Un día más en la CAV del PNV/PSOE, un día más de hostigamiento policial por conducto de la Ertzaintza en contra de quienes hacían un ejercicio de memoria popular en favor de Ovidio Ferreira, asesinado por el régimen español.
Aquí lo que se nos reporta desde las páginas de Naiz:
Un año más, las y los vecinos del Casco Viejo bilbaino han exigido este martes justicia para Ovidio Ferreira Martín, un joven repartidor de periódicos al que la Policía española abatió a tiros en 1981 en la calle Barrenkale Barrena. Cuando estaban llevando a cabo una ofrenda floral a esta víctima de la violencia, agentes de la Ertzaintza han aparecido pidiendo la documentación a algunos de los participantes.
Agustín Goikoetxea
Desde San Anton a Barrenkale Barrena, los participantes en el acto organizado por Etxebarrieta Memoria Elkartea han recordado lo qué sucedió hace 39 años. Cuando se encontraban en el lugar donde la Policía española hirió de muerte a Ovidio Ferreira han aparecido varias dotaciones de la Ertzaintza, que han procedido a identificar a varias personas generando tensión. Más de uno de los participantes ha expuesto a los agentes se que trataba de un homenaje a una víctima de la violencia policial.
Poco antes, en ese punto de Barrenkale Barrena, un dantzari había bailado un aurresku ante una ikurriña con crespón negro y una pancarta con el lema 'Egia osoa! Etorkizunak memoria behar du', donde posteriormente se han depositado claveles rojos. Al lado, ejemplares de 'Egin' y varios carteles rememorando aquella época en la que la versión oficial se impuso sobre la verdad.
Los agentes, pertrechados con material antidisturbios y algunos grabando con sus telétonos móviles, han comenzado a pedir la documentación a varias personas, al asegurar que este acto de recuperación de la memoria, en el que participaba una veintena de ciudadanos, no había sido comunicado. A otros de los asistentes se les ha tratado de identificar por no llevar mascarilla.
Una vez que el acto ha finalizado y cuando los participantes se han ido, ertzainas han arrancado una pancarta firmada por Sortu, ubicada en un balcón del edificio de La Bolsa, en la que se hacía mención a la efeméride acompañada de las consignas «¡Policía asesina! Alde hemendik eta utzi bakean!».
Recuperar la verdad
Etxebarrieta Memoria Elkartea se ha empeñado en que se sepa la verdad sobre todo lo que rodeó a la muerte de este joven que repartía periódicos en las Siete Calles para ayudar a su madre. Tienen razones fundadas al ver como en Google, pinchando su nombre aparece incluido en el ‘Mapa del Terror’ de Covite y también en la web ‘Memoria de Vida’ de RTVE como víctima causada por ETA.
No fue así, una bala disparada por un policía español contra su rostro lo dejó en coma, en una agonía que se prolongó durante cuatro días en el Hospital de Basurto. Hoy lo han rememorado, al tiempo que han vuelto a exigir justicia para esta víctimas de la violencia policial.
Todo comenzó en la madrugada del 10 de julio de 1981, en la calle Barrenkale Barrena, cuando la Policía española perseguía a tiros a dos militantes de ETA tras una emboscada. En aquel tiroteo, Ovidio Ferreira Martín, de 29 años, recibió dos disparos cuando salía de un portal. Posteriormente, en la plaza Santiago, la vecina Aurora Mugika Mugika, de 48 años, también resultó herida de bala.
«La Policía mentía»
La versión policial es que ETA mató al joven cuando el vecindario siempre ha sabido que fue la Policía española quien acabó con su vida. Entonces, los Comités Pro Amnistía y la asociación vecinal Bihotzean desmontaron el relato oficial. «Estaba muy claro que la Policía mentía», destaca Etxebarrieta Memoria Elkartea, que recuerda cómo en Barrenkale Barrena hay una placa en el lugar donde Ovidio Ferreira fue tiroteado que sigue reclamando justicia.
«La madre de Ovidio tenía un pequeño quiosco en la plaza de Santiago, en la esquina de las calles Bidebarrieta con Torre, y repartía periódicos en tiendas y bares de la zona, muchas veces con la ayuda de su hijo, que era trabajador de una empresa de distribución de herramientas. Su padre trabajaba en la fábrica de Echevarría. Una familia de trabajadores procedentes de Espeja, en Salamanca, conocidos entre nuestros vecinos, tenderos y taberneros», rememoran.
«Ovidio se encuentra actualmente en las listas de víctimas causadas por ETA, una versión oficial que ha ido difundiendo y tapando la verdad durante largos años», denuncian, lo que ha llevado a esta asociación a poner en marcha un trabajo de investigación. «Hemos recogido varios testimonios y seguiremos trabajando para que sea reconocida oficialmente como víctima de las fuerzas policiales», exponen con la meta de que el próximo año, cuando se cumplen 40 años de la muerte, se reconozca lo que verdaderamente sucedió aquella madrugada de 1981.
Al igual que han recordado la memoria de Ovidio Ferreira Martín, a Etxebarrieta Memoria Elkartea le gustaría hacer lo propio con «la de todos los asesinados por la violencia de Estado. Todavía, para quienes buscamos una solución basada en toda la justicia y la verdad, la memoria es un instrumento imprescindible para el futuro. Para que Euskal Herria siga recorriendo su camino es necesario el reconocimiento, la reparación y la justicia del daño causado a este Pueblo por las fuerzas policiales».
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