníamos en Querétaro hace dos años y medio'', expuso Basurto Márquez.
Mónica Basurto comenta que siente rabia, desesperación, por el vuelco que ha dado su vida, pues carece de dinero, deberá desocupar la casa que rentaba para irse con su madre, una pensionada que la apoyará con lo poco que recibe, mientras vuelve a trabajar como abogada, profesión que dejó cuando tuvo al primero de sus hijos, el más desconcertado por la ausencia de su padre, ya que Asier siempre estaba con la familia.
Dice que prometió no llorar más, pero en la entrevista varias veces tuvo que romper esa promesa. "No sé qué les voy a decir a mis hijos. ¿Que su padre está en la cárcel porque lo acusan de fraude y de ser terrorista, siendo un papá que es responsable, honesto, bueno, que los lleva al tae kwan do, que juega con ellos, que los saca a pasear?''.
Basurto Márquez reitera su esperanza de "que se haga justicia. Confío en el presidente Vicente Fox, porque los dos votamos por él, porque creímos en él". Arronategui pudo ejercer su derecho al voto, ya que desde el 19 de junio de 1996 obtuvo la nacionalidad mexicana por naturalización.
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