Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 3 de julio de 2020

Los Indiferentes... los Tibios... los Neutrales

Desde el portal de Nació Digital traemos a ustedes este texto.

Va con dedicatoria a ya saben quienes.

Adelante con la lectura:


«Odio a los indiferentes. Estoy seguro de que guardan en el pecho un corazón muerto. Odio a los tibios, a los neutrales»

Jonathan Martínez

Odio a los indiferentes. Me molesta su tibieza bienpagada y ese infame contorsionismo que les permite caer siempre en la mitad exacta de la nada. Odio a los que hacen oídos sordos. Odio a los que malgastan sus ojos mirando siempre hacia otro lado. Odio a los que nunca dicen esta boca es mía por miedo a que les arrebaten lo que nunca les será concedido.

Odio el lujo de la cobardía. Odio a los paladines de la tierra de nadie. No soporto sus lamentos televisivos, sus torres de marfil, sus tribunas de mármol y esa inagotable falacia de los extremos que se tocan. Huéspedes perpetuos del vacío, dóciles dueños de su amo, los indiferentes colonizan las pantallas, las frecuencias de radio, el papel mojado de los periódicos más vendidos y más comprados.

Odio a los indiferentes porque legitiman la barbarie. Los escucho pontificar en nombre de las libertades y solo puedo pensar en cuánto me disgustan sus togas de jueces impostados. Hablan en nombre de la democracia pero extienden la alfombra roja para que desfile la tiranía. Hablan de pluralidad mientras se difunde el veneno de una sinrazón uniforme. Hablan en nombre del respeto pero suministran combustible a los que han convertido la discordia en un negocio.

Odio a los apáticos, a los tristes, a los bienqueda. Odio a los repartidores de veneno, a los monaguillos de la mentira, a los lobos transformistas que se visten de corderos para mendigar simpatías. Odio a los que exigen nuestra indiferencia. A quienes nos reclaman que el mal campe a sus anchas sin el freno de la indignación colectiva.

Si eres neutral ante la injusticia, has elegido el bando del opresor. Si un elefante aplasta la cola de un ratón, tu neutralidad caerá a favor del elefante. Son palabras que pertenecen a Desmond Tutu pero que ya pertenecen un poco a todo el mundo. El rincón más abrasador del infierno está reservado para aquellos que permanecen neutrales en tiempos de gran conflicto moral. Son palabras de Martin Luther King contra la invasión de Vietnam y ahora que lo pienso no hemos aprendido nada.

Odio a los cómodos repartidores de consejos. Odio a los falsos predicadores que lavándose las manos se desentienden y evaden. Odio a los indiferentes porque vivir quiere decir tomar partido, escribía Antonio Gramsci antes de que un tribunal fascista lo sepultara en una celda entre la rabia de los unos y la indiferencia de los otros. Tomar partido hasta mancharse, escribía Gabriel Celaya.

Odio a los indiferentes. Estoy seguro de que guardan en el pecho un corazón muerto. Odio a los tibios, a los neutrales. Porque la neutralidad es la forma más cobarde de tomar partido.







°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario